El cambio de tono en la postura oficial del Banco Central Europeo parece insuficiente para un número cada vez mayor de miembros del Consejo de Gobierno. Dentro de este grupo de banqueros centrales (todos los de la Eurozona), "un gran número sostuvo la visión de que la elevada y persistente inflación requiere pasos inmediatos hacia la normalización monetaria", señalan las actas de la última reunión del BCE. En resumen, hay que poner fin a las compras netas de bonos y comenzar a subir los tipos de interés más pronto que tarde para que la inflación no se enquiste y termine desanclando las expectativas de precios.
A diferencia de otras ocasiones, las actas dejan entrever que esta vez el número de 'halcones' (banqueros que defienden una postura más restrictiva de la política monetaria) fue "grande". La implacable subida de la inflación ha devuelto el timón a los 'halcones' tras muchos años de dominio de las 'palomas' (defienden una política monetaria expansiva).
Los economistas de ING creen que las actas confirman la mutación del BCE en un banco central más agresivo, según explican en un comentario rápido. Carsten Brzeski, economista jefe del banco holandés, cree que si los precios siguen creciendo a un ritmo rápido no se puede descartar una subida de 50 puntos básicos del BCE, algo que hace unos meses parecía totalmente imposible.
Halcones y palomas
Hay 'halcones' que siempre son 'halcones' y 'palomas' que siempre son 'palomas' en el seno del BCE, pero la clave está en aquellos híbridos o miembros bisagra cuyo cambio de postura es el que mueve, al final, las políticas de los bancos centrales. Hoy, parece que estos miembros se inclinan más hacia el fin de las compras netas de bonos (bajo el programa APP) y hacia una pronta subida de los tipos de interés en la Eurozona.
Desde ING apuntan que "de cara al futuro, seguimos pensando que el BCE distinguirá claramente entre la normalización de la política y el endurecimiento monetario. La normalización incluiría el fin de las compras netas de activos y la vuelta a cero de la tasa de depósito... ahora, la normalización parece ser aceptable tanto para 'halcones' como para 'palomas'".
Una inflación en máximos
La inflación se encuentra en máximos de toda la historia en la Eurozona (triplica el objetivo del BCE) y acumula nueve meses consecutivos rebasando el 2% que tiene como objetivo el banco central. Ahora se espera que supere este límite durante todo 2022 y parte de 2023. Mientras, el BCE mantiene la tasa de depósito (tipo de interés clave) en el -0,5% (mínimos históricos). Puede parece una contracción, pero mientras que la inflación está en máximos de la historia de la Eurozona, los tipos están en mínimos de la historia del BCE. Hay mucho margen para intentar poner coto a la inflación.
Además, las actas de la última reunión destacan también que en ese cónclave se confirmó en la previsiones que la inflación estaría muy por encima del objetivo en 2022, con revisiones al alza sin precedentes en las últimas dos rondas de proyección.
Además, los panelistas del BCE proyectaron que los precios se mantendrían por encima del objetivo también en 2023, con importantes riesgos al alza, como mostraron los escenarios alternativos. Además, las medidas disponibles de la inflación subyacente se han situado ya de forma clara por encima del 2%, "lo que sugiere que las proyecciones del equipo del banco central pueden estar subestimando la persistencia de la inflación por encima de la meta del 2%", señalan las propias actas del BCE.
Vientos de estanflación
El documento señala que los 'halcones' argumentaron en la reunión del mes pasado que "la proyección de inflación de referencia para 2024 podría considerarse ya efectivamente por encima" del objetivo de inflación simétrico del 2% teniendo en cuenta "la mayor incertidumbre que rodea a las perspectivas y la fragilidad de los supuestos en que se basan las proyecciones".
En este sentido, las actas del BCE recogen también que los banqueros centrales debatieron sobre si la guerra en Ucrania constituye "un choque de estanflación" para la economía de la zona euro, al implicar "una actividad más débil y una mayor inflación a corto plazo". No obstante, el documento anticipa que, aunque probablemente el conflicto bélico afecte al crecimiento económico a corto plazo, "se prevé que el crecimiento anual siga siendo positivo incluso en el escenario más grave, lo que apunta a una lentoflación [slowflation] más que a una estanflación".