Aunque septiembre ha sido el peor mes del año para el S&P 500, algunos analistas defienden que este índice puede beneficiarse del último capítulo de la política monetaria: el de los tipos de interés más altos durante más tiempo. Esta 'amenaza', sin embargo, puede tener efectos positivos en sus cotizadas.
Es cierto que septiembre ha marcado un cambio de sentimiento en el mercado. Antes de la última reunión de la Reserva Federal (Fed) se descontaba que el techo de los tipos de interés y los sucesivos recortes estaban cerca. Pero, después de la aparición de Jerome Powell, esas perspectivas se alejaron. El ciclo restrictivo duraría más y los recortes tardarían más. A priori, una mala noticia para los mercados.
"Pese a que actualmente los inversores se están centrando en la noción básica de que la subida de los rendimientos es mala para las valoraciones, de forma contraintuitiva, el entorno de tipos de interés más altos tiene un impacto positivo en los beneficios del S&P 500 en su conjunto", afirma Mathieu Racheter, head of Equity Strategy Research de Julius Baer.
De media, los vencimientos de deuda con un tipo de interés fijo de las empresas del S&P 500 se sitúan en 2035. Un horizonte lo suficientemente lejano para librarse de los mayores costes de financiación de hoy en día. Mientras, solo un 6% de las compañías están teniendo dificultades con sus préstamos variables, según datos del banco suizo.
Aparte de que una buena parte de las cotizadas están blindadas ante los mayores rendimientos de la deuda -el retorno del T-Note está en el 4,73%, máximos de 2007-, estas se pueden beneficiar de una mayor remuneración en sus depósitos o pueden reinvertir su efectivo con mejores yields. Un caso claro son las grandes tecnológicas que se endeudaron durante el periodo de estímulos de la pandemia.
Los analistas de Bank of America (BofA) se hacen la misma pregunta: "Los tipos de interés abren grietas bajo la superficie, ¿irá el S&P 500 detrás", plantean en uno de sus análisis. Hay varios argumentos que defienden que los efectos de una restricción monetaria más duradera se pueden paliar, conteniendo las pérdidas en bolsa. Uno de ellos es una cuestión de "mecánica" del mercado, ya que la correlación es muy baja entre las acciones y su sector, lo que hace que ciertos títulos no arrastren a todos los demás y se evite una caída mayor del índice.
Un ejemplo es la sesión de ayer lunes. La debilidad del real estate y de las 'utilites' no fue suficiente para lastrar al S&P 500, que cerró plano. Ahí entra esa mecánica y otro de los argumentos de BofA, que es el peso de las tecnológicas en el índice. La estabilidad de estos gigantes ayudó a compensar las pérdidas de otros componentes, por lo que el 'blue chip' cuenta con esa baza para no desmoronarse ante la Fed.
Los analistas de BlacRock también ayudan a despejar la ecuación de por qué la renta variable de los mercados desarrollados sigue sin reflejar los tipos de interés más elevados, incluso tras su reciente caída. De nuevo, la respuesta vuelve a pasar por las grandes tecnológicas. Mientras que el S&P 500 equal weighted (da el mismo peso a todas las compañías) ha borrado casi todas sus ganancias del ejercicio, el S&P 500 tiene una revalorización del 11% en lo que va de año.
Además, la gestora defiende que lo que ha entrado en juego es que los inversores del mercado de bonos están exigiendo mayores rentabilidades para mantener estos valores (la prima por plazo) tras la mano dura de la Fed. Los bonos sí se están ajustando a esta realidad más restrictiva. Sin embargo, "esto no tiene que ser necesariamente malo para las acciones", apunta el comentario semanal de BlackRock.
En ese sentido, para poder obtener beneficios en bolsa piden ser muy selectivos con las compras y recomiendan tendencias como la inteligencia artificial (IA). Por su parte, Julius Baer aconseja evitar las empresas de pequeña capitalización, ya que casi un tercio de su deuda es variable. Y BofA destaca la estabilidad de las grandes tecnológicas.
El S&P 500 puede sortear el último envite restrictivo de la Fed, justo lo que hace temblar al mercado en su conjunto. El índice está bien posicionado para librarse de los tipos de interés más altos durante más tiempo e, incluso, para beneficiarse del alza de los intereses.