Empresas y finanzas

La banca bate previsiones y mejora un 60% ya el beneficio para este año

  • La expectativa crece y sitúa en 15.000 millones el beneficio de 2021
Sucursales de BBVA, CaixaBank y Santander

La banca, poco a poco, va recobrando la normalidad, a pesar de la situación de incertidumbre y de tipos negativos permanentes. Los resultados del primer trimestre, que algunas entidades ya han presentado, confirman la tendencia alcista del sector que está viviendo desde el pasado verano, superando incluso las mejores perspectivas del consenso de los analistas en más de un 30%. Unas previsiones que dan un cierto respiro a las entidades y que, de continuar esta senda, podrían de nuevo batirse a final de ejercicio.

Para el conjunto de 2021, los pronósticos para el sector han aumentado considerablemente desde el pasado junio y, especialmente, desde octubre, antes de conocerse que Pfizer contaba con un antídoto efectivo contra el coronavirus. Los expertos de Facset calculan un beneficio de casi 15.000 millones para las siete entidades cotizadas españolas (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter, Unicaja y Liberbank), es decir, un 60% más que a principios del pasado verano, cuando empezó la desescalada y se puso fin a los confinamientos estrictos de la población.

La clave de esta evolución se sustenta, principalmente, en un elemento fundamental: las provisiones contra insolvencias. Aunque, en el cómputo global también influye y mucho el efecto contable de la fusión de CaixaBank con Bankia, que hace que el grupo resultante pegue un salto de gigante en sus ganancias esperadas, de un 400%. Sin tener en cuenta este impacto, la mejora para el grupo catalán estaría en torno a un 11%. El mercado confía en que CaixaBank logre un resultado de 6.131 millones de euros, ya que contabilizará el badwill que genera la absorción, que se estima entre 6.000 y 8.000 millones. Una partida, eso sí, que servirá a la entidad para afrontar los costes de reestructuración (despidos para 7.791 trabajadores) por valor de 2.400 millones.

El Santander, a juicio de los expertos, tendrá un beneficio anual de 5.138 millones, que contrastará con las pérdidas de 2020 debido a el ajuste de los fondos de comercio de sus divisiones en el exterior. La estimación es un 11% superior a la que realizaban el pasado junio.

El único banco en el que se reducen las expectativas desde entonces es el Sabadell, en un 11%, aunque desde que se anunció la vacuna la previsión no ha hecho más que elevarse hasta en casi un 60%, ya que podría llegar a ganar 154 millones.

El mayor incremento, sin contar CaixaBank, es para Unicaja, entidad que absorberá a Liberbank

Esta progresión es relevante, además, si se tiene en cuenta que el Sabadell en este periodo ha decidido seguir su camino en solitario, diseñar un nuevo plan estratégico que se anunciará en mayo, una vez que rompió las negociaciones con BBVA para una integración. En el mercado, si bien, se tiene la sensación de que esta operación tarde o temprano saldrá adelante.

El consenso para Bankinter se sitúa en un beneficio de 301 millones, un 2,3% por encima de once meses, mientras que para BBVA, de 2.922 millones, un 6% más.

El mayor incremento, sin contar CaixaBank, es para Unicaja, entidad que absorberá a Liberbank. Hasta la fecha, los analistas prevén que sus ganancias sobrepasen los 100 millones, lo que supone un ascenso del 35% con respecto a las estimaciones de junio. Las de Liberbank se mantienen, por su parte, estables, en 66 millones.

Morosidad contenida

La hucha de provisiones, que, aunque todavía es elevada, cada vez es menor después del esfuerzo realizado en la primera parte de 2020, cuando apartaron 16.000 millones. En el Santander y en Bankinter, por ejemplo, las dotaciones para cubrir impagos se han recortado a la mitad hasta marzo si se compara con los tres primeros meses del ejercicio anterior.

Los bancos consideran que con la partida especial realizada el ejercicio pasado ya cuentan con recursos suficientes para afrontar la morosidad venidera, una morosidad que, contra todo pronóstico esta aún bajando, y que subirá menos de lo previsto inicialmente, gracias a las medidas de apoyo gubernamental, como las moratorias y las líneas ICO a las empresas. Dos líneas a las que sumarán próximamente las ayudas directas al tejido industrial más castigado por la pandemia.

Cuando estalló el coronavirus, los expertos consideraban que la tasa de créditos dudosos podría alcanzar o acercarse los niveles de la crisis pasada, llegando a ratios del 12%. A lo largo de los meses y, gracias en parte al anticipo de la vacunas, este mal augurio ha ido perdiendo fuelle y en estos momentos se espera que pueda escalar hasta el 10% en nuestro país, frente a menos del 5% actual. Algunos banqueros, incluso, son más optimistas y confían en que ni siquiera suban hasta ese porcentaje.

El responsable de la consultora Álvarez & Marsal, Fernando de la Mora, explicaba hace poco en un encuentro que "venían vientos de cola para la banca", dando por hecho que se iba a producir un impulso en el sector. De momento y, según los números que se han presentado, estos aires positivos han venido y se están reflejando en las cuentas.

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