Redactor de elEconomista

La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios externos, el cártel conocido como OPEP+, parece haber tomado la decisión de repetir el incremento de oferta de crudo que se ha llevado a cabo en mayo, junio y julio: 411.000 barriles más de producción que llegarán a un mercado que, ya de por sí, está bien abastecido. El aumento de oferta ha generado una reacción en el mercado, y el barril Brent europeo ha borrado todas las subidas que experimentaba el viernes. Si la OPEP+ continúa aumentando la oferta a este ritmo habrá alcanzado el objetivo que se marcó en diciembre de 2024 un año antes de lo previsto.

La bolsa estadounidense ha vuelto a marcar máximos, superando este viernes los niveles históricos que se alcanzaron en febrero. La recuperación de Wall Street ha sido muy rápida en las últimas semanas, y el rebote ha vuelto a dejar a los principales índices estadounidenses en niveles preocupantes para algunos analistas. Es el caso de Michael Hartnett, estratega jefe de Bank of America, quien cree que la bolsa norteamericana corre el riesgo de entrar en territorio de burbuja, después de una entrada de capital masiva en 2025. Hartnett asegura que los inversores están tratando de aprovechar el recorte de los tipos de interés por parte de la Fed en los próximos meses, y advierte del peligro de disparar en exceso a Wall Street durante la segunda mitad del año.

El periódico 'Israel Hayom', el más leído del país, ha publicado una información firmada por Ariel Kahaba, corresponsal diplomático del diario, en el que aseguran que Donald Trump y Benjamin Netanyahu han cerrado esta semana un acuerdo para acabar con la guerra de Gaza en dos semanas. Según las informaciones publicadas, el pacto pretende que la Franja se quede en manos de cuatro países árabes, que sustituirán a Hamás como Gobierno en la zona. Entre otras cosas, en el mismo acuerdo se recoge una expansión de los 'Acuerdos Abraham', que implicarían que Siria, Arabia Saudí, y otros países musulmanes del mundo reconozcan a Israel y establezcan relaciones diplomáticas oficiales. Este hipotético pacto, de llevarse a cabo, terminará con uno de los focos de tensiones geopolíticas más importantes que existen en este momento para los mercados.

La economía rusa no está pasando por un buen momento, y el propio Gobierno lo reconoce. El problema es que la situación puede ser mucho más crítica de lo que admiten los organismos oficiales y ahora hay banqueros del país que están advirtiendo entre bambalinas de la gravedad de la situación. Varios empleados de la banca han reconocido a la agencia Bloomberg que se están disparando los impagos entre empresas y minoristas, por encima de lo que admiten las cifras oficiales. La misma agencia ha tenido acceso a documentos internos de las entidades en los que se reconoce una situación peor de lo que se está reportando. El aumento de la inflación derivado del esfuerzo bélico que está llevando a cabo el país ha forzado al banco central a subir los tipos de interés hasta máximos históricos, y esto ya está haciendo mella en la capacidad de repagar la deuda de muchos clientes. Incluso se especula con una crisis bancaria sistémica en el país en los próximos 12 meses.

El plazo que se impuso a sí mismo Donald Trump para cerrar los acuerdos sobre los aranceles se acerca: a partir de hoy, quedan exactamente dos semanas para que se deje de aplicar el arancel base del 10% para todos los países, y para que la administración estadounidense imponga, si no se cierran los acuerdos, los aranceles que presentó Trump el Día de la Liberación. Entonces se resolverá la "incertidumbre" que ha impedido a la Reserva Federal bajar tipos, algo que ayer reconoció Jerome Powell, su presidente, al admitir que ha sido uno de los motivos que los ha llevado a pausar el recorte de tipos de interés en los últimos meses. Y de fondo, el mercado espera a lo que ocurra el 9 de julio como el siguiente gran bache que habrá que sortear.

Hay tres palabras que hacen temblar a los mercados… aunque ahora parecen desactivadas: Estrecho de Ormuz. El paso angosto entre Arabia e Irán es un trayecto necesario para que pase el 20% del crudo del planeta. Una vía totalmente clave y el cuello de botella más importante del mundo. Sin embargo, a pesar de que JP Morgan ha dicho que espera un barril disparándose a los 150 dólares si hay un bloqueo y que el propio parlamento de Irán ha dado luz verde a su gobierno para tomar esta medida… prácticamente no ha habido movimientos, y el precio del petróleo está cayendo este lunes, incluso después de que Irán haya atacado la principal base militar estadounidense en la región, la base de Al-Udeid.

El conflicto en Oriente Medio sigue escalando. Irán ha lanzado un ataque con misiles a las bases militares de Estados Unidos en Qatar e Irak. En Doha, capital de Qatar, se han visto y escuchado explosiones de misiles dirigidos contra la base aérea estadounidense de Al Udeid. Irán también ha realizado un ataque contra la base americana de Ain al-Asad en Irak. Pese a la respuesta de Teherán y a que dos países más acaban arrastrados al conflicto, el mercado reacciona de forma inesperada.

Este sábado EEUU lanzó en primera persona una operación militar contra las instalaciones nucleares de Irán. Este último paso llevó al parlamento persa a votar para dar vía libre al Ejecutivo del país para un eventual cierre total del estrecho de Ormuz. Las tensiones están en máximos y pocas veces en los últimos años se recuerda una escalada mayor. Sin embargo, los mercados permanecen en relativa calma, tanto los petroleros como los de renta variable.

El rebote que está experimentado el precio del petróleo en las últimas semanas por el conflicto que se ha desatado entre Israel e Irán ha llevado al barril a volver a empezar una tendencia de mercado alcista esta semana: el barril Brent europeo ya ha superado la barrera del 20% en las subidas que empezaron desde mínimos del año y ya acumula un 30% desde ese nivel. Así, el precio del crudo vuelve a entrar en una situación de mercado alcista, algo que no ocurría desde principios del año pasado, y que no terminará hasta que se produzca una corrección de más del 20% desde máximos.

La reunión de la Reserva Federal de este miércoles ha dibujado el calendario de recortes de tipos de interés previsto por el banco central, con una hoja de ruta que contempla dos recortes de tipos en 2025, al que seguirán otros dos, uno en 2026, y el último en 2027. Supone un plan de recortes paulatinos que, sin embargo, ahora no se creen los inversores. Los contratos de futuro sobre los tipos de interés demuestran que los mercados esperan un proceso de recortes más rápido y agresivo por parte de la Fed, pero que terminará antes, ya que, según los inversores, en la primera reunión de 2027 del banco central es ahora más probable que haya un aumento de tipos que una bajada.