Análisis

El sanedrín europeo ya ha iniciado el ritual de estas fechas de pasar revista y también de mirar al futuro. Toca sacar conclusiones del año que termina y construir narrativas para dar sentido a los 12 meses por delante.

El optimismo que se había filtrado de las negociaciones entre la UE y el Reino Unido para acordar los términos de su futura relación comercial parece ser más bien un espejismo. Un alto cargo diplomático señaló este jueves que "no estamos a horas de llegar a un acuerdo", como algunas fuentes habían deslizado durante los últimos días. "Lo que aún debemos acordar es bastante sustancial", añadió el mismo diplomático.

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Era un secreto a voces que costaba reconocer. Diplomáticos y funcionarios comunitarios especulaban estas semanas sobre las fórmulas para salvar el veto de Hungría y Polonia al megapaquete presupuestario de 1,8 billones de euros para relanzar la economía europea tras el impacto de la pandemia

Discusión hasta altas horas de la mañana bajo la presión de la apertura de los mercados. La creación de un fondo para ayudar a los socios europeos en apuros. Podría haber sido el resumen de la cumbre de este verano. Pero también sucedió una década antes, el 9 de mayo de 2010, día de Europa. Aquel domingo, los ministros de Finanzas del euro (el Eurogrupo) y la Comisión Europea se sacaron de la chistera un fondo de 440.000 millones de euros para calmar a los mercados, en uno de los findes de semana más tensos de la pasada crisis financiera. Esta Facilidad Europea para la Estabilidad Financiera, un instrumento temporal, se convirtió en permanente en 2012 bajo el nombre de Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), alcanzando el medio billón de euros.

La reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) es un claro ejemplo de esa Europa que a menudo desespera por su lentitud al actuar y reaccionar, en gran parte por lo palos en las ruedas de los Estados miembros. Los ministros de Finanzas de la zona euro (el Eurogrupo) iban camino de conseguir este lunes la unanimidad necesaria para reformar el fondo de rescate de la zona euro de 500.000 millones de euros, sobre todo para hacer más flexibles y operativas sus líneas de crédito preventivas. Una fuente comunitaria comentó con elEconomista que el visto bueno se esperaba al final de la reunión.

Los Estados miembros empezaron este lunes a discutir los contornos de la futura relación que quieren construir con EEUU. Los embajadores de los 27 dieron un apoyo generalizado al objetivo de "revitalizar" la relación transatlántica, informaron fuentes comunitarias, sobre todo en cinco áreas: el multilateralismo, sobre todo en el comercio, la economía, la lucha contra el calentamiento global, la recuperación tras la crisis causada por el covid-19, y la paz y seguridad.

La UE va a superar la crisis más seria de su historia, causada por la pandemia más grave en un siglo, a costa de alcanzar un endeudamiento récord. La pasada crisis financiera disparó la deuda pública de la UE (excluyendo el Reino Unido) más de 20 puntos hasta el 86,6% de su PIB. La Comisión Europea prevé esta vez un aumento de quince puntos, pero partiendo de niveles más altos, lo que empujará la cifra hasta el 95% de su PIB.

La idea de conseguir una garantía de depósitos común para los bancos de la eurozona (EDIS, por sus siglas en inglés) está a medio camino entre un proyecto zombie y una criatura legendaria. La iniciativa, que nació en 2012 al sentar las bases de la unión bancaria, encalla no solo en el nivel político, sino también en las discusiones técnicas, donde terminó desterrada para buscar una solución.

Entrevista

El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea al cargo de Economía, Valdis Dombrovskis, se muestra optimista tras la victoria del candidato demócrata Joe Biden en las elecciones estadounidenses. En una entrevista exclusiva con elEconomista, el letón, quien también asumió la cartera de Comercio el pasado mes de octubre, espera forjar un "nuevo comienzo" en las relaciones bilaterales de Bruselas con la administración de los Estados Unidos.

La UE y el Reino Unido están intentando cerrar el acuerdo de su futura relación comercial casi en el tiempo de descuento. Ambos lados deberían concluir el texto la próxima semana, para dar tiempo a los trámites necesarios y la aprobación parlamentaria. Tras meses de tensas negociaciones, entorpecidas por la pandemia, el lado comunitario observa que se está muy cerca de la meta.