
El fantasma de la recesión recorre la temporada de resultados de Estados Unidos y de Europa, a pesar de que los beneficios están siendo un 8% mejores de lo previsto tras pasar por la palestra un 60% de las compañías al otro lado del Atlántico. De momento, las firmas del S&P 500 registran un retroceso interanual de casi el 2,7% en sus ganancias, según Bloomberg. No todo es tan bueno en el caso del Viejo Continente, cuyas cifras han arrancado con menos fuerza. Según datos de Bank of America, los beneficios de sus empresas han caído un 7%, mejor que el 13% de descenso esperado, pero manteniéndose a la baja. Sin embargo, el problema no viene de lo conseguido hasta ahora, sino en la señal de alerta que las principales firmas del país están lanzando sobre una economía que parece ir a peor de lo esperado.
Las empresas son uno de los agentes que más cerca están del desarrollo económico. Por lo tanto, lo que ellos llaman una 'demanda débil' es un anticipo de un entorno más frágil de lo esperado. De hecho, las temporadas de resultados, en muchos casos, pueden ser un canario en la mina para tomar la temperatura al futuro inmediato de la economía. En ese sentido, diversas empresas de todo Occidente ya están avisando de se avecina un contexto macroeconómico más complicado que complicará su negocio de cara al próximo año y que se preparan para una reducción de ingresos en consecuencia.
"Esperamos una demanda débil (para 2024)". Según destaca Bloomberg, son las palabras más repetidas presentación tras presentación. Si el ritmo de aviso se mantiene para lo que resta de temporada, y ya hemos atravesado el ecuador. resto de compañías que faltan siguen avisando de unas perspectivas peores para los próximos meses, este sería el mayor número de estos avisos de este tipo desde Bloomberg recopila las menciones. Numerosas empresas de gran tamaño han avisado, algunas como Meta, Worldline, Ericsson, Alstom, FMC, Pfizer, Moderna o Sanofi. Normalmente, las advertencias se concentran en un par sectores, cuando se avecina una recesión. Y el que no falla suele ser el consumo. Pero esta vez, las señales vienen de segmentos varipintos. Desde el farmacéutico hasta el retail, pasando por el de infraestructura y tecnológico.
Especialmente duros fueron los avisos del grupo propietario de Facebook e Instagram. Esta empresa forma parte del grupo conocido como los Siete Magníficos (Apple, Amazon, Alphabet, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla). Se trata de un grupo pequeño de firmas que representan cerca del 26% del S&P 500 y que han sostenido la subida del selectivo gracias a una revalorización conjunta del 83% en 2023. Sin embargo, ahora dos de sus pilares han dado pistas de fragilidad ante el futuro. Meta, con un profit warning directo para 2024 y Alphabet, matriz de Google, con unos malos datos de su negocio de la 'nube' que alertaron de un menor impulso empresarial y desataron caídas en bolsa de hasta 10% en un solo día.
"El sentimiento corporativo sobre la economía y las perspectivas es pesimista", escribieron estrategas de Barclays liderados por Emmanuel Cau en un informe posterior al ecuador de los resultados. "Nuestro análisis de las transcripciones de las empresas Stoxx 600 que han informado hasta ahora revela que la mayoría son cada vez más negativas sobre la economía en comparación con los últimos trimestres". "El espacio del consumo será difícil", dijo Stephanie Niven, gestora de cartera con sede en Londres de la firma de inversiones Ninety One, en declaraciones a Bloomberg. "Estamos empezando a sentir que puede haber algunos desafíos para las empresas y eso tiene que ver con el ciclo de alzas de la Reserva Federal que está comenzando a filtrarse a la economía".
Marka Kolanovic, de JP Morgan, ha explicado que que espera una caída de los beneficios del 12% de cara al medio plazo y avisa de que "deberán revisarse a la baja las estimaciones actuales ". La semana pasada, en el informe remitido a su clientes Kolanovic explicaba que "a falta de recortes preventivos de las tipos por parte de los bancos centrales globales, vemos riesgos (para las empresas) que se agravan con el efecto máximo de la política monetaria restrictiva".
