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En el catálogo de productos compatibles con los inversores conservadores se encuentran los fondos mixtos que invierten casi todo en renta fija (hasta un 70%), y el resto lo reservan para añadir una pizca de bolsa. Gracias a esa porción que asignan a la renta variable tienen la posibilidad de conseguir una rentabilidad extra, que a veces resulta ser superior a la que ofrecen ahora mismo otros productos conservadores, como los depósitos bancarios. De hecho, en lo que va de año, ya hay seis fondos mixtos conservadores que en sólo tres meses ganan más de lo que paga cualquier depósito a doce meses contratable directamente en España.

En los escaparates de algunos bancos también asoma la versión 2.0 del tradicional plazo fijo. Se trata de los depósitos combinados. Su funcionamiento es sencillo: una parte del ahorro se sigue invirtiendo en un depósito y el resto debe ir a otro producto financiero con el que se puede arañar una rentabilidad extra -lo más habitual es que ese otro producto sea un fondo de inversión, pero también es posible combinar ese depósito con sicavs, o incluso con seguros de ahorro-. Estos depósitos combinados ofrecen ahora mismo rentabilidades de hasta el 4,5%, superiores a las que pagan la mayoría de los plazos fijos tradicionales. ¿Pero cuándo merecen la pena?

En un año de bajada de tipos, hay muchas esperanzas depositadas sobre el papel que debe desempeñar la renta fija. La teoría dice que este activo tiende a comportarse bien cuando los bancos centrales los recortan. Pero lo cierto es que, hasta ahora, el precio de muchos bonos se ha visto sometido a grandes oscilaciones motivadas por los cambios en las expectativas del mercado sobre cuándo se producirán esos descensos, y tres meses después de que arrancase este ejercicio la mayoría de los índices de renta fija arrastra pérdidas. Lo bueno de esta volatilidad es que también se generan oportunidades para los gestores activos, que no se limitan a comprar un bono y esperar a su vencimiento, o incluso para los fondos flexibles, que como su propio nombre indica tienen más flexibilidad para elegir cómo invierten y para adaptarse a cualquier cambio de contexto en el mercado.

A pesar de que las bajadas de tipos de los bancos centrales asoman en el horizonte, el 78% de los inversores de todo el mundo con grandes patrimonios posee una elevada posición en efectivo, según una encuesta elaborada por Capital Group, la mayor gestora de fondos activos del mundo. Lo que más preocupa a estos inversores de cara a los próximos doce meses es que la volatilidad aumente. Pero hay más elementos que generan intranquilidad. Tras una mayor volatilidad aparece el miedo a la inflación, y la posibilidad no sólo de que los tipos no bajen, sino de que se produzca incluso alguna subida.

Renta fija

La renta fija high yield, de baja calidad crediticia, es la que ofrece una expectativa de rentabilidad más elevada este año. Es la única capaz de competir con los rendimientos de la bolsa. Según los índices de Bloomberg y Barclays, la previsión es que estos bonos den alrededor de un 8% a nivel global. Sin embargo, en un escenario de deterioro del crecimiento económico, los expertos recomendaban hasta hace poco posicionarse en la deuda de mayor calidad crediticia, por eso de evitar sustos. Pero ese sentimiento está cambiando poco a poco, a medida que la posibilidad de un aterrizaje suave de la economía se convierte en el escenario central.

Aunque los depósitos con rentabilidades del 3% serán cada vez menos habituales, todavía hay once que conservan esta remuneración en el plazo de un año entre los contratables directamente en España. En cambio, en los últimos días Triodos Bank ha recortado su oferta, del 2,55% al 2,45%.

La rentabilidad del bono americano se mueve al ritmo de la Reserva Federal. A principios de año, el interés de la referencia a 10 años se encontraba en el 3,87%. Por entonces, el mercado de futuros descontaba que la Fed empezaría a recortar los tipos este mes, y dibujaba seis bajadas para el conjunto de este año. Pero la persistencia de la inflación y la resistencia de la economía americana han desinflado progresivamente estas expectativas. Y esto ha provocado que los inversores se deshagan de esta deuda, llevando la rentabilidad del bono a 10 años por encima del 4%. Sin embargo, el mercado anticipa que bajará medio punto hasta final de año, hasta el entorno del 3,82%.

Magallanes Value Investors, la gestora capitaneada por Iván Martín, ha anunciado la disolución del que fue el primer fondo de inversión en España dedicado en exclusiva a inversiones de impacto social, Magallanes Impacto FIL, creado por esta firma en septiembre de 2018. "El fondo ha cumplido con su misión social como entidad pionera de la inversión en impacto en España. Sin embargo, en la coyuntura actual de tipos de interés y en atención a los partícipes, la gestora ha decidido paralizar nuevas inversiones e iniciar, respetando la equidad entre todos los inversores, la devolución del fondo", explica Blanca Hernández, consejera delegada de Magallanes, en un hecho relevante publicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El debate sobre cuándo empezar a alargar la duración en renta fija ha estado encima de la mesa en los últimos meses, por eso de que este año bajarán los tipos de interés. Por eso gran parte del dinero que captó la industria de fondos de inversión española el año pasado se dirigió hacia los fondos de renta fija a largo plazo. Pero las expectativas de recortes de tipos por parte de los principales bancos centrales se han ido retrasando, y con ello ha vuelto la volatilidad al mercado de bonos. Y ha provocado que el dinero prefiera otra vez a los fondos de renta fija a corto plazo antes que a los de mayor vencimiento.

En estos dos primeros meses y medio del año, el precio de los bonos se ha movido de forma brusca, como ya ocurrió también en momentos puntuales de 2023. Y lo ha hecho porque se ha ido ajustado a las expectativas del mercado sobre los recortes en los tipos de interés. Cuando éstas se enfrían, los precios caen con fuerza y viceversa. Esta volatilidad está generando importantes diferencias en las rentabilidades que consiguen los gestores al frente de los fondos de renta fija este año a la venta en nuestro país, que vuelven a ser, además, los más demandados por los inversores. Si se compara la rentabilidad media de los diez fondos de renta fija más rentables del año disponibles en el mercado español con la de los diez con peor evolución, la brecha llega a ser de 10 puntos porcentuales, según datos de Morningstar. Es una diferencia inusual, más propia de la bolsa.