Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.
Economía

El Banco Central Europeo (BCE) anunció los planes para desmantelar su estrategia de emergencia contra la pandemia en diciembre del año pasado. Desde entonces, las expectativas de subidas de tipos del BCE no han parado de subir hasta el punto de prever que el precio del dinero abandonará el territorio negativo este mismo año. No obstante, hay quien va más allá y cree que el BCE tendrá que llevar el precio del dinero incluso por encima del 2% antes de que acabe 2023 para poner coto a la inflación.

Economía

Jerome Powell, el presidente de la Fed, ha defendido de forma vehemente en cada una de sus últimas intervenciones/entrevistas la todavía alta probabilidad de que el pico actual de inflación desemboque en un 'aterrizaje suave' de la economía (menor inflación y vuelta a la tendencia media de crecimiento). Powell sostiene que una política monetaria más restrictiva puede ayudar a rebajar la tensión inflacionista sin hacer descarrillar a la economía. Probablemente, el lanzamiento de este tipo de mensajes forma parte de su trabajo (en el corto plazo la economía depende de la confianza y viceversa), pero la historia evidencia que los aterrizajes suaves en contextos como el actual son una utopía.

La nueva realidad geopolítica está dificultando sobremanera la misión fundamental de los bancos centrales: la estabilidad de precios. Aunque estas instituciones ya se enfrentaban a un panorama complejo incluso antes de la invasión de Ucrania (la inflación ya se encontraba en niveles históricamente elevados), ahora el contexto es aún más complejo si cabe, puesto que el crecimiento de la economía ha comenzado a perder impulso.

Economía

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado por segunda vez consecutiva las previsiones de crecimiento de España dentro de una revisión general a la baja del PIB global para este 2022. A principios de año, el FMI ya empeoró sus perspectivas por la expansión de la variante de covid ómicron. Ahora lo hace por el impacto de la guerra entre Ucrania y Rusia. Este conflicto está generando un shock de oferta que presiona al alza los precios y se expande como las ondas sísmicas, según explican desde el propio FMI. Las nuevas proyecciones se pueden resumir en unas pocas palabras: más inflación, menos crecimiento y mucha incertidumbre.

El mercado inmobiliario ha disfrutado en los últimos meses de un mini-boom impulsado por una serie de factores cuya combinación ha dado rienda suelta a la demanda de vivienda, tanto de obra nueva como de segunda mano. Sin embargo, a corto plazo esta combinación de factores podría estar en peligro (al menos los del lado de la demanda). Uno de los impactos más directos a esta buena evolución del mercado se encuentra en la anunciada subida de tipos que se producirá previsiblemente a finales de año.

Materias primas

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) y EEUU han coordinado una nueva liberación masiva de reservas de petróleo (dos consecutivas en un mes). España colaborará en este proceso como miembro de la AIE. Con este movimiento, los países desarrollados buscan aplacar la subida de precios del crudo que está provocando (junto a otros factores) una subida histórica de la inflación. Esta estrategia ha tenido un impacto en los mercados de crudo casi inmediato, pero las reservas de petróleo son finitas y no está claro que la oferta de petróleo vaya a recuperarse pronto. Entonces surgen algunas preguntas: ¿Cuánto petróleo va a liberar España? ¿Qué nivel de reservas de crudo y derivados hay en España? ¿Cuántos días podrían durar estas reservas si las importaciones se detienen?

Mercado inmobiliario

El mercado inmobiliario ha disfrutado en los últimos meses de un mini-boom impulsado por una serie de factores cuya combinación ha dado rienda suelta a la demanda de vivienda, tanto de obra nueva como de segunda mano. Sin embargo, a corto plazo esta combinación de factores parece estar en peligro (al menos los del lado de la demanda). Alguno de ellos incluso podría revertirse (los ultra-bajos tipos de interés). El inmobiliario y la vivienda deberán acoplar su actividad (y precios) a este nuevo contexto en el que la demanda corre el riesgo de perder fuerza, pero la oferta sigue muy ajustada (dos fuerzas enfrentadas). El escenario base habla de un enfriamiento temporal o aterrizaje sin sobresaltos, aunque con algún pequeño bache en el camino.

Política monetaria

El cambio de tono en la postura oficial del Banco Central Europeo parece insuficiente para un número cada vez mayor de miembros del Consejo de Gobierno. Dentro de este grupo de banqueros centrales (todos los de la Eurozona), "un gran número sostuvo la visión de que la elevada y persistente inflación requiere pasos inmediatos hacia la normalización monetaria", señalan las actas de la última reunión del BCE. En resumen, hay que poner fin a las compras netas de bonos y comenzar a subir los tipos de interés más pronto que tarde para que la inflación no se enquiste y termine desanclando las expectativas de precios.

Mercados

La economía de Rusia se enfrenta a la peor recesión económica desde la desintegración de la Unión Soviética. Además, Moscú está lidiando con una batería de sanciones impuestas por Occidente que golpean de lleno la inversión y el consumo del país. A todo lo anterior hay que sumarle la incertidumbre que genera una guerra en la que Rusia es el gran implicado. En teoría, todo esto debería haber llevado al rublo hasta los infiernos, y en un principio fue así. Sin embargo, tras una caída violenta y rápida, el rublo ha iniciado una remontada que le ha permitido recuperar los niveles previos al inicio de la guerra, como si nada hubiera pasado. ¿Qué hay detrás de esta milagrosa recuperación?

Economía

El Banco de España ha revisado a la baja unas previsiones marcadas por la guerra en Ucrania y la inflación. El instituto monetario ha rebajado las expectativas de crecimiento para la economía en 2022 en casi un punto, hasta el 4,5% frente al 5,4% estimado en la proyección presentada en diciembre de 2021. El gran cambio se produce en la previsión de inflación, que aumenta en casi cuatro puntos: el BdE espera que el IPC medio en 2022 sea del 7,5%, frente al 3,7% de las anteriores previsiones (en marzo ya se situó en el 9,8%).