Redactor de economía y mercados. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Un día se preguntó cómo cotizaba un bono y ya no hubo vuelta atrás.
Economía

La incertidumbre económica mundial tras el covid está provocando que la 'fábrica del mundo' reciba menos pedidos. Cada dato que se conoce constata que las exportaciones de China a Occidente siguen menguando. El caso es especialmente significativo con EEUU. La situación no ayuda precisamente a una China que busca desesperadamente que su economía no entre en barrena y da una pista del escenario global que se avecina. La otra 'cara de la moneda' es una alteración en el comercio mundial y en el mapa de unas rutas marítimas que se habían convertido en tradicionales.

El mercado laboral de EEUU sigue aguantando fuerte después de la pandemia. Los intentos de la Reserva Federal de aplacarlo con subidas de tipos para contener posibles presiones inflacionistas no se está notando con claridad todavía. En noviembre se crearon 236.000 empleos (nóminas no agrícolas) y el paro se mantuvo en el 3,7% -muy cerca del mínimo reciente del 3,5%). Para mayor disgusto de la Fed, los salarios volvieron a repuntar con fuerza, alimentando las citadas presiones.

Desde que dieron comienzo las subidas de tipos de interés en los países desarrollados a principios de este 2022, los analistas han puesto la lupa en el mercado inmobiliario. Tras años de febril crecimiento de precios, unos tipos más altos tienen la capacidad de aplastar esta tendencia. Aunque en la zona euro las subidas de tipos no llegaron hasta mediados de año, el impacto en la vivienda llegará antes o después, al menos, provocando una drástica desaceleración de las subidas y algunas correcciones en los mercados más calientes (en los que el precio de la vivienda se ha distanciado más del alquiler).

Economía

Las tornas están cambiando rápidamente. La abrasiva inflación derivada de los desajustes económicos causados por la pandemia está llevando a los bancos centrales, con la Reserva Federal de EEUU al timón, a un endurecimiento de sus políticas que amenaza con serios daños a la actividad. El pretendido endurecimiento de las condiciones financieras se está cobrando una de sus víctimas favoritas: el mercado de vivienda. En el caso de EEUU, el deterioro empieza a ser notable -el nuevo retroceso del S&P Case-Shiller este martes lo constata- y alimenta el mayor debate económico que hay ahora mismo: recesión sí o recesión no. Uno de los indicadores más observados del inmobiliario estadounidense no arroja buenas noticias cuando se calibra si será posible el anhelado 'aterrizaje suave' de la economía.

Este miércoles se conocieron las actas de la reunión de la Fed de principios de noviembre en la que se decretó la cuarta subida seguida de tipos en 75 puntos básicos hasta el rango 3,75%-4%. Aunque la transcripción de la discusión de los miembros del FOMC (Comité Federal de Mercado Abierto, el que vota la variación de tipos) dejó su habitual mensaje vago, el mercado las interpretó en sentido dovish. Según recalcan desde ING, hubo dos frases clave:

El Mundial de fútbol de Qatar 2022 echó a andar este domingo. Más allá de la controversia por la elección de la sede o del aspecto puramente futbolístico, lo que deja la cita deportiva es un mar de cifras y estadísticas. Cruzar variables no siempre arroja la verdad, pero sí permite encontrar correlaciones curiosas. Aunque no lo parezca, las hay entre la Copa del Mundo y la economía y los mercados.

El boom sincronizado que ha vivido el inmobiliario a nivel global está a punto de llegar a su fin. Algunos de los mercados que han alcanzado unas valoraciones más elevadas en los últimos años (mercados calientes) están empezando a sentir de forma contundente la nueva realidad, dominada por unos tipos de interés mucho más altos y una actividad económica que languidece. Suecia es, hasta la fecha, el mejor ejemplo de este brusco giro. La economía nórdica puede ser una suerte de canario en la mina para el resto de países avanzados, según revelan desde la agencia Bloomberg.

El día señalado en rojo en el calendario británico ha llegado. El gobierno de Rishi Sunak ha anunciado su esperado plan fiscal a medio plazo, conocido como Declaración de Otoño. El encargado de presentarlo ha sido el canciller de Hacienda -ministro de Finanzas-, Jeremy Hunt, quien ha confirmado la cifra 'mágica': habrá una consolidación fiscal de hasta 55.000 millones de libras (unos 63.000 millones de euros) al año hasta 2028 en subidas de impuestos y recortes de gasto.

POLÍTICA MONETARIA

El Banco Central Europeo (BCE) comenzó a elevar el precio del dinero en verano, ante una inflación disparada en la eurozona. El incremento de julio, el primero en más de una década, fue de 50 puntos básicos, seguido en las dos reuniones posteriores por respectivas alzas históricas de 75 puntos básicos, llevando los tipos de interés al 2%. Aun así, la subida de los precios en la región sigue sin frenarse. Hoy mismo se ha confirmado la tasa de inflación récord de octubre. Sin embargo, un nuevo aumento de los tipos en 75 puntos básicos está perdiendo apoyos dentro del BCE ante una recesión económica acechante.

La 'tormenta perfecta' sigue formándose sobre la economía del Reino Unido. Con el país y los mercados mundiales atentos a las nuevas propuestas fiscales que el recién formado gobierno de Rishi Sunak presente este jueves 17 de noviembre, los datos macro han golpeado con fuerza este miércoles. La inflación subió en octubre más de lo esperado, marcando su máximo en 41 años, cuando Gran Bretaña ya está en una recesión que podría ser más larga del último siglo, según avanzó recientemente el Banco de Inglaterra (BoE).