Ibercaja decidió hace quince días aplazar su salida a bolsa ante el repunte de la volatilidad y una valoración por debajo del nivel al que aspiraba su consejo directivo. Se irá a abril. Pero, en el entretiempo, la rumorología propia de los mercados ha querido mirar con otros ojos a su gestora de activos, la joya de la corona. ¿Existiría la opción de que Ibercaja vendiera a la gestora y evitar así la salida a bolsa? Fuentes próximas a la entidad sostienen que jamás se han planteado deshacerse de ella, a pesar de que es una fortaleza con la que no cuenta ningún otro banco en nuestro país y pudiera ser objeto de deseo ahora que se ha paralizado su OPV en el mercado.