¿Qué se puede hacer si te despiertas un día y descubres que tu negocio pasa, de golpe, a ser ilegal? Esto es lo que le ocurrió a New Oriental, una empresa china que se dedicaba a la educación privada, principalmente focalizado en el pujante sector de las clases extraescolares. A pesar de que en países como España se trate de un sector extremadamente atomizado, la realidad es que New Oriental era el dueño de un auténtico imperio de más 30.000 millones de dólares de valor en bolsa, de 4.500 millones de dólares de ingresos y más de 65.000 trabajadores. Todo ello para sostener una red de 771 centros de aprendizaje y 5.000 librerías repartidas a lo largo de 55 ciudades de toda China, a través de los cuales gestionaba más de 26,6 millones de estudiantes.