El optimismo que se había filtrado de las negociaciones entre la UE y el Reino Unido para acordar los términos de su futura relación comercial parece ser más bien un espejismo. Un alto cargo diplomático señaló este jueves que "no estamos a horas de llegar a un acuerdo", como algunas fuentes habían deslizado durante los últimos días. "Lo que aún debemos acordar es bastante sustancial", añadió el mismo diplomático.
Los puntos conflictivos han sido los mismos prácticamente desde que arrancara la negociación en febrero: el acceso a las aguas pesqueras del Reino Unido, el régimen de ayudas de Estado y la similitud regulatoria entre ambos mercados.
Además, algunos Estados miembros consideran que el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, está estirando el mandato que le dieron los 27 hasta quedarse a "milímetros" de las líneas rojas fijadas, por lo que algunos Gobiernos están empezando a alzar la voz. Según explican fuentes diplomáticas, en algunos casos las capitales piden a Barnier que sea más transparente con los detalles de los papeles que se está intercambiando con Londres, aunque todavía confían en el francés sin cuestionar su labor.
Otros socios, como la propia Francia, están más intranquilos con los términos del acuerdo pesquero que está perfilando. París ya advertido que se requiere la unanimidad de los Estados miembros para aprobar el acuerdo (además de la mayoría del Parlamento Europeo), deslizando que está dispuesta a vetarlo si no queda satisfecha con el acceso a las aguas británicas. Aunque representa apenas unos 600 millones de euros en la relación bilateral, las fuentes diplomáticas reconocen que se trata de un asunto "políticamente sensible" en Francia.
Si en el lado comunitario creen que Londres se tiene que mover para sellar la futura relación, los británicos opinan que el paso debe llegar del bloque comunitario.
"Se está realizando un buen progreso, pero vamos a hacer un acuerdo que sea adecuado para Gran Bretaña, si tal acuerdo está disponible", comentó a Sky el secretario de Educación británico, Gavin Williamson. "No vamos a firmar algo que sea en nuestro detrimento", añadió.
Horas decisivas
Las fuentes diplomáticas llevan días insistiendo en que las próximas horas serán decisivas para saber si es posible cerrar un acuerdo que evite la reintroducción de aranceles, y dañe el intercambio comercial entre ambos en un momento muy complicado económicamente.
El asunto probablemente llegará a la videoconferencia de los líderes de la UE el próximo jueves y viernes, cuando tendrán más claridad sobre las posibilidades de llegar a buen puerto, o si deben preparar nuevos planes de contingencia.
Ley de Mercado Interior
La etapa final de la negociación coincidirá con el debate en el parlamento británico de la polémica Ley de Mercado Interior la semana que viene. Esta ley ha enturbiado más aún el diálogo entre ambas partes, ya que la UE acusa a Londres de violar el Tratado de Salida y el protocolo de Irlanda firmados el pasado año, destinado a evitar que haya una frontera en la isla que afecte a la paz entre comunidades. El propio Gobierno londinense reconoció que su proyecto "viola la ley internacional de forma específica y limitada".
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