
La pandemia y la crisis económica que ha seguido a los confinamientos, junto con los estímulos fiscales del gobierno de Estados Unidos, han fomentado dinámicas peculiares a este lado del Atlántico. Si uno de los valores protagonista durante los últimos meses ha sido Tesla, el fabricante de coches eléctricos capitaneado por Elon Musk, cuya capitalización asciende ya a los 382.000 millones de dólares y sus títulos acumulan una rentabilidad de alrededor del 378% en lo que llevamos de año, el auge del mercado en los coches de segunda mano no pasa desapercibido entre los inversores.
Desde el arranque de 2020 y todavía convalecientes por los efectos del coronavirus, los estadounidenses se han zambullido en la compra de coches de segunda mano, cuyo precio medio se situó en julio en los 21.558 dólares, una subida de 708 dólares desde el mes anterior, según Edmunds. De hecho, el coste ha subido un 15,4% desde enero y un 15,6% desde agosto pasado. Los precios de agosto han aumentado ya un 3,4% desde julio.
"Este es un cambio histórico sin precedentes en el mercado de vehículos usados, donde los precios de cotización generalmente disminuyen durante periodos como el actual debido a la depreciación", señala esta consultora en su informe más reciente. Desde enero, el S&P 500 se revaloriza un 6% y un 20,4% desde el 25 de agosto de 2019.
Entre los factores que han desencadenado esta situación pueden identificarse, entre otros, el repunte de la demanda de usuarios que buscan vehículos usados ante los elevados precios de un coche nuevo, cuyos inventarios continúan sufriendo interrupciones.
También ayudan los cheques directos por valor de 1.200 dólares que recibieron los estadounidenses como parte del paquete de estímulo aprobado el pasado 27 de marzo así cómo los 600 dólares semanales adicionales que recibieron los desempleados hasta el pasado 31 de julio. A todo ello habría que sumar la política monetaria de la Reserva Federal, que llevó los tipos de interés hasta el 0% y el 0,25% al inicio de la pandemia.
Esta situación ha transpirado en los mercados bursátiles de EEUU. Plataformas online de compra y venta de coches usados que cotizan en bolsa, cómo es el caso de Caravana ha visto cómo sus acciones han subido un 116% desde comienzos de año, alcanzando así un valor de mercado de 34.500 millones de dólares. De esta forma, supera la capitalización de la automotriz Ford, que se aproxima actualmente a los 26.000 millones de dólares, y se acerca rápidamente a la General Motors, que ronda los 41.000 millones de dólares.
Alzas en el Nasdaq
Vroom, otra plataforma de e-commerce de vehículos de segunda mano, salió a cotizar en el Nasdaq el pasado 9 de junio, jornada durante la cual sus acciones se revalorizaron un 118%. Así, registró el mejor retorno en su estreno bursátil para una operación pública de venta tecnológica desde septiembre de 2018, cuando la china Qutoutiao se disparó un 128%.
Con una capitalización de algo más de 7.000 millones de dólares, supera con creces a Goodyear Tire (2.200 millones de dólares) y pisa los talones a Borgwarner (8.000 millones de dólares). Sus títulos acumulan una subida hasta la fecha del 37,5%.
Por su parte, Carmax, el veterano en la venta de coches usados, cuenta con valor en bolsa de 17.000 millones de dólares y sube más de un 21% este año, sacando ventaja a Genuine Parts (13.000 millones de dólares), propietaria de NAPA, el mayor proveedor de repuestos para coches del país.