La cúpula de Banco Sabadell ha puesto sobre la mesa de sus accionistas una buena colección de promesas y números para que se lo piensen mucho antes de entregar sus llaves a BBVA. Los grandes mensajes son que destinará 6.300 millones de euros entre 2025 y 2027 a remunerar al inversor -equivalente a más del 40% de su actual valor bursátil- y que, al término del nuevo plan estratégico, seguirá premiando su fidelidad porque continuará creciendo con rentabilidad, aunque enajene TSB, filial que construye casi el 20% del balance. Para entonces, espera ganar 1.600 millones y que la rentabilidad haya escalado al 16% desde el 14% de base de partida.