Economista es inspector de Hacienda. Coautor de ?La factura del cupo catalán. Privilegios territoriales frente a ciudadanía? (La Esfera de los libros, 2025).

Rusia ha invadido Ucrania, otro Estado soberano, sin molestarse siquiera en declarar la guerra. Y esto lo ha hecho, tanto desde su territorio como desde el de Bielorrusia. A la vista de los acontecimientos, parece que la intención última de las maniobras militares, es decir de la concentración de tropas en la frontera, tenía el objetivo más simple: la invasión militar de Ucrania.

El mundo ha cambiado, lo siento en la Tierra, lo siento en el agua, lo huelo en el aire, mucho se perdió entonces…" Con estas palabras, que no están en los libros de Tolkien, comenzaba Peter Jackson su trilogía cinematográfica sobre El Señor de los Anillos. Y efectivamente, el mundo ha cambiado desde que en 2013 se estableció el palo creado para la "zanahoria" de la "amnistía fiscal", el famoso modelo 720, o declaración de bienes en el extranjero.

Lord Cardigan, general jefe la brigada ligera de caballería británica, ordenó una carga de sus jinetes contra los rusos. Así comienza el episodio más heroico, pero también más costoso, inútil y estúpido de la última guerra entre franceses y británicos, por una parte, y rusos por otra: la famosa carga de la brigada ligera en Balaclava (1854), en la guerra de Crimea. Se cuenta que los rusos pensaron que los ingleses habían abusado de la bebida, dada la estupidez de una carga en "el valle de la muerte" contra una fuerza muy superior, y en la que la artillería rusa batía desde tres puntos distintos a la caballería británica. Ahí, los británicos perdieron mas de la mitad de sus efectivos, y si no fueron más, fue por la intervención de la caballería francesa.

Para muchos 2021 no fue el año de la gran recuperación, pero fue un año, también en lo que se refiere a la economía, mucho mejor que 2020. Si echamos la vista atrás, hace un año todo hacía presagiar un año peor. Lo que ha cambiado todo este panorama han sido las vacunas. Y seguimos siendo extremadamente dependientes de ellas. Por ejemplo, si se confirma que la vacuna china Sinovac es ineficaz frente a la nueva variante ómicron, entonces 1.300 millones de personas estarán más expuestas que nunca a la pandemia, a un virus que infecta muchísimo más que la variante original. Efectivamente, ómicron parece menos grave que las anteriores variantes, pero sobre poblaciones mayoritariamente vacunadas con vacunas efectivas, aunque sea parcialmente.

¿Cómo debe actuar un Banco Central ante una pandemia mundial que se deriva en restricciones generalizadas? Esta pregunta no tiene una solución fácil, pero la respuesta del Banco Central Europeo (BCE), al igual que la de otros Bancos Centrales, como la Reserva Federal Estadounidense, fue dar las mayores facilidades de financiación posibles.

Este año 2021 nos está dando, también, algunas sorpresas agradables en el terreno económico: aunque el PIB de 2019 no se ha recuperado, la recaudación en los diez primeros meses de este año ha superado a la del mismo periodo de ese año. Efectivamente, hasta el tercer trimestre la demanda interna estaba creciendo un 6,1%, mientras que los ingresos tributarios homogéneos se incrementaban un 13,8% con respecto a 2020.

Casi nunca en esta vida hay una opción perfecta en la que todo sean ventajas. A menudo hay que elegir entre opciones malas y menos malas. Esto resulta particularmente cierto en lo que se refiere a la política energética. El dilema no suele ser tan crudo como el del esquimal, se ha ido sofisticando, pero sigue existiendo.

Para Adam Smith la riqueza de las naciones está en el trabajo de sus habitantes. El acierto de esta tesis del economista escocés, seguida luego por David Ricardo, Karl Marx y tantos otros, se pudo comprobar, a las malas, cuando la Pandemia y sus restricciones, restringieron el trabajo y con ello, la economía y la riqueza de las naciones. Sin embargo, cuando, por fin, recuperamos el empleo perdido en tiempos de Pandemia, parece que la medida de nuestra riqueza, el Producto Interior Bruto (PIB) que estima el Instituto Nacional de Estadística (INE) no lo refleja: seguimos estando 7 puntos por debajo del PIB de antes de la Pandemia, lo que no ocurre en ningún país de nuestro entorno.

El pasado 26 de octubre, el Tribunal Constitucional declaraba la inconstitucionalidad y nulidad de tres artículos de la Ley de Haciendas Locales, los que regulaban la base imponible del impuesto municipal de plusvalía. Esto no era una sorpresa, hacía ya más de cuatro años que el Tribunal Constitucional había declarado que pagar como si se hubiese ganado, cuando en realidad se había perdido era injusto, confiscatorio y en consecuencia inconstitucional. El problema radicaba en que el sistema de fijación de la base imponible, es decir de la magnitud sobre la que recae el impuesto era tan defectuosa que llegaba a producir resultados confiscatorios. Ahora, el Constitucional ha determinado que todo el sistema de fijación de la base imponible es contrario a la Carta Magna.

¿Estamos ante una crisis energética? Según el INE, la gasolina ha subido un 22%, el diésel un 23% y la luz un 44% en lo que va de año. Además, el gas está en máximos históricos en los mercados internacionales. Cuando los precios de todas las energías han subido drásticamente en los últimos meses, hay pocas dudas de que estamos ante una crisis energética. Si estos incrementos tienen lugar en todas partes, entonces, necesariamente, la crisis no es exclusivamente española, sino mundial.