Durante años hablar de la gestora británica M&G se asociaba de manera inmediata con uno de sus fondos icónicos, el M&G (Lux) Optimal Income, gestionado por Richard Woolnough, uno de los mixtos globales defensivos más grandes del mercado, con 9.380 millones de euros de patrimonio. Pero hace tiempo que la firma ha sabido diversificar su gama de productos en un momento en que sus principales clientes, las entidades financieras, demandan estrategias más puras para sus carteras de gestión discrecional, un segmento que junto al asesoramiento ya representa tres de cada cuatro euros de la distribución de fondos en España.

Bulnes Global se convirtió en 2023 en la sorpresa de la Liga Global de elEconomista.es, que reúne a los 350 fondos más activos de renta variable internacional y de hecho se hizo con el galardón al mejor vehículo de la clasificación. Y este año está afianzando su liderazgo: se mueve a la par que su competidor, el MainFirst Global Equities Unconstrained, con quien se disputa el primer puesto. Y entre los productos de gestoras españoles no tiene rival, al mantener la primera posición, con una rentabilidad del 24,49% según datos de Morningstar a 17 de junio.

Las grandes compañías tecnológicas siempre plantean el mismo dilema a los inversores: ¿cotizan ya a un precio demasiado exigente para comprar sus acciones ahora o tienen todavía fuelle para seguir creciendo y aprovecharse de su revalorización? La disyuntiva siempre se resuelve por la vía de los datos: el Nasdaq 100 se encuentra a punto de rozar los 20.000 puntos, tras una subida del 17,4% en el año, gracias al auge de todas las compañías que tienen alguna relación con la inteligencia artificial (IA), una de las innovaciones que van a transformar todo los procesos productivos y que ha llevado a los productores de chips que lo facilitan a colocarse en primera fila desde el año pasado.

OpenWealth, el servicio de asesoramiento independiente para grandes patrimonios de CaixaBank, ha alcanzado un volumen de 7.300 millones de euros en activos supervisados después de dos años desde su creación, con datos a cierre de abril de la entidad. Este nivel es destacable porque se trata de clientes con un patrimonio superior a 50 millones de euros, lo que en la jerga financiera se conoce como ultra high net worth, entre los que se incluyen familias empresarias, y por que el 74% de los activos están depositados, asesorados o gestionados en bancos diferentes a la entidad dirigida por Gonzalo Gortázar.

Todas las firmas de inversión se encuentran revisando estos días sus planes estratégicos de cara al segundo semestre y hay una cosa que empieza a ser un denominador común: ven más potencial en la bolsa europea de cara a los próximos doce meses. La última gestora en señalarlo ha sido DWS, quien ha reducido el peso del S&P 500 en las carteras y, por el contrario, sobrepondera el Stoxx 600, según ha detallado en un encuentro con medios Mariano Arenillas, responsable de la gestora en España. En el resto de mercados se mantienen neutrales.

Frente a otros bancos norteamericanos que se muestran más cautelosos, en JP Morgan Banca Privada se muestran más optimistas con la bolsa europea, a la que auguran que puede ofrecer un rendimiento del 13% en los próximos 12 meses, lo que supone llegar a junio del próximo año con un crecimiento de beneficios del 6,5% y un multiplicador de 14,5 veces para el EuroStoxx 50.

Es difícil no sucumbir a la tentación de invertir en bolsa norteamericana cuando el S&P 500 se revaloriza casi un 14% en el año y el Nasdaq gana más de un 17%. La narrativa de la inteligencia artificial (IA) sigue siendo un fuerte impulsor de la cotización de compañías como Nvidia o Apple, que esta semana ha superado a Microsoft como la empresa de mayor capitalización bursátil, con 3,3 billones de dólares. Pese a que el cambio de política monetaria de los bancos centrales con la normalización de tipos de interés ha vuelto a situar a las empresas cíclicas en el radar de los inversores, con muchas compañías de mediana y pequeña capitalización despuntando, el dinero sigue fluyendo a donde huele grandes ganancias. Las grandes empresas norteamericanas siguen captando dinero: según datos de Bank of America, las empresas de gran capitalización han atraído 7.400 millones de dólares en las últimas semanas, con el sector tecnológico como el que más interés sigue despertando.

Si le parece que el bitcoin tiene un precio estratosférico, por encima de los 60.000 dólares (después de que este año haya superado incluso los 70.000 dólares), siéntese y respire hondo, porque su precio no solo está muy barato para los responsables del primer fondo de criptoactivos de España, sino muy alejado de los 200.000 dólares que puede alcanzar en los próximos meses. Y todo por un efecto psicológico tan impulsivo como el fomo (fear of missing out), el temor a perderse algo, que atenaza a los inversores.

BBVA Asset Management no está teniendo un buen año en captaciones netas en sus fondos de inversión frente a sus competidores. Los datos de Inverco del mes de mayo muestran que acumulan salidas de dinero por valor de 11,7 millones de euros, cifra reducida que contrasta con los 3.325 millones de flujos netos que consigue CaixaBank AM o los 2.265 millones de Santander AM.

Los inversores norteamericanos están empezando a diversificar su cartera. Pese a los máximos que acumulan los principales índices bursátiles de Estados Unidos, con una subida en el año del 13%% en el caso de S&P 500 y del 14,60% en el caso del Nasdaq, el temor a que el furor por la inteligencia artificial –que ha movido a los mercados desde el año pasado– se vaya disipando ha favorecido que los inversores empiecen a tener en cuenta otras opciones, como la versión equiponderada del S&P 500 que, como su nombre indica, reparte los pesos por igual entre todas las compañías que lo componen en lugar de tener en cuenta la capitalización.