Un panorama más complicado para las compañías podría ser una de las pistas de una economía más débil para los próximos trimestres, recogiendo los efectos del mayor ciclo de alzas en los tipos de interés en cuarenta años, a ambos lados del Atlántico. La consecuencia es el incremento de los costes financieros para empresas y familias. La Reserva Federal mantiene el precio del dinero hasta el 5,5% desde el 0% en poco menos de un año y medio. En el BCE la ruta fue similar con una alza en el 'precio del dinero' de 450 puntos básicos en solo 14 meses. De hecho, el tipo de interés fijado por la autoridad monetaria del viejo continente está en su punto más alto en dos décadas.
Este entorno restrictivo se está dando con una economía de EEUU más resiliente, de hecho, su último dato de PIB destrozó todos los pronósticos con un destacable 4,9% anualizado en el tercer trimestre. La situación es más difícil en Europa, donde los datos del PMI han sido débiles y no muestran signos de recuperación, a diferencia de los de EEUU, que, tras meses en contracción, han vuelto al territorio de la expansión el último trimestre. Volviendo al Viejo Continente, países clave para la región como Alemania descuentan la recesión.
"La periferia (España e Italia), ha obtenido mejores resultados hasta afora con beneficios por acción del 75% y ventas del 67%"
Esta debilidad de los países clave como Alemania, Francia y el norte de Europa se ha visto en los resultados, donde Bank of América remarca que "los beneficios por acciones de Europa central y norte son particularmente débiles", mientras que "la periferia (España e Italia), ha obtenido mejores resultados hasta afora con beneficios por acción del 75% y ventas del 67%". Europa, además, se enfrenta a otra tendencia preocupante, según Andreas Bruckner, de BofA, que señala que sólo el 34% de las empresas del Stoxx 600 han superado las ventas esperadas hasta el momento, el nivel más bajo desde el primer trimestre de 2014 y muy por debajo de la media a largo plazo del 52%.
Pero los bancos centrales no son el único foco de las alertas de esta temporada de resultados, también hay otros problemas paralelos que han ido surgiendo y que están teniendo un papel determinante. Este es el caso del despertar a medio gas de China que, tras salir los confinamientos y medidas covid-cero, no ha tenido un rebote económico a la altura de lo que esperaban los analistas. Esta situación ha golpeado a numerosas empresas europeas y norteamericanas que veían en el crecimiento de este país una vía de escape al panorama de Occidente, marcado por este entorno restrictivo. Un ejemplo de esto es el caso de LVMH, el grupo francés detrás de marcas como Louis Vuitton, Dior o Tiffany's, que ha revisado a la baja sus perspectivas por este motivo, al igual que otras firmas del sector como Hermes.
"El fuerte movimiento a la baja en los mercados ya indica que los inversores son conscientes de las inminentes rebajas"
Al margen de estos también está la amenaza de Oriente Medio. Tras el ataque de Hamás a la frontera de Israel, los expertos coinciden en que el precio del petróleo reaccionará claramente al alza ante un aumento. "Aunque la mayoría de los exportadores de petróleo han empezado a reducir el riesgo de que las exportaciones de petróleo salgan del Estrecho de Ormuz, cualquier escalada con Irán provocaría interrupciones en las exportaciones y una subida sustancial de los precios", explican desde Federated Hermes. El riesgo de una energía más cara también supondría un golpe para unas empresas que cuyos costes podrían aumentar.
Debido a todo ello, los analistas ya han comenzado a recortar estimaciones en las últimas semanas basándose en cifras que han sido resistentes, pero decepcionantes "El fuerte movimiento a la baja en los mercados ya indica que los inversores son conscientes de las inminentes rebajas que podrían terminar limitando la caída cuando las estimaciones de EPS se reduzcan finalmente al próximo año", comentan desde Barclays.