
Banco Sabadell citará a sus accionistas el próximo 6 de agosto en dos encuentros sucesivos para aprobar la venta de TSB Bank al Banco Santander y el macrodividendo de 2.500 millones de euros que proyecta pagar con cargo a su talón.
La entidad había previsto inicialmente una sola cita para aprobar ambos puntos, pero la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) formuló reservas por el importante calado de ambas decisiones, instando su separación.
Preguntado al respecto esta misma semana, el consejero delegado de la entidad, César González-Bueno, mostró su confianza en que los accionistas darán su aprobación porque ambas medidas están vinculadas y resulta imposible autorizar el cobro del macrodividendo si antes no han dado su respaldo a la venta del negocio británico.
La solución finalmente arbitrada es que el banco presidido por Josep Oliu convoca a sus accionistas el mismo día con una diferencia de tres horas y con un solo punto en el orden del día en cada cita. La primera junta arrancará a las 10.00 de la mañana para dar luz verde a la venta de la filial británico, y la segunda para aprobar el incremento de la remuneración al inversor a las 13.00 horas.
Las asambleas tendrán lugar en la Fira de Sabadell, localidad donde la entidad radica su sede social después de que decidiese devolverla tras siete años en Alicante, donde la movió a raíz del procés.
El hecho de estar en medio de la opa formulada por BBVA establece limitaciones de actuación a su consejo de administración y solo puede aprobar medidas de tal calado si las autorizan los propios dueños del banco en junta extraordinaria de accionistas por el deber de pasividad al que está sujeto por ley.
El pasado martes se conoció que Banco Santander se había impuesto a Barclays en la pugna por TSB Bank después de ofrecer 2.650 millones de libras (unos 3.100 millones de euros al cambio actual).
Se trata de un talón que permite a Sabadell embolsarse plusvalías, ya que el valor contable reconocido en patrimonio de la filial se situaba por debajo, lo que contribuye así a elevar el valor global del grupo bancario.
El ingreso para el vallesano de la operación será, incluso, superior y ascenderá a 3.400 millones porque la filial seguirá contribuyendo con sus resultados al grupo hasta que pueda ejecutarse la venta a principios de 2026, una vez reciba los correspondientes permisos y autorizaciones supervisoras y regulatorias.
El consejero delegado reivindicó que ha sido la mejor operación de la banca británica en los últimos diez años por el precio cosechado. Frente a una estimación de valor de 2.700 millones de los analistas ingresará 3.400 millones. Según las cifras compartidas por la entidad, supone valorarla en 1,5 veces su valor contable y en 10,5 veces el beneficio, por encima del 1,2 y 8 de media en las operaciones bancarias en Reino Unido.
Tras acordar la venta de TSB al grupo presidido por Ana Botín, Sabadell engordó el caramelo para los accionistas en 2.500 millones de euros. La remuneración prevista en los próximos 12 meses llegó casi a triplicarse, pasando de 1.300 millones a 3.800 millones.
No es la primera vez que el banco catalán sube el premio para el inversor desde que BBVA se lanzara al ataque. Lo había hecho con ocasión de los resultados del primer semestre del 2024: en esta ocasión, elevó desde 2.400 hasta 2.900 millones el compromiso bianual de retribución para 2024-2025.
Pero esta subida era apenas el comienzo. En febrero, subió una vez más su compromiso de remuneración al accionista, hasta 3.300 millones, cuando comunicó sus resultados anuales, al protagonizar un ejercicio de menos a más. Y el primer trimestre de este año también fue meteórico e impulsó a la entidad a poner en el plato para el accionista otros 100 millones más. El total para el bienio había alcanzado así los 3.400 millones.
La transacción lanzada hace casi 14 meses se está encaminando hacia su fase final, tras recibir todos los trámites necesarios, a falta de que el regulador de mercado apruebe el nuevo folleto que incluya los efectos sobre la transacción de las condiciones del Gobierno y de la venta de TSB. El vallesano sabe que los jueces finales serán los accionistas, por lo que encarecer su premio puede contribuir a convencerlos de que sigan apostando por el proyecto en solitario.