Bolsa, mercados y cotizaciones

Los fondos de deuda a corto plazo y monetarios a tener en cuenta si se atrasa la bajada de tipos

  • Aunque el inicio de los recortes parece cerca, no existe ninguna certeza de cuándo será
  • Esa falta de visibilidad ha dado una segunda vida a los fondos de corto plazo
  • Los monetarios ya ganan un 0,9% en el año y los de deuda corporativa un 0,78%
Imagen: iStock.

En los últimos meses del año pasado se daba por hecho que los bancos centrales empezarían a deshacer el camino que emprendieron en julio de 2022 tan pronto como en el primer trimestre de este año. La hoja de ruta para el inversor en renta fija parecía clara entonces: si esto sucedía, como creía firmemente el mercado, sería un momento histórico para tener bonos en cartera y también para empezar a alargar la duración. Pero una cosa son las expectativas y otra lo que sucede en realidad, y lo que ha pasado al final es que la posibilidad de que bajen los tipos se ha ido retrasando cada vez más. Aunque el inicio de los recortes parece próximo, no existe ninguna certeza de cuándo será, e incluso existe la posibilidad de que se demore aún más. Esta falta de visibilidad sobre el futuro de los tipos de interés ha dado una segunda vida a la deuda a corto plazo y también a los fondos monetarios, que sobre el papel dejaron de tener sentido hace meses.

El daño de intentar adelantarse a los movimientos de los bancos centrales fue muy tangible ya el año pasado, y en este también lo está siendo. Quien alargase la duración de sus bonos antes de tiempo afronta pérdidas por precio. Por ejemplo, alguien que comprase en enero deuda pública alemana con vencimiento a diez años asumiría una pérdida del 2,6% si vende este papel hoy. En el caso del bono americano, el precio ha bajado aún más, y la pérdida asciende al 4% en apenas tres meses. Además, la curva sigue invertida y esto significa que los plazos cortos todavía ofrecen más rentabilidad que los largos.

Con los fondos de inversión que construyen sus carteras fundamentalmente con renta fija ocurre algo similar. Aquellos productos que invierten en bonos a largo plazo arrastran caídas medias del 1,6% en este primer trimestre del año, según datos de Morningstar. En el mismo periodo, los fondos monetarios de muy corto plazo, que conceptualmente se usan para aparcar la liquidez, han logrado rentabilidades del 0,9%. Por su parte, los fondos monetarios clásicos, aquellos que cimentan sus carteras con renta fija de una duración media de tres meses, consiguen avances similares, del 0,88%. El mayor riesgo que se asume con estos fondos es que alguno de los países en los que invierte entre en default (es decir, que deje de pagar su deuda), algo poco probable porque suelen comprar bonos de países como Alemania, Estados Unidos o España. Y también están en positivo los fondos que invierten tanto en deuda a corto plazo tanto corporativa como pública (ver gráfico).

"Mantenemos nuestra preferencia por los plazos cortos de la curva de tipos (riesgo de duración bajo) porque el diferencial de tipos es todavía atractivo a favor de éstos y las primas de riesgo por plazo en los vencimientos largos aún no son suficientes en un entorno de volatilidad elevada. El índice de volatilidad MOVE ha disminuido en el año, pero sigue por encima de su media de 10 años (75,98)", señala el equipo de análisis de Bankinter, que estima que el momento de alargar la duración llegará en el tercer trimestre de este año, "cuando haya mayor visibilidad sobre el control de la inflación y la hoja de ruta de los recortes de tipos por parte de los bancos centrales".

Aunque la inflación en la eurozona se acerca poco a poco al objetivo del 2%, todavía persisten elementos que presionan los precios al alza, como unos salarios que siguen creciendo con fuerza, el repunte del petróleo, el riesgo geopolítico, o la propia fortaleza del mercado laboral. Los bancos centrales quieren evitar dar un paso en falso, que equivaldría a empezar a bajar los tipos y a mitad de camino recalcular y volver a subirlos ante un repunte inesperado de la inflación. Por eso continuamente trasladan mensajes de cautela. Esta misma semana, Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, ha vuelto a pedir calma y ha reiterado la idea de que la Fed se tomará su tiempo antes de iniciar los recortes.

"El mercado está obsesionado con ver si en junio llegarán las bajadas de tipos. No somos en particular muy optimistas al respecto", reconoce Juan José del Valle, responsable de análisis de Activotrade. Actualmente el mercado descuenta que el abaratamiento del dinero en Occidente comenzará en verano "En relación a bajar tipos o no en junio, en el corto plazo, como hemos destacado, no esperamos que los bancos centrales se atrevan a bajarlos, debido al efecto base que probablemente se producirá en los datos de inflación durante los próximos 2-3 meses con las fuertes subidas de la energía y del petróleo", añade.

Con este telón de fondo, en BlackRock mantienen una preferencia táctica y estratégica por los bonos a corto plazo. En Abaco Capital también han decidido reducir el riesgo de la cartera, para posicionarla en vencimientos a corto plazo y minimizar el riesgo de crédito, "ya que la diferencia de rentabilidad de estas emisiones, con menor riesgo de duración y menor riesgo de crédito es en ocasiones igual o superior a la rentabilidad de bonos con un riesgo más elevado", detallan.

