Escribiendo cosas económicas desde 2018, pero ya he pillado unas cuantas crisis. Di mis primeros pasos en Europa Press y luego en El Confidencial. Ahora sigo el rumbo del dinero y los mercados en El Economista.

La economía de Japón resiste en un entorno complicado pero se encuentra en un terreno peligroso. El país del sol naciente se encuentra atrapado en un complicado equilibrio entre una recuperación modesta y una recesión para 2024, mientras el yen se hunde por los movimientos de la Fed y el BCE. En ese delicado contexto, el factor diferencial y su tabla de salvación es China, su principal socio comercial, cuyas compras pueden elevar a su moneda y encender su economía para garantizar el crecimiento. Sin embargo, las exportaciones no paran de caer mes a mes, atrapadas en un despertar decepcionante tras sus políticas 'covid-cero' y una guerra soterrada entre las dos potencias asiáticas que está congelando las inversiones.

El Ministro de Economía, Robert Habeck, ha anunciado que Siemens Energy ha llegado a un acuerdo con el gobierno alemán y entidades bancarias para su rescate a través de un aval bancario. De este modo, todas las partes ponen fin a semanas de discusiones para apuntalar las finanzas de la firma tras el fuerte lastre que han supuesto los fallos técnicos en sus turbinas. "Había que encontrar una solución y yo diría que la hemos encontrado y la haremos pública pronto", explicó Habeck el martes en una conferencia de prensa en Berlín.

La energía eólica está siendo un quebradero de cabeza para todas las compañías renovables. Una tormenta perfecta de inflación, tipos de interés, logística, demanda y problemas técnicos se ha instalado en este sector, situándose en un punto de inflexión clave. Las empresas renovables han tenido un deterioro de activos de 3.000 millones en la primera mitad de 2023 debido a estos problemas. Las últimas víctimas han sido la eléctrica danesa Orsted, reconociendo 4.000 millones de pérdidas, y Siemens Gamesa, que va a ser rescatada por Alemania. Los expertos lo tienen claro, las decisiones y movimientos que ocurran a partir de ahora marcarán el futuro de una de las grandes puntas de lanza para la ofensiva renovable que Europa y EEUU quieren consolidar para las próximas décadas.

La mirada del mundo está puesta sobre la inflación de Estados Unidos. La Reserva Federal está inmersa en una batalla encarnizada por devolver el IPC al objetivo del 2%. A pesar de que no se descarta una subida de tipos más, el mercado ya da por hecho que el 'precio del dinero' ya ha tocado techo y solo queda mantenerlo lo suficiente. La gran pregunta que recorre Wall Street de cabo a rabo es, cuánto será suficiente. A pesar de que su presidente, Jerome Powell, ha advertido de que esta última milla es la más complicada y aún queda mucho para doblegar la inflación, los mercados, analistas y expertos están comenzando a llenarse de euforia y creen que la victoria está cerca.

Los bonos se han convertido en uno de los grandes temas que han monopolizado los mercados mundiales. Tras la escalada de sus rendimientos al 5%, de la mano de las subidas de tipos de la Reserva Federal, los inversores han puesto su atención en el potente incremento para sacar partido. Las entradas en estos activos han aumentado con fuerza y los expertos lo tienen claro, los altos rendimientos son un gran escudo ante las pérdidas, mientras que unas nuevas caídas ante una Fed en retirada o tambores de recesión económica, podrían desatar jugosas rentabilidades que nadie quiere perderse.

La industria de los seguros tiene como objetivo (más allá de obtener beneficios) reducir los riesgos de sus beneficiarios. Son empresas que, a través de la estadística y millones de datos obtienen un beneficio a la vez que cubren riesgos que serían inasumibles en caso de materializarse de forma individual para sus clientes. Aunque resulte un tanto paradójico, esta industria experta en la seguridad podría ser la punta de lanza de una crisis de solvencia que sacuda al sistema financiero mundial.

Uno de los puntos clave para el buen funcionamiento de la UE es una conexión estable y permanente entre los países del grupo de los 27. Este es el motivo detrás de que la preocupación esté creciendo en Bruselas ante unos precios de los vuelos mucho más caros que antes. Adina Valean, Comisaria de Transporte de la UE, confirmó en una reciente entrevista a Financial Times, que las recientes alzas en los viajes están siendo estudiadas para "entender qué es lo que está pasando". Según datos del Parlamento Europeo en todos los países las tarifas fueron entre un 20% y 30% más caras respecto a 2019, a pesar de que ya han vuelto los viajeros pre pandemia y los costes excepcionales como el alza de los combustibles, parecen ya remitir por fin.

El auge del dólar se ha visto completamente sacudido por la Reserva Federal. Al margen de una pausa en los tipos en noviembre, que ya se daba por descontada, fue clave la rueda de prensa de Jerome Powell, donde mostró un tono más moderado y dio alas a la teoría de que la Fed podría haber llegado ya a su techo con los tipos de interés máximos, evitando una subida más. Esto ha empujado al euro con una subida de cuatro sesiones consecutivas y un alza total de un 1,5% frente a su par norteamericano. Se trata del quinto avance semanal más potente del año y le ha llevado a retomar sus niveles más altos desde septiembre.

Historia

ExxonMobil ha vuelto a llamar la atención del mundo. La compañía petrolera, la más grande del mundo por ingresos, quitando a los gigantes estatales del sector, como Aramco, PetroChina o ChinaPetroleum, ha firmado un nuevo capítulo en la historia del sector, con la compra de Pioneer por 60.000 millones de dólares. Al unirse al principal productor de crudo de la Cuenca Pérmica vía fracking, la fusión entre ambas compañías ha dado paso a un productor comparable a países de la OPEP, como Catar; y superior a Argelia, Angola, Venezuela o Libia, con 1,2 millones de barriles diarios.

El fantasma de la recesión recorre la temporada de resultados de Estados Unidos y de Europa, a pesar de que los beneficios están siendo un 8% mejores de lo previsto tras pasar por la palestra un 60% de las compañías al otro lado del Atlántico. De momento, las firmas del S&P 500 registran un retroceso interanual de casi el 2,7% en sus ganancias, según Bloomberg. No todo es tan bueno en el caso del Viejo Continente, cuyas cifras han arrancado con menos fuerza. Según datos de Bank of America, los beneficios de sus empresas han caído un 7%, mejor que el 13% de descenso esperado, pero manteniéndose a la baja. Sin embargo, el problema no viene de lo conseguido hasta ahora, sino en la señal de alerta que las principales firmas del país están lanzando sobre una economía que parece ir a peor de lo esperado.