03/04/2024, 06:00
Wed, 03 Apr 2024 06:00:51 +0200
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La inflación en la zona del euro ha descendido de forma convincente desde los elevadísimos niveles registrados en los dos últimos años. Se espera que la tasa sea del 2,3% en 2024, qué diferencia con el 8,4% de 2022 y el 5,6% de 2023.
Pero en enero de 2024 todavía era del 2,8%, por lo que aún le queda camino por recorrer antes de bajar al 2,3%, y después al 2%, que se considera comúnmente el nivel deseable. En un discurso pronunciado en noviembre, Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), pareció anticiparse a esta situación, hablando de la “última milla” que, al igual que en los deportes de resistencia, es la más difícil de superar.
Pero insistir en completar la “última milla” es la narrativa equivocada a seguir. Como el sistema está plagado de incertidumbres y no hay forma de entender ni la dirección ni el tamaño de los riesgos, el BCE debería hablar en su lugar de tolerancia a la inflación, o arriesgarse a introducir una volatilidad aún mayor en el sistema.