Redactora de mercados, con el foco puesto en las finanzas personales y en los fondos de inversión.

En el capital de Naturgy hay presentes más de 1.100 fondos de inversión, según los últimos datos de Morningstar, que suman una posición conjunta de 513 millones de euros ( el 2,5% del capital total). Pero entre todos esos vehículos, solo hay siete que concentran una posición superior a los 10 millones de euros y que solo suponen el 0,7% del capital de la gasista.

Las gestoras han lanzado 32 nuevos fondos este año, y tan sólo uno pertenece a la categoría de renta variable, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. En un año de subidas generalizadas en las bolsas, los inversores prefieren fondos más conservadores, como ya ocurrió el año pasado, y la fábrica de las gestoras sigue trabajando en esa dirección aprovechando, también, que el inicio de la bajada de tipos se ha ido retrasando cada vez más. La prueba es que el 84% de los fondos que se han creado tienen como principal protagonista a la renta fija.

Duplicar la inversión en una década suena bien, es casi música para los oídos. Para conseguir este objetivo se necesita una rentabilidad anual del 7%, y la bolsa es la mejor aliada para llegar hasta ella. La estimación no es fruto del azar, es el resultado de aplicar la conocida como Regla del 72, una ecuación simple que permite estimar cuánto tiempo o qué rentabilidad se necesita para doblar la inversión -tiene inconvenientes, claro está, porque no incluye el efecto de la inflación ni que la rentabilidad no siempre es constante-. En la práctica activos como la bolsa han vivido años complicados en estas dos últimas décadas, con crisis bursátiles como la derivada de la caída de Lehman Brothers, la desatada por la tormenta de deuda periférica que azotó a Europa, el Brexit, el Covid o la invasión de Rusia a Ucrania, por recordar algunas. De hecho, en este tiempo índices como el Stoxx 600 o el Ibex 35 no alcanzan estas rentabilidades, y solo algunos como el S&P 500 las consiguen con la ayuda de la tecnología. Y, aun así, también existen fondos de inversión que han logrado obtener rentabilidades anualizadas del 7% en estos veinte años.

Las letras se han convertido en uno de los refugios favoritos de los ahorradores más conservadores, pero sus rentabilidades han empezado a bajar ante la posibilidad de que los bancos centrales den el pistoletazo de salida a los recortes de tipos en junio. Esta semana, el Tesoro Público ha desembolsado un tipo de interés medio del 3,62% por las letras a seis meses, y del 3,42% en las letras a un año. En ambos casos es menos de lo ofrecido en subastas anteriores. Para ese perfil de ahorrador, todavía existe la opción de amarrar depósitos que pagan rentabilidades superiores a la de las letras.

Los fondos conservadores vuelven a ser a ser la opción que más demandan los inversores este año, como ya ocurrió en 2023 a pesar del buen comportamiento de las bolsas. Pero dentro de ese menú poco arriesgado, los platos que más se consumen son el de los fondos monetarios y de renta fija a corto plazo. Sobre el papel, los dos dejaron de tener sentido hace meses. A finales del año pasado, el escenario que descontaba el mercado es que los bancos centrales empezarían a recortar los tipos en el primer trimestre de este año. Si esto iba a ocurrir, el siguiente paso era salir del efectivo y alargar la duración. Pero esas bajadas no se han producido y, aunque se presume que cada vez están más cerca, no existe ninguna certeza sobre cuándo serán. Ante esto, el dinero ha vuelto con fuerza hacia los fondos monetarios y de renta fija a corto plazo, que en marzo han captado más de 1.000 millones de euros en cada caso -ninguna otra categoría iguala esta cifra-. Pero la fotografía es aún más llamativa en el año. En estos tres meses atraen el 60% del dinero nuevo que ha captado la industria.

La inminente salida a bolsa de Puig, que podría debutar en torno al 3 de mayo, no despierta el interés de Panza Capital, la gestora que preside Beltrán de la Lastra. Durante la presentación de su última carta trimestral, correspondiente al primer trimestre del año, de la Lastra ha asegurado que no acudirán a esta OPV. "Tenemos una dificultad con el punto del ciclo en el que se encuentra la compañía y con la valoración", explica.

A estas alturas del año, la bolsa mundial ofrece una rentabilidad superior al 8%. Y existen gestores que están siendo capaces de superar con creces esta marca. En concreto, dos fondos con sello español que invierten en renta variable global de forma activa llevan ya un rendimiento que supera el 15% desde enero, el doble de lo que consigue el resto de productos comparables. En ese resto se incluyen más de 340 fondos de inversión.

En los últimos meses del año pasado se daba por hecho que los bancos centrales empezarían a deshacer el camino que emprendieron en julio de 2022 tan pronto como en el primer trimestre de este año. La hoja de ruta para el inversor en renta fija parecía clara entonces: si esto sucedía, como creía firmemente el mercado, sería un momento histórico para tener bonos en cartera y también para empezar a alargar la duración. Pero una cosa son las expectativas y otra lo que sucede en realidad, y lo que ha pasado al final es que la posibilidad de que bajen los tipos se ha ido retrasando cada vez más. Aunque el inicio de los recortes parece próximo, no existe ninguna certeza de cuándo será, e incluso existe la posibilidad de que se demore aún más. Esta falta de visibilidad sobre el futuro de los tipos de interés ha dado una segunda vida a la deuda a corto plazo y también a los fondos monetarios, que sobre el papel dejaron de tener sentido hace meses.

Cada vez son menos los depósitos con los que uno puede proteger su ahorro de la inflación. Aunque el objetivo de los bancos centrales es que ésta vuelva a la senda del 2%, en España aún se encuentra en el 3,2%, por encima de la media de la eurozona. Entre los plazos fijos a un año, ninguno ofrece un interés superior al 3,2% entre aquellos contratables directamente en España. Esto significa que la rentabilidad real que se obtendrá con cualquiera de ellos será negativa. La única forma de sobrevivir al aumento de los precios con un depósito es buscar alternativas en otros vencimientos distintos al año, ya que en ese caso todavía hay siete que sirven de escudo contra la inflación.

La velocidad con la que los fondos de inversión atraen dinero se ha reducido. Según los datos preliminares de marzo, publicados por Inverco, estos productos de ahorro consiguen suscripciones netas que ya rozan los 7.000 millones de euros en lo que va de año, un 30% inferiores a las obtenidas en el primer trimestre del año pasado, cuando superaron los 9.500 millones de euros.