Análisis

La banca vuelve a ser señalada a raíz de un problema de país con riesgo de pasarle doble factura económica y en su vulnerable reputación. El inesperado impuesto anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para recaudar 3.000 millones en dos años con los que financiar medidas sociales para ayudar a colectivos vulnerables a encarar la situación creada por la guerra de Rusia coloca al sector en el disparadero desde múltiples ángulos.

El sector de la recuperación de deuda aglutinado en la Asociación Nacional de Entidades de Gestión de Cobro (Angeco) quiere que se aproveche la transposición de la directiva que le afecta para regular por completo la actividad de gestión de deuda y no solo la bancaria.

De la sorpresa inicial por el inesperado impuesto a la banca anunciado por Pedro Sánchez, el mercado y los analistas pasaron ayer a intentar evaluar daños. A falta de conocer qué parámetros utilizará exactamente el Gobierno para fijar la nueva tasa -la propia banca reconocía carecer de información- la primera conclusión rápida es que para recaudar los 1.500 millones al año que pretende durante el bienio 2022-2023 detraerá un 35% del beneficio bancario en España.

Sorpresa y perplejidad es la sensación que trasladó ayer la banca después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se sacase de la chistera que recaudará 1.500 millones de euros al año a través de "un impuesto excepcional y temporal" al sector durante el bienio 2022-2023 para financiar las medidas desplegadas para aliviar el impacto de la guerra de Ucrania a los colectivos y sectores más vulnerables. Supone que despojará a las entidades del 8,5% de los 17.700 millones de euros que los analistas proyectan que ganará la banca cotizada este año (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja) y otro 7,9% de los 18.900 millones estimados para 2023. El simple anuncio provocó un terremoto en bolsa que se tradujo en pérdidas para sus accionistas del doble de la recaudación prevista -la capitalización conjunta sucumbió en 5.300 millones-.

BBVA quiere llevar la nueva banca creada para atender a emprendedores y empresas innovadoras en sus diferentes facetas de desarrollo (startups, scaleups, unicornios, etc) a todos los países donde opera. Arranca en España y México bajo la marca BBVA Spark, con posibilidad de recalar después en Turquía y Colombia para ir extendiéndose progresivamente al resto de geografías del grupo.

El Sabadell redobla su apuesta por la captación y premiará a quienes se abran cuenta por vez primera en el banco con una remuneración del 1% TAE de su ahorro durante un año para saldos por hasta 30.000 euros. La campaña la realiza a través de su 'Cuenta Online', contratable de forma totalmente digital y que estaba ofreciendo 100 euros en efectivo a los nuevos usuarios que ahora podrán triplicar dicha cuantía si aprovechan al máximo la promoción.

Madrid acaba de ser punto de encuentro del ecosistema fintech con Finnovating de anfitrión, la primera plataforma global de 'matching as a service' que conecta a 50.000 fintech con empresas e inversores en medio mundo. "Calculamos que se han producido más de 1.000 reuniones informales a lo largo del día", explica el consejero delegado y fundador de la plataforma, Rodrigo García de la Cruz, satisfecho por favorecer la conexión en un momento clave. Asume que la actual incertidumbre económica producirá reajustes en las apuestas, pero está convencido de que la inversión se mantendrá y el potencial solo acaba de arrancar por factores como la sed de colaboración de la empresa tradicional.

El riesgo climático o más bien una gestión inadecuada en la descarbonización pasaría una gruesa factura a la banca. El Banco Central Europeo (BCE) ha efectuado una primera valoración con una prueba de esfuerzo a las entidades donde concluye que la mayoría no incorpora adecuadamente este factor en la gestión de riesgo pese a que es susceptible de ocasionar pérdidas superiores a los 70.000 millones de euros en las carteras crediticias e inversiones de las mayores entidades. 

BBVA apuesta con decisión por el ecosistema emprendedor con la creación de un servicio ad hoc que en breve echará a andar en España y México. La nueva unidad BBVA Spark contará con un equipo propio de banqueros y un portfolio de propuestas financieras y no financieras específicas y especialmente adaptadas a las necesidades de las startups y scaleups -compañías emergentes estás últimas en fase de desarrollo más avanzado y maduro-.

Alvarez & Marsal analiza con la banca la posibilidad de unificar la red de cajeros automáticos en una infraestructura común al estilo de las existentes en Suecia, Holanda, Francia, Bélgica o, incluso, Portugal. El proyecto lo presentó la firma de servicios profesionales en un foro bancario donde se invitó a expertos a exponer ideas y tendencias, y ha pasado a una fase posterior de rondas explicativas con las diferentes entidades y operadores del sector y en agenda tiene pendiente además un encuentro con el Ministerio de Asuntos Económicos para exponer el proyecto.