CaixaBank ganó en el primer trimestre del año 4.786 millones de euros, tras incorporar el efecto contable positivo de la absorción de Bankia, que asciende a 4.300 millones. La entidad, informa, que sin el impacto extraordinario el beneficio alcanzaría los 514 millones. Unas cifras que contrastan radicalmente con los 90 millones del mismo periodo de 2020 y con las previsiones de los analistas, que calculaban una cuenta de hasta unos 7.000 millones.

Los ajustes de la banca de los últimos años, que continuarán en los próximos ejercicios con las salidas de personal proyectadas y el cierre de sucursales, han empezado a dar sus frutos y ya tienen un reflejo en sus niveles de eficiencia, que se aproxima a los niveles reclamados por el Banco de España para impulsar la rentabilidad del sector.

BBVA se previene contra posibles reestructuraciones de préstamos a empresas en España sobrevenidos, es decir, que no están contemplados en sus modelos de riesgos atendiendo la situación actual y las previsiones macroeconónicas, y ha decidido guardar 316 millones en un cajón extraordinario.

El Santander y BBVA han alcanzado el nivel de rentabilidad que exigen los mercados, de un 10%, y que, por ende, los reguladores toman como referencia. Ambos, además, lo han conseguido en plena incertidumbre del coronavirus, lo cual es aun más destacable, aunque sendos bancos admiten que el panorama es complejo y el futuro aún es inestable.

BBVA ha mantenido en el primer trimestre del año su política de recorte de gastos, a través de la salida ordinaria del personal y la reducción de oficinas, antes de poner en marcha el ERE para 3.450 trabajadores. La entidad, a través de su programa de prejubilaciones principalmente, ha disminuido la plantilla en nuestro país en 553 personas, es decir, en un 1,8%. Así, a cierre de marzo estaba formada por 28.777 empleados. Del mismo, modo también ha llevado a cabo un descenso acusado de agentes financieros que colaboran con la entidad y ya solo tiene poco más de 600.

BBVA ha logrado en el primer trimestre del año unos beneficios de 1.210 millones, que contrastan con las pérdidas del año pasado por las provisiones anticipadas y el fondo de comercio de EEUU antes de su venta. Además, el resultado está por encima de las previsiones del mercado, que apuntaban a unas ganancias cercanas a los 900 millones y supera la cifra precovid. En el mismo periodo de 2019, el resultado fue de 1.182 millones.

Catalana Occidente ha logrado en los tres primeros meses del año un beneficio de 122,6 millones de euros, lo que representa un incremento del 25,4% respecto al mismo periodo del año anterior. En el periodo, el volumen de negocio del grupo asegurador crece un 1,2% hasta situarse en los 1.503,6 millones.

BBVA ha decidido reducir el ERE en 350 trabajadores, hasta unos 3.350 empleados con el objetivo de poder alcanzar un acuerdo con los sindicatos, que rechazan el número tan elevado de salidas del banco en España. Al igual que hiciera CaixaBank el martes, que rebajó en un 6% el número de bajas, la entidad azul ha disminuido en un 9,2% la dimensión de los despidos.

Mapfre ha logrado un beneficio en el primer trimestre del año de 173 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 36,7% respecto al mismo periodo de 2020. Este aumento se debe, según la compañía, al impulso del negocio en España, en los países del sur de América y en EEUU, y se produce en un contexto en el que ha tenido que contabilizar una provisión de 109 millones por siniestros derivados de la crisis del coronavirus.

La banca, poco a poco, va recobrando la normalidad, a pesar de la situación de incertidumbre y de tipos negativos permanentes. Los resultados del primer trimestre, que algunas entidades ya han presentado, confirman la tendencia alcista del sector que está viviendo desde el pasado verano, superando incluso las mejores perspectivas del consenso de los analistas en más de un 30%. Unas previsiones que dan un cierto respiro a las entidades y que, de continuar esta senda, podrían de nuevo batirse a final de ejercicio.