La Reserva Federal da la sorpresa. Frente a la subida galopante de la inflación ha decidido tomar medidas subiendo los tipos de interés al 1,5%, un alza de 75 puntos básicos, el mayor incremento de una tacada desde 1994 y por encima de lo que se esperaba el consenso del mercado hasta hace poco. En su comunicado oficial, la institución ha remarcado que esta medida se encuadra en su lucha por volver a situar la inflación en un rango cercano al 2%.
La Fed, además, mantiene en su escrito que continuará la senda de las subidas los próximos meses. También seguirá reduciendo las tenencias de bonos del Tesoro y deuda hipotecaria, siguiendo el camino que ya fijó en la reunión de mayo. Diez de los once miembros de la Fed han votado a favor. Solo Esther George se ha mostrado en contra al defender un perfil más bajo con una subida de 0,5 puntos.
Volviendo a la decisión histórica que ha emprendido Jerome Powell y el resto de funcionarios. Las proyecciones que dejan con este ajuste apuntan a unos tipos de interés afianzados en el 3% este mismo año. Esto contrasta con las previsiones que hacían a comienzos de año cuando preveían una meta en 2022 del 1,875%, cifra a la que ya se están acercando y solo es el sexto mes del año.
Esta reunión de la Fed era una de las más esperadas por el mercado tras los datos de la inflación publicados el pasado viernes. Una subida por sorpresa que sorprendió a los analistas y llevó el IPC al 8,6% en el mes de mayo, su cifra más alta desde diciembre de 1981, puso toda la presión encima del banco central. Ya previamente se contemplaba la posibilidad de una subida de tipos más agresiva. Sin embargo, con la oleada inflacionaria sin dar signos de fatiga, la posibilidad de que el panel que lidera Jerome Powell pisara el acelerador llenó de incertidumbre los mercados, provocando fuertes caídas en los principales índices.
La institución monetaria estadounidense toma esta decisión el mismo día que el BCE ha disparado primero con una reunión extraordinaria de varias horas en la que ha anunciado que, dada la situación de escalada de las primas de riesgo de países como Italia y España, creará un mecanismo especial para frenar esta situación. Mientras tanto Lagarde dará flexibilidad al programa de compras de emergencia para priorizar la deuda de los países más expuestos de Europa.
"Es probable otra subida similar en julio"
En posterior rueda de prensa, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell ha advertido de que puede haber una subida similar en la próxima reunión. "Aunque una subida de 75 puntos básicos es algo extraordinario, la situación nos sigue sorprendiendo y debemos responder adecuadamente", aseguró. Por ello, en la reunión de finales de julio, "la subida de tipos probablemente esté entre 50 y 75 puntos básicos, según avance la situación", explicó. Aun así, recuerda que todo puede cambiar según evolucionen los datos económicos tras este movimiento.
El razonamiento para subir 75 puntos básicos de golpe fue el siguiente: "Tras la próxima reunión, los tipos probablemente estarán en el 2 o el 2,25%, más cerca del objetivo para estabilizar la economía, y entonces podremos tener más margen para decidir la velocidad de las siguientes subidas", explicó el presidente de la Fed. En otras palabras, su objetivo es avanzar lo más rápido posible de entrada para ver si la inflación empieza a frenarse, y así pueden reducir las siguientes alzas, o si los precios siguen disparados y necesitan seguir endureciendo.
Al margen de esto, Powell dejó claro que dejó claro que el banco central tiene "las herramientas y la voluntad necesarias para frenar la inflación", un mensaje subrayado con la mayor subida de tipos desde 1994. "Ya advertimos de que seríamos ágiles para responder, y los datos de inflación nos han sorprendido al alza", explicó. La media del dot plot -las expectativas de los miembros de la Fed- apunta a un tipo de interés medio del 3,4% para este año, "mucho mayor al previsto a principios del año", acercándose al 4% para 2023 y volviendo al 3% en 2024.
Los expertos apostaban por 50 puntos
En cualquier caso, ahora la duda de los expertos no estaba en la subida de tipos para este mismo mes de junio, sino en si esta se limitaría a los 50 puntos básicos, tal y como ocurrió en la última reunión, o si el comité daría un paso más y llegaría a los 75. En ese sentido Wall Street estaba completamente dividido respecto a estas dos opciones.
Por una parte, Barclays y Jefferies abrieron la puerta de forma abierta a los 75 puntos, alegando que "el banco central de EEUU ahora tiene una buena razón para sorprender a los mercados al subir más agresivamente de lo esperado en junio", según el análisis de la firma inglesa. Desde Jefferies por su parte alegaron que "los datos del viernes cambian las reglas del juego y obligarán a la Fed a cambiar a una velocidad más alta y endurecer la política de carga frontal".
Paolo Zanghieri, Economista Senior, Generali Investments, defendía esta misma tesis, alegando que "todo está listo para que la Reserva Federal lleve a cabo otra gran subida de tipos. Los inquietantes datos del IPC publicados el viernes aumentan la probabilidad de que suba en una cifra sin precedentes (en los últimos 40 años) de 75 puntos básicos, en lugar de los 50 puntos básicos ampliamente esperados". Además, el experto avisaba de que en Julio "otro ajuste de 50 o de 75 es casi seguro".
Allison Boxer, economista para EEUU de Pimco, defendía que "la Fed ofrece 50 puntos básicos esta semana y tratará de establecer una opción de 75 puntos básicos en julio". Sin embargo, valoraba la opción de un alza más elevado porque "el mercado valora un mayor riesgo y eso da a la Fed la posibilidad de ser más agresivo". Exactamente la teoría que defendía Gilles Moëc, economista jefe en AXA Investment Managers alegando que "la Reserva Federal se siente en la obligación de actuar con fuerza y rapidez" y, por ello, avisaba de un alza de 50 puntos.
"La Fed necesita y puede subir los tipos más rápidamente en los próximos meses"
François Rimeu, estratega jefe de La Française AM, se mostraba en línea con estas declaraciones e incide especialmente en el hecho de que Powell intentará allanar el camino para una subida más agresiva el próximo mes. "El presidente no descartará en ningún caso alzas de 75 puntos para los próximos meses".
Hay quien incluso daba un paso más allá que todos ellos y cree que los 75 puntos se quedarían ya cortos. Steven Englander, jefe global de investigación de divisas del G-10 en Standard Chartered Bank explicó a Bloomberg que "75 es una subida mediocre y si quiere mostrar compromiso, subamos a 100". Un escenario que el experto definía como "cada vez más probable". Desde ING tampoco descartaron este escenario porque "es una posibilidad que no podemos excluir".
Previsiones económicas
Al margen de las decisiones, la Reserva Federal también han hechos públicos cambios sobre sus previsiones macroeconómicas. En ese sentido, ha empeorado sus perspectivas reduciendo su previsión del PIB de EEUU para 2022 de un crecimiento del 2,8% al 1,7%. Por otra parte también ha reducido sus expectativas para el de 2023 cinco décimas, llevándolo al 1,7%. En 2024 también queda reducido en una décima hasta el 1,9%.
Respecto al desempleo, los banqueros apuntan a una tasa de paro cercana al 3,7%, lo que supone un incremento de más de dos décimas respecto a sus previsiones previas. Un proceso que se producirá, principalmente por una menor actividad económica de la esperada.