Mientras que la inflación siga sin encontrar techo en los países de la zona euro, todas las miradas seguirán puestas en el Banco Central Europeo (BCE) y su presidenta, Christine Lagarde. El BCE se enfrenta a la presión de los 'halcones' (banqueros que defienden una política monetaria mucho más estricta) y de los mercados, que ya descuentan hasta seis subidas (de diez puntos básicos) de tipos este año, lo que dejaría la tasa sobre la facilidad de depósito en territorio positivo por primera vez desde 2012.
La inflación sigue presentando tasas de crecimiento sorprendentes. Las desviaciones al alza se han convertido en la norma desde mediados de 2021 y lo peor es que estas desviaciones parecen cada vez mayores. La previsión para la inflación en España de marzo era del 8,1%, mientras que el dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística ha sido del 9,8%, con un crecimiento mensual de los precios que casi llega al 4%. En Alemania el IPC avanza un 7,6%, máximos desde 1974.
La inflación no solo no está perdiendo fuerza en 2022 (como se había previsto), sino que está ganando intensidad a gran velocidad. El dato de la zona euro de IPC se publicará este viernes y las previsiones de Reuters hablan de un 6,6%, sin embargo tras el 'disparatado' dato de España y Alemania, esa previsión podría ser ya papel mojado. Mientras tanto, las expectativas de inflación a diez años siguen aumentando.

Así, en cuestión de semanas, el mercado ha pasado de prever una o ninguna subida de tipos en la zona euro (entre finales de febrero y principios de marzo) a vaticinar seis subidas del precio del dinero en la zona euro. De cumplirse esta previsión, el BCE tendría que anunciar una subida 10 puntos básicos en cada reunión que le queda hasta final de año, algo que parece bastante improbable si se tienen en cuenta la hoja de ruta que reveló el banco central en su última reunión. Tras ese cónclave, la institución dejó claro que no empezaría a subir el precio del dinero hasta "tiempo después" del fin de las compras netas de bono (QE).
¿Cuándo será la primera subida?
El fin de este programa llegará, en principio, en junio, por lo que el BCE no podría comenzar a subir tipos hasta la reunión julio como pronto. De modo que a día de hoy la opción que parece ganar enteros es un anunció de dos o tres subidas de tipos de más de diez puntos básicos y que podría llegar antes de lo esperado.
Itsaso Apezteguia, market analyst de Ebury, comenta en declaraciones a elEconomista que "cada vez somos más escépticos en cuanto a la posibilidad de que el BCE pueda esperar hasta finales de 2022 para subir los tipos de interés, tal y como están valorando los mercados, y pensamos que es muy posible que los datos que se vayan conociendo obliguen al banco central a actuar antes del verano".
"Una vez pasada la incertidumbre del conflicto creemos que el BCE tendrá que actuar con rapidez para controlar la elevada inflación. Esto puede obligar al BCE a subir los tipos de interés más rápido de lo que el mercado espera en la segunda mitad de 2022, y sobre todo durante 2023", asegura este economista de Ebury.

No solo analistas o el mercado. Dentro del propio Banco Central Europeo hay quien defiende el fin de los tipos de interés negativos para finales de año. Robert Holzmann, gobernador del Banco de Austria y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, ha declarado este martes en una entrevista que el BCE debería elevar la tasa sobre la facilidad de depósito hasta cero (una subida de 50 puntos básicos) para finales de año o correrá el riesgo de tener que subirla aún con más violencia en 2023 para reducir la inflación.
El gobernador austriaco fue el primero en respaldar explícitamente las expectativas del mercado sobre las subidas de tipos y ahora va más allá. "Un aumento de la tasa de depósito a cero para finales de año sería importante para la política monetaria", asegura Holzmann, el miembro más agresivo del Consejo de Gobierno del BCE, al periódico alemán Boersen-Zeitung. "Si hacia a finales de año descubrimos que la inflación se va a mantener alta por más tiempo, tendríamos que endurecer más la política monetaria y aumentar los tipos de interés de manera más significativa".
¿Sobrerreaccionan Holzmann y el mercado?
Los economistas de Nomura explican en una nota que el mercado podría estar sobrerreaccionando. Desde el banco de inversión japonés creen que los mercados están señalando dos subidas de tipos de 25 puntos básicos cada una, lo que dejaría el precio del dinero en el 0% para finales de 2022. Sin embargo, la propia apuesta de Nomura es algo más conservadora: una subida de tipos de 25 puntos básicos en diciembre, seguida de varias subidas más en 2023. No obstante, estos expertos creen que las subidas de tipos en la Eurozona tendrán poco recorrido porque la próxima recesión podría estar mucho más cerca de lo que parece.
"La historia pasada de un BCE que no logra generar suficiente inflación para alcanzar el objetivo, combinada con un crecimiento económico más débil y el mayor impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, significa que el ciclo de ajuste del BCE debería ser más moderado que el del Banco de Inglaterra, por ejemplo. Dado que las curvas de rendimiento comienzan a señalar el riesgo de recesión, existe incluso la probabilidad de que, cuando el BCE comience a endurecer la política, no quede mucho tiempo antes de que se produzca la próxima recesión, un riesgo que podría limitar aún más el ciclo de endurecimiento", sentencian los expertos del banco de inversión japonés.
Por lo pronto, el BCE mantiene su tipo de interés clave (facilidad de depósito) en el -0,5%, mientras que el de refinanciación está en el 0% y la facilidad marginal de crédito en el 0,25%. Los tres tipos clave están en mínimos (aunque ha comenzado a desmantelar algunas medidas de urgencia aprobadas en 2020), mientras que el balance del BCE sigue creciendo puesto que se mantienen las compras netas del APP o programa convencional y las reinversiones del PEPP (programa contra la pandemia). Sin embargo, toda esta sopa de letras y tipos bajos están en riesgo de sufrir cambios en los próximos meses.