
El mercado laboral de EEUU sigue aguantando fuerte después de la pandemia. Los intentos de la Reserva Federal de aplacarlo con subidas de tipos para contener posibles presiones inflacionistas no se está notando con claridad todavía. En noviembre se crearon 236.000 empleos (nóminas no agrícolas) y el paro se mantuvo en el 3,7% -muy cerca del mínimo reciente del 3,5%). Para mayor disgusto de la Fed, los salarios volvieron a repuntar con fuerza, alimentando las citadas presiones.
Los datos del informe mensual de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo vuelven a dejar cortas las previsiones de los analistas, que esperaban una cifra de nóminas ligeramente por debajo de las 200.000, el que hubiera sido el dato más bajo desde diciembre de 2020. Además, se han revisado al alza las cifras de octubre, pasando las nóminas de dicho mes de 261.000 a 284.000.
Las nóminas privadas aumentaron en 221.000, gracias a los 88.000 puestos de trabajo en el sector del ocio y la hostelería y los 82.000 en el sector de la educación y la sanidad. La construcción aumentó en 20.000 puestos -pese a los vientos en contra del sector- y la industria manufacturera en 14.000. Sin embargo, hubo debilidad en el comercio y el transporte (-49.000) y en el comercio minorista (-30.000).
Más allá de la tasa de desempleo manteniéndose en el nivel del mes anterior, hay dos datos que destacan sobre los demás. Por un lado: las ganancias salariales. Las diferentes métricas en materia de salarios apuntaba a una modesta desaceleración. Pero en el informe de noviembre se recoge un avance mensual del 0,6% frente al 0,3% esperado y el 0,5% del mes previo. Asimismo, el indicador interanual pasa de un 4,9% a un 5,1%. Para hacerse una idea de la sorpresa, los analistas esperaban un aumento del 4,6%.
Por el otro lado, la tasa de participación laboral vuelve a ser el 'talón de Aquiles' al volver a descender nuevamente, en esta ocasión del 62,2% al 62,1%. Los estadounidenses no acaban de reincorporarse al mercado laboral tras la pandemia y eso se nota en esta métrica, aún lejos del 63,4% previo al covid. Esto justifica que la tasa de paro se mantenga en el 3,7% pese a que el número de empleados ha diminuido en 138.000 en la siempre volátil encuesta a los hogares (la encuesta a las empresas, la otra 'pata' del informe, arroja el dato de nóminas). El mes anterior la pérdida fue de 328.000 empleados.
Las pretensiones de la Fed pasan por que la tasa de participación se recupere, lo que contendrá las alzas salariales, pero no provocará una sangría en el empleo. Lo que se conoce como 'aterrizaje suave'. No está siendo así de momento y las cifras de este informe impactan en los esfuerzos hechos hasta ahora por la Fed.
"Aunque se ha producido una cierta recuperación de la participación en la población activa desde los niveles más bajos de la pandemia, estimamos que todavía hay casi tres millones de 'trabajadores perdidos' de la población activa, es decir, el déficit en relación con el número de trabajadores en la población activa si se mantuvieran las tasas de participación de febrero de 2020, dados los niveles actuales de población", señalaban los analistas de Oxford Economics Ryan Sweet y Nancy Vanden Houten antes de conocerse los datos del gobierno.
Este informe de noviembre supone un golpe en la línea de flotación de la Fed en la medida en la que los últimos datos laborales inclinaban la balanza hacia un enfriamiento del mercado de trabajo. Aparte de los titulares que siguen ocupando los despidos masivos en las grandes tecnológicas (aunque el informe arroja la creación de 19.000 puestos en noviembre), el miércoles la encuesta de empleo de la empresa ADP arrojaba una creación de 127.000 puestos en noviembre.
También el miércoles la BLS publicaba el dato de vacantes de empleo, muy observado de cerca por la Fed. La Encuesta sobre vacantes y rotación laboral (JOLTS), relativa a octubre, ofrecía una lectura más relajada que la anterior, arrojando 10,334 millones de ofertas de empleo dicho mes, por debajo de los 10,687 millones de septiembre (el dato inicial fueron 10,71 millones). La cifra volvía a suponer una caída tras el sorpresivo repunte de septiembre y seguía alejándose del pico de 11,855 millones del pasado mes de febrero.
Otro dato fundamental del informe del miércoles era el relativo a las renuncias, que en octubre cayeron en 34.000 hasta los 4,026 millones. En porcentaje, se ha pasado de un 2,7% a un 2,6%. "Las renuncias son generalmente separaciones voluntarias iniciadas por el empleado. Por lo tanto, la tasa de renuncias puede servir como medida de la voluntad o la capacidad de los trabajadores para dejar el trabajo", explicaba la BLS en su informe. Un claro aumento aviva las subidas salariales que preocupan a la Fed, ya que los trabajadores dejan su empleo por uno mejor pagado.
La expectativa de que el esfuerzo de la Fed no está siendo suficiente ha hecho daño en el mercado ante la previsión de un endurecimiento mayor por parte del banco central. Tras el 'relajado' IPC de octubre, los mercados han estado apostando por una pronta suavización del organismo en forma de pausa en las subidas de tipos que se ha traducido en alzas en las cotizaciones. El mensaje de hoy aparca momentáneamente el modo risk on tiene que aparcarse.
Los futuros de Wall Street han caído enseguida un 1,5% y los del tecnológico Nasdaq más de un 2%. El dólar ha recuperado terreno tras semanas de debilidad y ha protagonizado avances por encima del 0,5% en sus cruces con el euro y con la libra. El bono americano a 2 años ha pasado rápidamente del 4,185% al 4335%. Asimismo, el rendimiento bono a 10 años ha repuntado del 3,5% al 3,6%.
En su discurso de esta semana, Jerome Powell argumentó que "el crecimiento del empleo sigue siendo muy superior al ritmo necesario para acomodar el crecimiento de la población a lo largo del tiempo, alrededor de 100.000 al mes, según muchas estimaciones". En consecuencia, el crecimiento salarial solo muestra signos tímidos de volver al equilibrio". "La cifra de 263.000 empleos de hoy confirma que seguimos estando muy lejos de que la demanda se equilibre con la oferta, lo que aliviaría las presiones inflacionistas relacionadas con el mercado laboral", constata James Knightley, estratega de ING en una nota.
"Dadas las repetidas advertencias de la Fed de que los tipos de interés probablemente se mantendrán más altos durante más tiempo para garantizar la derrota de la inflación, los funcionarios esperarán que las cifras de hoy sean la sacudida necesaria para que los participantes en el mercado finalmente crean en la intención de la Reserva Federal", añade Knightley.
Pese al efecto de las cifras en los mercados, la subida de 50 puntos básicos por parte del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed el próximo 14 de diciembre parece atada, ya que el propio Powell la telegrafió en su discurso de esta semana. El que sí ha oscilado al alza es el tipo terminal (el máximo del ciclo de subidas) por el que apuestan los mercados. Si este jueves era de un 4,86% en mayo de 2023, ahora es de un 4,97% ese mismo mes. El tipo para diciembre del 23 ha pasado del 4,38% al 4,52%.
"La resistencia del mercado laboral y el resurgimiento de las presiones salariales no cambian nuestra opinión de que la inflación subyacente de los precios va a caer más rápidamente de lo que cree la Fed, y seguimos esperando que los funcionarios ralenticen el ritmo de endurecimiento, con una subida menor de 50 puntos básicos a finales de este mes", suscribe Paul Asworth, analista de Capital Economics.