La Reserva Federal ha cumplido el guion que anticipaban los mercados y no ha tocado los tipos. De esta manera, el 'precio del dinero' se ha quedado en el entorno del 5,25% al 5,5%, pero más allá de la decisión, lo más importante de la cita está en la nueva hoja de ruta. El banco central compromete una subida para lo que queda de año (sólo quedan dos reuniones) y Powell dice que, de cara a 2024, "llegará el momento de recortar los intereses", pero no concreta cuándo.
El Dot Plot de la Fed, la hoja de ruta de los tipos de interés, contempla una subida más para este mismo año de un cuarto de punto porcentual. De esta manera está cumpliendo con promesa restrictiva de llevar las tasas al entre el 5,5% y el 5,75%, aunque en esta ocasión siete miembros de la Reserva Federal apuestan por mantenerlos en los niveles actuales.
Durante la rueda de prensa posterior, el presidente de la institución, Jerome Powell, ha explicado que los buenos datos macroeconómicos han sorprendido a la institución, lo que permite seguir subiendo tipos adicionalmente sin dañar a la economía. El banquero ha explicado que "aún no sabemos si hemos llegado al punto máximo, aunque estamos ya bastante cerca".
En sus proyecciones macroeconómicas, han defendido que no devolverán el IPC al objetivo del 2% hasta 2025, donde creen que podría estar ya muy ligeramente por encima, aunque muchos miembros piensan que directamente podrá volver a su objetivo. Algo distinta es la subyacente (sin contar con carburantes y alimentos frescos) que, según sus estimaciones, se mantendrá sobre el 2,5% hasta el año 2026.
Además, la Fed ha reforzado las perspectivas de un aterrizaje suave, al elevar su pronóstico del PIB para el 2023 de forma muy sensible, del 1%, al 2,1%. Y no es solo que haya un mayor crecimiento, sino que creen que este entorno de tipos altos no va a afectar negativamente al mercado laboral, manteniéndose en el entorno del 4% durante el próximo lustro.
En el comunicado del banco central también dejan la puerta abierta de par en par a la posibilidad de un incremento más en una de las dos reuniones que aún quedan para el año 2023 (noviembre o diciembre). "Al determinar el alcance que puede tener un endurecimiento adicional que puede ser apropiado para devolver la inflación al 2%, el Comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria". Además, el escrito incide en que "el Comité estaría preparado para ajustar la postura de la política monetaria según corresponda".
La fortaleza de la economía y del mercado laboral están siendo los elementos clave para que la Fed esté pisando el acelerador a fondo de los tipos de interés. La Fed ya había subido tipos en la última reunión, en julio, con un alza de 25 puntos básicos, demostrando que la pausa de junio era más una tregua que un auténtico fin de ciclo.
En cualquier caso, con esa subida la Fed firmó once incrementos desde marzo de 2022 y serán doce si se cumplen los actuales pronósticos. Con un alza de más de 550 puntos en este periodo de tiempo, el mayor ciclo alcista en 40 años.
A principios de 2022, la institución monetaria decidió tomar la iniciativa aquejada por una subida relámpago de los precios. Esta inflación galopante venía de múltiples factores, entre los que se encontraban los estímulos fiscales (en el caso de EEUU estos fueron de 1,9 billones de dólares), las crisis de suministros y, finalmente, la guerra de Ucrania. Todos estos factores provocaron una escalada con pocos precedentes del IPC que llegó a situarse en el 9,1%. Actualmente, con el precio de la energía más controlado, la inflación se ha logrado reducir hasta 3,7% en agosto. Sin embargo, la subyacente se ha mantenido como un mayor motivo de preocupación, situándose en el 4,3%.
Uno de los motivos que ha alentado este ciclo de alzas de tipos tan agresivo ha sido la resistencia de la economía de EEUU. Para empezar, el PIB volvió a sorprender al alza en el segundo trimestre al lograr un crecimiento del 2,4% anualizado, según los datos de la Oficina de Análisis Económico. En segundo lugar, está el mercado laboral de EEUU, que, a pesar de un enfriamiento en el último mes, sigue funcionando a pleno pulmón. La tasa de paro del país norteamericano se sitúa en el 3,8%, zona de pleno empleo.
"La Fed hará lo que haga la inflación, por lo tanto, las proyecciones podrían verse alteradas a futuro con la dependencia de los datos que vayan saliendo, tal y como predican recurrentemente desde la Fed. El meeting by meeting y data dependent es el discurso que muy probablemente escucharemos hasta enfrentar catalizadores que giren o confirmen el rumbo del organismo central, pero hasta entonces, el tono hawkish contagia al mercado", comenta Franco Macchiavelli, responsable de análisis en Admirals España.
"Los pronósticos de inflación nos parecen demasiado cautelosos, pero la Reserva Federal está ahora mismo en la tarea de reconstruir su reputación después del fiasco de la pausa, y no cantarán victoria hasta que estén seguros de que la inflación ha sido vencida", dice Ian Shepherdson, economista jefe de Pantheon Macroeconomics.
El Dot Plot también deja entre ver que la pausa tras la última subida prevista se prolongarán en 2024. Powell ha dicho, de cara al próximo año, "llegará el momento de bajar tipos, pero no diré cuando". Y luego ha soltado la retórica de banquero central para comentar que dependerá de los datos económicos. Antes de la reunión, el FedWatch Tool de CME anticipaba que la primera bajada empezaba a contemplarse en junio. Tras las palabras de Powell, el mercado comienza a comprar los recortes a partir de julio.