Bolsa, mercados y cotizaciones

El 'superciclo' de las materias primas se puede prolongar tras subir un 22% en 2021

Foto: Dreamstime
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Desde que los mercados tocaron el momento de mayor pánico en el primer trimestre del año pasado, cuando la crisis sanitaria por el Covid-19 estaba en su peor momento en España y la incertidumbre era enorme, el precio de las materias primas no ha hecho más que subir.

El cóctel que ha creado el desarrollo de varias vacunas, que están siendo eficaces para reducir enormemente la mortalidad del virus, junto a los planes de estímulo que han diseñado los grandes bancos centrales del planeta y también los gobiernos de las mayores economías, ha sido una inyección de energía para el precio de los recursos básicos.

Algunos, además, también han experimentado presión alcista por parte de la oferta, y no sólo por la demanda, con disrupciones en la producción que han agudizado el déficit y han acelerado las subidas de los precios.

Cuando uno mira la tabla de las principales materias primas que cotizan en el parqué, aquellas que no han subido de precio en los últimos 12 meses son la excepción, algo que también ocurre si se atiende al comportamiento que han tenido desde que empezó 2021.

Esta semana, sin embargo, ha arrancado con un susto importante para los alcistas: las materias primas se desplomaron el lunes, con fuertes caídas generadas por el temor a los contagios de la cepa Delta del coronavirus. El petróleo, por ejemplo, arrancó la semana con pérdidas del 6,75 el lunes; las caídas en el precio de metales como el cobre o el estaño fueron del 2,8% y 0,8%, respectivamente.

Recuperación tras la caída

Sin embargo, después de ese susto inicial, los inversores parecen haberse tranquilizado, y los avances han sido generalizados en este tipo de activos, hasta borrar las pérdidas que se produjeron el lunes, dejando un balance positivo en el conjunto de la semana.

El índice Bloomberg Commodity Index, que pondera las principales materias primas del mercado (el oro, el gas natural, el petróleo, el maíz y el cobre son los recursos básicos que más pesan en esta cesta), ha vuelto a alcanzar máximos del año, en los 95,7 puntos, un nivel que no se tocaba desde el año 2015. La subida que acumula el índice en lo que va de año es de un 22,4%, una de las razones que explican el repunte que está experimentando la inflación en los últimos meses, tanto en Europa como en Estados Unidos.

"Mirando hacia adelante, la variante Delta del Coronavirus es poco probable que termine la recuperación del crecimiento global, bajo nuestro punto de vista, a pesar de que pueda generar sustos puntuales de forma regional. Es posible que frene de alguna forma las dinámicas de demanda de las materias primas en lugares concretos, pero es poco probable que vaya a generar un daño considerable en los niveles de demanda", destacan desde el banco suizo Julius Baer.

De este modo, parece que la rápida recuperación que ha tenido lugar en el precio de estos activos estaría respaldada, al menos por la parte de la demanda. Sin embargo, Julius Baer comparte su opinión de que el precio de las materias primas, especialmente en los metales industriales, parece estar ahora alineado con sus fundamentales.

"Esta última venta parece estar alineada con los fundamentales, y no es tanto una oportunidad de compra. Especialmente en el caso de los metales industriales, que han corrido mucho durante un tiempo por las altas expectativas que hay puestas en la descarbonización", explican.

El 'superciclo' continuará

Esta opinión del banco suizo no parece ser la mayoritaria entre los inversores. Según una encuesta publicada durante la segunda semana de julio, en la que la plataforma CloseCross ha preguntado a un grupo de ellos que gestionan entre todos 380.000 millones de dólares, el 81% considera que los mercados están entrando en un nuevo superciclo alcista de materias primas, un periodo de subidas generalizadas para estos activos que se prologará en el más largo plazo, durante varias décadas. Firmas como JP Morgan y Goldman Sachs avisaron hace meses de esta posibilidad.

La principal causa detrás de este posible nuevo superciclo que argumentan los inversores encuestados son los estímulos que están inyectando los distintos gobiernos mundiales para tratar de dar un impulso a la recuperación del crecimiento económico.

El encarecimiento de las materias primas está teniendo un impacto en el impuesto silencioso que supone la inflación para los ciudadanos. Los bancos centrales, tanto la Reserva Federal estadounidense (Fed), como el Banco Central Europeo (BCE), están avisando de que los repuntes inflacionistas serán temporales, y que la situación volverá a la normalidad en los próximos meses, pero son muchos los analistas que creen que, en los próximos años, las tasas van a estar muy por encima de las que hemos visto en la última década.

Es el caso, por ejemplo, de Schroders. La gestora británica reconoce que el aumento de la inflación puede ser sólo temporal en el medio plazo, ya que "la demanda que viene con la recuperación puede ser absorbida por la economía sin causar otra ronda de aumentos de precios como resultado de los salarios más altos".

Sin embargo, más adelante, para 2022 y 2023, consideran que "la inflación podría volver a aumentar, tras la plena reapertura del sector de los servicios y el incremento de personas que se reincorporan al trabajo", señalan.

A su juicio, "la inflación general volverá a acercarse al 3% en los próximos dos o tres años. La inflación podría seguir aumentando en 2023 y más allá, a menos que se tomen medidas para enfriar la creciente demanda tras la recuperación de la pandemia. Esto significa que los bancos centrales tendrán que considerar políticas más firmes", explican.

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