Economía

El covid-19 ha golpeado a todos los países europeos. Todos los gobiernos han adoptado medidas de contención y de apoyo a sus economías. Pero ningún otro Estado miembro ha sufrido tanto la pandemia desde el punto de vista sanitario y económico como España, sobre todo tras la segunda ola.

Previsiones de otoño

El covid-19 ha convertido la elaboración de previsiones económicas en un ejercicio para valientes y adivinos. La enorme incertidumbre, las mejoras y reveses que han ido y venido con la pandemia desde que llegó a Europa en febrero, han complicado la estimación de las cifras de crecimiento y la evolución del resto de indicadores macroeconómicos. Pero si algo ha sido constante en la UE es que España siempre ha quedado entre los que se han llevado la peor parte, en parte por la gran expansión del virus en nuestro país.

Las diferencias que separan al Parlamento Europeo y los Estados miembros para poner en marcha el fondo de recuperación han convertido la aprobación de la esperada ayuda europea en un tortuoso camino. Al choque que ambos mantienen por los fondos adicionales que pide la Eurocámara, o la condicionalidad del Estado de Derecho, se suman ahora las divergencias por las reformas que tendrán que cumplir los países para acceder a los fondos de reconstrucción.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió pelear por "salarios justos" para los europeos. Una prioridad aún más necesaria tras la pandemia, ya que el covid agravará las diferencias salariales no solo entre países, sino también dentro de los socios, con una pobreza que ya alcanza al 10% de las personas con empleo en la UE.

La crisis del covid-19 está introduciendo por la puerta de atrás las piezas que tanto tiempo echó en falta la arquitectura del euro. El acuerdo de los líderes europeos de julio trajo un instrumento fiscal común, aunque de momento temporal: el fondo de recuperación. La emisión de deuda sin precedentes que realizará la Comisión Europea para financiar este fondo, y el mecanismo SURE para apoyar los ERTE, inundará los mercados de activos seguros denominado en euros, es decir, los 'eurobonos', vistos como un paso imprescindible para completar la unión monetaria.

Entrevista

Europa desplegó desde el pasado abril un arsenal sin precedentes frente a la crisis causada por el coronavirus, la recesión más profundas en casi siete décadas de historia de la Unión Europea (UE). El principal pilar es el fondo de recuperación aprobado en julio, y que se está terminando de negociar estas semanas.

La ley propuesta por el PSOE y Unidas Podemos para poder reformar el Consejo General del Poder Judicial se ha convertido no solo en un frente doméstico para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A la crítica frontal de los partidos de la oposición y la mayoría de las asociaciones de jueces se sumó este viernes la advertencia de Bruselas, preocupada porque podría aumentar la interferencia política en la Justicia.

Tal y como se esperaba, el atasco en las negociaciones para finalizar el fondo de recuperación y el presupuesto plurianual comunitario irrumpió ayer en la cumbre europea. El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, pidió más dinero a los líderes europeos para reforzar el presupuesto plurianual, que asciende a 1,074 billones de euros para 2021-2027.

La llegada de los fondos europeos para superar la embestida del Covid-19 se complica por días. El Parlamento Europeo y el Consejo (que agrupa a los Estados miembros) continúan alejados en los asuntos que quedan pendientes para cerrar el fondo de recuperación de 750.000 millones de euros, y el presupuesto plurianual de algo más de un billón de euros. Y también crece la oposición de los Estados miembros a incrementar en 39.000 millones de euros el presupuesto comunitario para 2021-2027.

La Comisión Europea prorrogó este martes el marco excepcional aprobado la pasada primavera para facilitar que los Estados miembros puedan dar ayudas públicas a sus empresas para capear la crisis del covid-19.