Cuando una parte del cuerpo se resiente, puede acabar afectando a todo el sistema. Lo mismo ocurre con la vivienda y la economía. La caída de los precios que ya se está experimentando en algunos países -más que notoria en determinadas economías-, amenaza con agravar unas perspectivas que ya se antojan pesimistas ante los vientos desfavorables que se vislumbran para los mercados desarrollados.

Redactor de economía y mercados. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Un día se preguntó cómo cotizaba un bono y ya no hubo vuelta atrás.