Redactor de elEconomista.es. Este es un buen sitio para encontrar informaciones de bolsa y mercados financieros. También escribo en Ecotrader y podrás escucharme en el podcast Estrategia de Mercado.

Hace ya meses que la pandemia dejó de ser la principal preocupación de los inversores tanto por la buena evolución del coronavirus (salvo los últimos casos en China) como por la aparición de otros focos de incertidumbre para la economía, como el repunte de la inflación, la guerra en Ucrania o la aceleración de las subidas de tipos de interés por parte de los grandes bancos centrales.

Europa ha aprendido la lección de crisis pasadas y sabe que mantener una deuda elevada en tiempos convulsos puede provocar una hecatombe. La misma regla han aplicado los valores dentro del Ibex 35, en su conjunto, que ante la subida de los tipos de interés a ambos lados del Atlántico y con las palabras de recesión que arrastra el viento mantendrán su deuda controlada, aunque pueda encarecerse. El selectivo español ofrece una ratio de endeudamiento (deuda neta de todas las empresas del Ibex 35 entre el conjunto del beneficio operativo) de 1,9 veces al cierre de 2021.

Las compañías dedicadas al acero del Ibex 35 también se han visto arrastradas por la corrección del mercado, hasta el punto de anotarse en la sesión de ayer las caídas más notorias dentro del selectivo español. Con este último paso atrás, corrigen más de un 10% de media ante el temor a que se contraiga la economía.

El ejercicio en curso puede llevar por eslogan 'Es el año de las petroleras'. Los precios que está marcando el crudo desde que comenzó 2022 y el cese de las relaciones comerciales con las compañías rusas (como consecuencia de las sanciones impuestas por Occidente por la invasión de Ucrania) está permitiendo a las petroleras y refineras elevar su beneficio operativo en 2022 hasta niveles récord que nadie proyectaba en enero.

Se terminó la barra libre del Banco Central Europeo. Christine Lagarde ha apagado la música de los estímulos monetarios en la zona euro, y los inversores en renta fija ya están sufriendo la resaca después de una fiesta alcista que ha durado una década.

Hasta los bancos centrales más estáticos han decidido salir del letargo y ajustar sus políticas monetarias, como está haciendo la Reserva Federal de Estados Unidos a marchas forzadas. El Banco Central Suizo (SNB, en inglés) ha sorprendido este jueves al mercado con una subida de 50 puntos básicos en el tipo de interés, lo que supone el primer movimiento de este tipo desde 2007 en el país y sitúa los tipos en el -0,25%.

A la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) no se le escapa que la inflación está estrangulando a medio mundo y que las perspectivas de crecimiento de las economías occidentales tienden a la baja. Y, sin embargo, el mundo demandará más petróleo en 2023 para seguir funcionando (y para recuperar los niveles de actividad previos a la pandemia) hasta alcanzar los 101,6 millones de barriles diarios, según las predicciones de la institución.

Renta variable | elMonitor

La empresa energética y gasística Enel entra por primera vez en la cartera de valores internacionales de Ecotrader, elMonitor, en un momento en el que el suministro de combustibles en Europa cobra más protagonismo que nunca. La gasística italiana se ha mostrado como el hijo predilecto en las relaciones con Argelia, en particular desde que aumentó la crispación diplomática entre España y Argelia, aunque de momento el envío de gas natural esté garantizado.

Los inversores siguen expectantes a la respuesta que dará la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) a la inflación en el país al cierre de la reunión de este miércoles. Y esa respuesta puede ser contundente o, incluso, muy contundente, si se produce un giro de guion de última hora. La renta fija es reflejo de esta inquietud.

La sangría vista el viernes en las principales plazas bursátiles del mundo no se contuvo en la sesión de este lunes, que se caracterizó por otra jornada consecutiva de recortes en la renta variable, y activa todas las alarmas que amenazan con ver caídas adicionales hasta del 10% a este lado del Atlántico y del 7% en Wall Street.