La experiencia de Javier Saénz de Cenzano como analista de fondos en Morningstar le llevó a Azvalor con la propuesta de un producto que invirtiera en algunos de los mejores gestores con sesgo value del mercado. Y así nació Azvalor Managers, que cumplirá tres años en noviembre, un fondo que tiene delegada la cartera en cuatro boutiques de inversión muy reconocidas por sus resultados y que, gracias a la rotación del mercado hacia los sectores más cíclicos, ya se coloca en segundo lugar por rentabilidad de la Liga Global de la Gestión Activa de elEconomista, con casi un 29% de rentabilidad en el año.

Tener la etiqueta de ASG ya no va a resultar tan sencillo para los fondos de inversión como indicar en su folleto que siguen algunas directrices difusas de sostenibilidad. El nuevo reglamento de divulgación de finanzas sostenibles (SFDR, por sus siglas en inglés) obliga a las gestoras a clasificar sus productos según el nivel de implicación en este tema que persiguen, si quieren presentarse a los inversores con el sello verde.

Los fondos de inversión centrados en la sostenibilidad se han convertido en el nuevo fetiche de los partícipes, hasta el punto de que algunos productos se han visto desbordados a la hora de recibir peticiones de entradas de dinero y han decidido aplicar en los últimos meses un cierre parcial o soft close, como se denomina en la jerga financiera, para evitar perjudicar su rendimiento y a los partícipes que ya están invertidos. Los casos más conocidos han sido los del BNP Paribas Funds Energy Transition, el Nordea Global Climate and Environment Fund o el Pictet Global Environmental Opportunities, pertenecientes a firmas muy reconocidas dentro de la temática de la sostenibilidad.

Los grandes fondos activos de bolsa española de las entidades financieras están logrando subir posiciones en la Liga de la gestión activa de elEconomista durante los últimos días. BBVA Bolsa se encuentra ya en décimo lugar, después de subir un escalón, junto a los productos de las gestoras value más reconocidas, como Cobas, Azvalor, Magallanes, Bestinver o Horos. Y Santander Acciones Españolas, gestionado por José Antonio Montero de Espinosa, responsable de renta variable europea de la firma, ha subido tres peldaños desde la semana pasada, colocándose en decimocuarto lugar, a punto de codearse con su rival del banco azul.

Si hace una década fue la banca privada andorrana la que llegó a España e intentó hacerse un hueco, ahora están siendo las firmas mexicanas las que están desembarcando poco a poco. De momento han sido Finaccess y Actinver, pertenecientes a dos importantes grupos del país azteca, quienes han decidido saltar el charco y comenzar a operar a este lado del Atlántico.

Las primeras posiciones de la Liga de la Gestión Activa de elEconomista están ofreciendo pocos cambios en las últimas semanas, más allá de que algunos fondos consigan arrebatar a otros algún puesto en el ranking. Pero en los últimos días hay un producto, BBVA Bolsa, que se encuentra entre los más grandes por volumen patrimonial, que está a un paso de colocarse entre los diez mejores fondos activos de bolsa española. Con un rendimiento del 14,21%, con datos de Morningstar a 7 de mayo, se sitúa ya en la undécima posición, después de haber subido un escalón desde la semana pasada, cuando se encontraba en el duodécimo lugar.

Diaphanum ha conseguido en menos de cinco años de vida alcanzar 1.570 millones de euros en activos bajo asesoramiento, una cifra que no se esperaban conseguir tan rápido pero que demuestra los cambios que está viviendo el sector de la banca privada en España. Hugo Aramburu, socio director de la firma, explica a elEconomista que estas cifras "harían palidecer a la competencia, que ha tardado más años en conseguir un volumen similar". Y esta cifra es relevante porque en la sociedad de valores presumen de ser de los pocos independientes en el asesoramiento patrimonial al no contar con producto propio.

Los ETFs o fondos cotizados siguen ganando terreno a los fondos tradicionales a pasos agigantados, en una tendencia que parece imparable para los inversores profesionales no solo en los productos de renta variable, sino en aquellos relacionados con ASG y los temáticos. Según el último estudio realizado por la consultora TrackInsight, el 57% de los inversores ha cambiado los fondos de inversión, tanto activos como pasivos, por los cotizados. De hecho, el 51% asegura que los utiliza como una alternativa a la inversión directa en renta variable.

Beka Values, la firma de banca privada del grupo Beka, tiene claros sus objetivos: fichar a entre 25 y 30 banqueros de aquí a los próximos tres años, y alcanzar un volumen de patrimonio bajo asesoramiento cercano a los 1.500 millones de euros. De momento, cuentan con uno, Álvaro Mus, con amplia experiencia en banca privada internacional, pero han mantenido conversaciones en los últimos seis meses con 55 profesionales, de los que próximamente fructificarán tres o cuatro fichajes.

La deuda subordinada vuelve a estar de moda entre los inversores, sobre todo la de entidades financieras. Esta misma semana el Banco Santander ha colocado una emisión en dos tramos, en euros y dólares, de bonos contingentes convertibles, más conocidos como CoCos, por valor de 1.500 millones, que pagarán un cupón trimestral del 4,125% en el caso de los denominados en la divisa comunitaria, con un plazo de siete años. Se une de esta forma a otras entidades que este año han continuado lanzando deuda de este tipo, muy apreciada por el supervisor europeo en un momento en que la pandemia puso en el punto de mira a la banca ante el temor del aumento de la morosidad.