Escribiendo cosas económicas desde 2018, pero ya he pillado unas cuantas crisis. Di mis primeros pasos en Europa Press y luego en El Confidencial. Ahora sigo el rumbo del dinero y los mercados en El Economista.

Han pasado 645 días desde que comenzó la guerra de Ucrania. 21 meses de conflicto en el que, mientras los soldados del país eslavo resisten la invasión a través de las armas, desde Europa se vivía un enfrentamiento muy distinto. Para dañar el músculo financiero ruso que sostiene a sus fuerzas militares, Europa ha ido lanzando una batería de sanciones, además de buscar 'independizarse' de la energía rusa. Esto último ha provocado grandes perturbaciones en economías muy dependientes como Alemania y el resto de países de cento y este de Europa. Sin embargo, los analistas y expertos internacionales han visto un punto ciego en este 'bloqueo', una alerta que ha puesto en el foco a España.

La OPEP y sus aliados han llegado a un acuerdo para extender los recortes de producción de petróleo. El pacto sobre el papel estaba en un 1 millón de barriles adicionales, pero la realidad está siendo mucho más complicada por la falta de compromiso de algunos socios. Según adelantó Reuters y confirmó posteriormente Bloomberg el cártel buscaría a través de este pacto detener las caídas en el precio del crudo, algo que no ha sucedido por la inconcreción del comunicado. Además, el grupo estaría discutiendo también otra batería de recortes para el primer trimestre de 2024. Sin embargo, en el documento posterior a la reunión no muestran este acuerdo, ya que este consistiría en anuncios individuales y voluntarios de los países miembros. Al margen de los recortes, el cártel ha anunciado la entrada de Brasil en la Carta de Cooperación de la OPEP + (el cártel más sus aliados) a partir del 1 de enero de 2024.

El mercado está esperando a que la Reserva Federal (Fed) baje los tipos de interés. Los recortes se dan por hecho para el curso que viene, con la única incógnita de cuándo se producirá el pistoletazo de salida. Esta asunción, que los bancos centrales han terminado de maniobrar, ya se ha reflejado en las valoraciones. Y eso va a limitar el rendimiento de la bolsa el año que viene, que será un ejercicio modesto para el S&P 500.

La banca ha sido uno de los grandes ganadores de 2023, a pesar de que una potente agitación a comienzos de año sacudió todo el sector a raíz de la quiebra de Silicon Valley Bank, que puso de manifiesto los peligros de las subidas de tipos para el sector. Un entorno más restrictivo en cuanto al 'precio del dinero' está ofreciendo buenas perspectivas para unas empresas que no paran de anotarse buenos resultados. En ese sentido, los mercados han convertido a las entidades en las grandes estrellas de 2023, quitando a la tecnología, que se ha disparado aupada por la Inteligencia Artificial. Sin embargo, los expertos alertan de que los próximos meses diversos desafíos se ciernen sobre el sector que podrían cortar por completo su racha alcista.

Guerra de Ucrania, Israel y Hamás encendiendo las alarmas en Oriente Medio, Europa rearmándose, China amenazando con una invasión sobre Taiwán… La tensión en el mundo va 'in crescendo' y hay que adaptarse a esta nueva realidad. La industria de las armas se ha posicionado a lo largo de estos meses de conflictos e incertidumbre geopolítica como uno de los grandes baluartes económicos para afrontar este panorama. Viendo esta tendencia que parece haber venido para quedarse, un país ha decidido sacar el máximo partido de la situación convirtiéndose en un auténtico 'señor de las armas'.

Todos dan por hecho que 2024 será recordado, al menos en el segundo semestre, como el año en el que la Reserva Federal comenzará a bajar los tipos de interés. El consenso de los analistas de Fedwatch estima que habrá cuatro bajadas en el 'precio del dinero' que comenzarán en el mes de mayo. Esta perspectiva está llenando de euforia y optimismo a los mercados y a los analistas, pues esperan que el impacto de un entorno monetario menos restrictivo se note en la economía y en la renta variable. Sin embargo, diversos expertos están advirtiendo de una paradoja: la mayor subida de tipos en los últimos cuarenta años tendrá su efecto en la economía en pleno recorte de tipos, por el drenaje de liquidez que realizará Fed.

Hasta que los servicios no se impongan a las mercancías (que probablemente lo harán en algún momento del futuro), el mar seguirá siendo la gran autovía del comercio internacional. Más del 80% de los bienes comercializados se transportan por agua. El transporte marítimo es el corazón del comercio mundial. Este corazón se nutre de varias arterias que se pueden considerar como los puntos clave (choke points) por los que fluye buena parte de las mercancías o, al menos, una gran parte de las mercancías estratégicas (como puede ser la energía). En la actualidad, tres de estas arterias críticas parecen estar en peligro por diferentes motivos, lo que fuerza a los expertos a poner los ojos en lo que está ocurriendo en ellas. Estos tres puntos son el Estrecho de Ormuz, el Canal de Panamá y el Canal de Suez.

Mercados

A falta de menos de 25 sesiones para concluir el año, gran parte de los inversores ya pueden ir pensando en cómo quedará su balance anual. Si atendemos a lo que ha sucedido en las bolsas a nivel general, muchos inversores habrán obtenido ganancias importantes (en renta fija es otra cuestión diferente). Sin embargo, todos los años hay que incluir en esta ecuación final lo que ha dado o quitado el efecto divisa si es que se tienen inversiones en monedas diferentes a la propia.

La OPEP+ se reúne el 30 de noviembre

Las dudas en el seno de la OPEP+ y la desaceleración de la economía en algunas regiones que son importadoras netas de petróleo (como Europa) están generando gran volatilidad en el mercado de petróleo. Frente a la relativa estabilidad de la demanda, los problemas para el crudo están llegando, esta vez, por el lado de la oferta. Arabia Saudí, el mayor productor de la OPEP, parece haber dicho basta. Los inmensos recortes de producción de Riad no están siendo secundados por dos de los países africanos del cártel, Nigeria y Angola, lo que pone en riesgo la estrategia de la OPEP+ (OPEP más Rusia) y amenaza con generar una guerra interna como la de 2020.

Los temores de un 'aterrizaje forzoso' en EEUU vuelven a emerger. A pesar de que la resistencia de la economía de EEUU ha sido una constante a lo largo de todo el año, algunas voces temen que 2024 arranque con alertas de recesión que obliguen a la Fed a intervenir con recortes de tipos prematuros. Esta situación ha puesto en el foco a un indicador técnico que usan los inversores para protegerse en las posiciones de deuda a largo plazo: la prima por plazo. Este índice, que parecía dar buenas noticias a la Fed desde septiembre, ha vivido un viraje radical en los últimos meses y ya está en terreno negativo.