Economía

La inflación vuelve a repuntar en EEUU por culpa de la gasolina, pero la subyacente desacelera hasta niveles de 2021

  • El IPC general escaló en agosto cinco décimas hasta el 3,7% interanual
  • El subyacente cae del 4,7% al 4,3%, el mínimo desde septiembre de 2021
  • Los datos publicados no alteran la pausa de la Fed la semana que viene

La inflación volvió a repuntar en agosto en EEUU en su lectura mensual del índice de precios al consumo (IPC). El mes pasado, el IPC general escaló del 3,2% interanual de julio al 3,7%, una décima más de lo esperado por los economistas en el segundo mes consecutivo de repunte tras el año de descensos una vez que en junio de 2022 se tocase el máximo de este ciclo, del 9,1%. La gran culpable esta vez ha sido la gasolina, cuya subida tras la de los precios del petróleo ha llevado el repunte de la tasa intermensual del 0,2% al 0,6%.

Para paliar el susto, la inflación subyacente (excluye alimentos y energía), más enquistada en los últimos meses y más observada por los bancos centrales de todo el mundo, también la Reserva Federal de EEUU, ha seguido desacelerando, en esta ocasión, del 4,7% interanual al 4,3%. Es el dato más bajo desde septiembre de 2021. La lectura intermensual ha sido del 0,3%, una décima más de lo que se pronosticaba, por el 'contagio' del repunte en la gasolina. La tasa interanual baja por el efecto base.

En el desglose por componentes de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) con el dato se aprecia el papel de la gasolina en este ascenso, con un incremento del 10,6% intermensual en agosto frente a las cifras cercanas a cero o negativas de los meses previos. Este repunte ha hecho que la categoría de energía haya subido un 5,6%.

Algo similar ha ocurrido con la categoría de servicios de transporte, que subió un 2% el mes pasado frente al repunte del 0,3% de julio. Asimismo, las tarifas aéreas pasaron de caer un 8,1% en julio a subir un 4,9% en agosto.

El contrapunto ha estado en los coches usados, partida que siempre influye bastante en la cifra de inflación dada su ponderación. En agosto, estos vehículos cayeron un 1,2% intermensual, continuando así la senda de julio (-1,3%). En ese frente, los datos de las subastas mayoristas siguen apuntando a nuevos descensos. Esto también influyó en los bienes duraderos (-0,1% intermensual). Tras volver la normalidad a las cadenas de suministro, lo esperado era que los bienes entrasen en deflación, pero algunas lecturas positivas en primavera habían alertado sobre un peligroso repunte. Las tres últimas lecturas confirman esa deflación.

El resto de categorías muestran una tendencia bastante constante respecto a junio. Los alimentos volvieron a subir un 0,2%, moderándose en tasa interanual hasta el 4,3% y habiéndose llegado a los dos dígitos en lo peor del ciclo inflacionario. En materia de vivienda, los alquileres de primera vivienda subieron un 0,5% mensual frente al 0,4% de julio. El alquiler equivalente de los propietarios se moderó en agosto de un 0,5% a un 0,4%. Los servicios, muy vigilados por la Fed, dado el vigor del sector en la recuperación postpandémica han repetido un 0,4% intermensual.

Más allá del impacto de ver cómo la inflación vuelve a subir tras más de un año de descensos, el cuadro completo ofrece una imagen similar a lecturas anteriores que no debería empañar el relato de progresiva desinflación. Los inversores apenas han reaccionado, y los bonos del Tesoro a dos y diez años apenas han bajado cinco puntos básicos en su rendimiento tras el dato, lo mismo que ha ocurrido con el dólar en su cruce con el euro. La síntesis es que estos datos no alterarán la intención de la Fed de proceder a otra pausa de las subidas de tipos en su reunión de septiembre, que se celebrará la semana que viene.

Para Andrew Hunter, de Capital Economics, "la Reserva Federal pasará por alto el aumento del 0,6% intermensual del IPC general en agosto, impulsado por la reciente subida de los precios de la energía. Aunque los precios subyacentes también aumentaron un 0,3% intermensual, el informe no contiene elementos que convenzan a los responsables de la Fed de la necesidad de seguir subiendo los tipos de interés".

El economista incide en que el aumento del combustible puede llevar a las tarifas aéreas a seguir subiendo, pero cree que esto "solo debería invertir los fuertes descensos de los últimos meses, y la presión a la baja sobre la inflación subyacente en otros sectores parece aún intacta".

"Mientras tanto, aunque las tasas anuales de inflación de los alquileres y del equivalente de los alquileres de los propietarios se mantuvieron elevadas, en el 7,8% y el 7,3% respectivamente, el desplome de la inflación de los contratos recién firmados sugiere que ambas podrían caer por debajo del 4% a mediados del próximo año. Excluyendo la vivienda, la inflación subyacente fue de solo el 2,2% en agosto", destaca Hunter.

"En general, no hay nada aquí que haga cambiar los planes de la Fed de mantener los tipos de interés sin cambios en la reunión del FOMC de la próxima semana, y seguimos esperando que un crecimiento económico más débil y una continua normalización del mercado laboral contribuyan a impulsar una caída más pronunciada de la inflación subyacente en los próximos 12 meses de lo que la mayoría de los demás esperan", sintetiza el experto de Capital Economics.

"Es poco probable que los datos de hoy cambien las expectativas de que la Fed haga una pausa en la subida de tipos la próxima semana. Después de todo, los datos del mercado laboral en los que la Fed hace especial hincapié para las próximas decisiones indican un enfriamiento: el crecimiento del empleo se está ralentizando, el número de ofertas de trabajo está cayendo y el crecimiento salarial probablemente ha superado el máximo", señala Bernd Weidensteiner, de Commerzbank.

"Los datos de inflación no estaban tan lejos de las expectativas como para obligar a la Fed a ignorar estas tendencias de enfriamiento. Dicho esto, las cifras de inflación mantienen por ahora la posibilidad de otra subida de tipos de la Fed tras la pausa ampliamente esperada de la próxima semana. La Fed podría temer otro falso amanecer en el que la inflación se reacelere tras una pausa temporal. Los datos de hoy no disiparán por completo estos temores. Aunque pensamos que la Fed ya ha alcanzado el techo de los tipos, no todos estarían de acuerdo", agrega Weidensteiner.

"Prevemos que la ralentización de la economía, la relajación de las condiciones del mercado laboral y la moderación del crecimiento salarial favorecerán una mayor desaceleración de la inflación, lo que permitirá a la Fed mantener una política estable hasta que empiece a recortar gradualmente los tipos a mediados de 2024", cierra Nancy Vanden Houten, de Oxford Economics.

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