Redactor de elEconomista

Japón tiene que pagar la cuenta por los esfuerzos que ha hecho en las últimas décadas para evitar la deflación y estimular la economía, y el bono del país lo sabe. Desde el año 2013, Japón ha sido el paradigma de los estímulos monetarios y los tipos de interés bajos, con un banco central que ha comprado masivamente deuda del país, fondos cotizados de bolsa (ETFs) y hasta activos inmobiliarios. Ahora, los mercados están haciendo pagar al país las cuentas de los estímulos de los últimos años, con un incremento de la rentabilidad a vencimiento del bono japonés hasta máximos del año 2008: el título a 10 años ha aumentado su rentabilidad en el arranque de la semana hasta el 1,595% en el intradía del lunes, un nuevo máximo no visto desde 2008. Con un Gobierno y una oposición que no logran plantear un recorte profundo del gasto, la tendencia de un aumento de la rentabilidad del bono continúa y amenaza al resto de mercados mundiales. Eso sí, para el CEO de uno de los mayores bancos de Japón, Mizuho Financial, el bono se establecerá en el entorno del 2%, sin graves consecuencias, pero advierte del peligro si el título supera el 3%.

El optimismo que ha surgido tras la tregua de la guerra arancelaria, a pesar de todavía no estar resuelta, está llevando a los gestores de fondos a volver a invertir en activos expuestos al riesgo con rapidez. Tanto, que están empezando a saltar las primeras alarmas por un posible sobrecalentamiento de la bolsa: la posición de liquidez que mantienen los gestores encuestados en sus carteras ha caído a uno de los niveles más bajos de la historia, el 3,9%, y ha disparado la señal de venta para el banco estadounidense. Y es que, el aumento en los últimos 3 meses de los gestores que reconocen estar asumiendo un riesgo más alto de lo normal es el más rápido que se recuerda.

Después de confirmar un nuevo aumento de producción de petróleo este sábado, que alcanzará los 548.000 barriles diarios a partir del 1 de agosto, la OPEP+ (el cártel que recoge a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios externos) tiene claro que el aumento de oferta está llegando a su fin. Miembros del cártel han reconocido a la agencia Bloomberg que ya hay un plan sobre la mesa para aumentar, por última vez este año, la producción de crudo, en 550.000 barriles en el mes de septiembre, pero que después de este movimiento se paralizará el proceso de aumento de producción.

Las actas de la reunión del 17 y 18 de junio arrojan luz sobre el debate que tuvieron los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto, un encuentro que reflejó una falta de consenso cada vez más grande en el seno del organismo. En él, los directivos apuntaron a la creciente posibilidad de que su peor escenario se haga realidad: que los aranceles impulsen la inflación a la vez que las deportaciones de trabajadores creen un agujero en el mercado laboral.

En EEUU, tener un coche es prácticamente una obligación para todos sus habitantes, y eso hace que los indicadores económicos relacionados con ellos sean una señal muy clara de qué está pasando en el país. Y las cifras de este miércoles han vuelto a disparar las alertas: el índice de precios de los coches usados, que ya predijo la crisis inflacionaria tras la pandemia, ha vuelto a repuntar con fuerza por culpa de los aranceles de Donald Trump.

Por primera vez en la historia, una empresa ha batido la barrera de los 4 billones de dólares en capitalización bursátil. Nvidia, el fabricante de chips estadounidense, consigue un nuevo récord nunca visto, tras recuperarse de un muy nefasto inicio de año para su cotización por la irrupción de DeepSeek y el impacto de la guerra arancelaria. La firma ya sube un 22% en lo que va de año y más de un 1.000% desde el arranque de 2023. El efecto DeepSeek se ha diluido, y la expectativa de una fuerte demanda para sus chips sigue espoleando la cotización de la firma.

El cacao se ha convertido en uno de los principales protagonistas en el mercado de materias primas en los últimos años. El precio del grano se ha disparado desde principios de 2023, y especialmente a partir de 2024, cuando el precio llegó a superar, por primera vez en la historia, los 10.000 dólares por tonelada. A finales del año marcó máximos históricos, en 12.565 dólares, y desde entonces su precio se ha moderado con fuerza. En los últimos meses, la promesa de una mejora en las condiciones climatológicas para las principales cosechas del mundo, en Ghana y Costa de Marfil, ha contribuido a corregir parte de las subidas, y 2025 está siendo especialmente destacable en este sentido. El cacao es la segunda materia prima que más se abarata en el conjunto del ejercicio, y ya cae un 24,97% en el año. Sin embargo, los mercados siguen comprando cacao a precios desorbitados si se compara con los del pasado: ahora, se paga a 8.760 dólares por tonelada.

El productor español de acero inoxidable, Acerinox, se está planteando seguir los pasos de Ferrovial, y valora dar el salto a la bolsa estadounidense en los próximos años con el objetivo de ampliar su base inversora para una compañía que, igual que la firma de infraestructuras, tiene el grueso de su negocio en Estados Unidos. "Somos una compañía americana con una base inversora europea", explicó en abril Carlos Ortega, presidente de Acerinox. Ahora, Bernardo Velázquez, CEO de la firma, ha confirmado en una entrevista concedida a la agencia Bloomberg que la firma no descarta empezar a cotizar en el mercado estadounidense. Eso sí, la operación tendría que esperar a consolidar Haynes International, la compañía estadounidense que adquirió Acerinox a finales del año pasado.

La economía rusa está sufriendo en 2025, y parece que los problemas se han contagiado a la industria petrolera del país. Para una nación que depende enormemente de sus ingresos por la venta del petróleo, y más ahora, que tiene que financiar una guerra, es de vital importancia producir la mayor cantidad de crudo posible. Históricamente Rusia ha sido uno de los países que ha incumplido sus acuerdos con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y ha sido habitual que produjese más de lo que reconocía abiertamente, pero ahora, de forma sorprendente, Rusia está produciendo menos cantidad de la que se había comprometido.