El sector servicios trae malas noticias para la eurozona. Tras meses siendo el puntal que sujetaba la actividad en la región ante la debilidad de las manufacturas, su debilidad empieza a manifestarse mientras que los precios en el mismo evidencian la persistencia de la inflación. La peor combinación posible para la economía del bloque y para el rumbo de un Banco Central Europeo (BCE) -se vuelve a pronunciar el temido término estanflación- al que se le complica aún más determinar el ritmo de los tipos de interés ante el incipiente deterioro económico y unas presiones inflacionarias a las que les cuesta aflojar.

Redactor de economía y mercados. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Un día se preguntó cómo cotizaba un bono y ya no hubo vuelta atrás.