Esa preferencia hacia el corto plazo se observa también entre los propios inversores. Por el lado de los fondos monetarios, estos han alcanzado un patrimonio de 6 billones de dólares en Estados Unidos, un nivel que supera incluso el que lograron durante la crisis de Lehman Brothers, en 2008, cuando rozaron los cuatro millones. En Europa, su volumen ronda los 1,72 billones de dólares y representan un 13% de todo el dinero en fondos, según datos de Efama. En clave española, los fondos monetarios acumulan suscripciones netas de 3.700 millones de euros este año, que sólo superan los fondos de renta fija. El mercado monetario, con una rentabilidad aún cercana al 3,90%, ofrece, según Ofi Invest AM, un nivel de retorno atractivo además de un riesgo bajo. "Es probable que esta expectativa se mantenga al menos hasta la primera bajada de tipos del BCE. Además, en función de las expectativas actuales, la rentabilidad de los fondos del mercado monetario de gran capitalización en 2024 podría llegar al 3,9%, superando incluso el nivel de 2023, el 3,28%", aseguran.

En el caso de los fondos de renta fija captaron cerca de 3.200 millones en nuestro país en los dos primeros meses del año, frente a los 830 millones que atrajeron los de largo. Esta misma tendencia se ha visto también en Europa. "Vemos una tendencia creciente del flujo de dinero hacia la deuda de menor duración, a medida que vuelve la volatilidad del mercado de tipos de interés", señalaba Bank of America en un informe, a mediados de marzo. "Aunque vemos tipos estructuralmente más bajos en los próximos años, somos conscientes de que la bajada de tipos prevista no será en línea recta", añadían.

Los fondos de inversión con mejor comportamiento

Hasta aquí la teoría. En la práctica, el inversor tiene a su alcance múltiples fondos de inversión de deuda a corto plazo, tanto corporativa como pública; y fondos monetarios que se dividen, a su vez, entre los fondos monetarios tradicionales y los de ultra corto plazo. elEconomista.es ha seleccionado aquellos productos que mejor se comportan este año, y que también han sido capaces de lograr un mejor resultado que su categoría en los últimos cinco años. La principal diferencia entre los fondos de renta fija a corto plazo y los monetarios es que en los primeros la duración media de la cartera es superior, aunque no suele sobrepasar los tres años. Esto es lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de posicionarse. Para aquellos inversores que prefieran asumir menor duración entonces tendrán que fijarse en los monetarios.

Dentro de los fondos de renta fija corporativa a corto plazo destaca Schroder ISF EURO Credit Conviction A Acc, con una rentabilidad del 2,21% en 2024 -ningún otro fondo de esta categoría se revaloriza más-. Si se amplía la fotografía a los últimos doce meses, sus ganancias se elevan hasta el 9,54%. Su objetivo es obtener rentabilidades superiores a las del índice ICE BofA 1-5 Year BBB Euro Corporate Total Return, y en el último año lo ha conseguido. Una forma de medir cuánto de activo es un fondo de renta fija es mediante una ratio llamada alfa, que indica el valor añadido que aporta un gestor respecto al índice de referencia. Y este vehículo es el que más alfa ha generado de su categoría en los últimos doce meses, según Morningstar. El fondo invierte en 319 emisiones, siendo el sector industrial y el financiero los que adquieren mayor protagonismo en su cartera. Ésta tiene una duración efectiva de 2,7 años, según la última información referida por el fondo, a cierre de febrero, y un rendimiento a vencimiento del 5%.

En segundo lugar, se encuentra BBVA Bonos Corp. Duración Cubierta, con una rentabilidad del 1,83% en el año. En este caso, la duración media de su cartera es inferior a los tres meses e invierte fundamentalmente en emisores con grado de inversión. Su índice de referencia es ML Corp Large Cap 1-4Y Excess Return % 1d y entre sus principales posiciones se encuentran emisiones cotizadas españolas, como Inmobiliaria Colonial, Bankinter y Banco Sabadell, que son las tres mayores. En cuarto lugar, figura una emisión de Enel Finance y en quinto otra de BBVA. Este es otro de los fondos que más alfa ha generado en los últimos doce meses, periodo en el que se revaloriza un 6,73%, según Morningstar. A tres años aguanta en positivo, con un 1,22% anualizado, mientras la categoría pierde un 0,13%. A cinco también se comporta mejor que sus comparables, con un rendimiento del 0,87% anualizado, superior al 0,08% que suman de media el resto de fondos de renta fija corporativa a corto plazo.

El tercer vehículo con mejor comportamiento en 2024 es Caixabank RF Corp Dur Cub Estándar, periodo en el que avanza un 1,68%. El fondo invierte al menos un 60% en activos de renta fija privada y el resto en valores emitidos por Estados de la OCDE, y la duración objetivo de la cartera podrá oscilar entre 0 meses y 1 año. Este producto ofrece una amplia diversificación geográfica y también de emisores y sectores. "En crédito se mantiene una visión constructiva", señala su gestor en el último comentario mensual, de febrero. "Hemos añadido exposición a través de las compras en el mercado primario de forma selectiva. En el secundario, la actividad ha estado centrada en alargar el vencimiento en aquellos emisores que nos han dado la oportunidad al cotizar el corto plazo a niveles muy caros", desarrolla. A largo plazo, este producto también ofrece un resultado diferencial respecto a sus comparables. En tres años obtiene una rentabilidad anualizada del 0,14% y a cinco, del 0,33%.

Dentro de los fondos de deuda pública a corto plazo sobresalen dos, por obtener rentabilidades positivas este año y por comportarse mejor que su categoría en los últimos cinco. La gran mayoría no consigue ambas cosas a la vez. Uno de ellos es Generali IS Euro Short Term Bond EX. El fondo invierte en deuda pública a corto plazo con una calificación equivalente o superior a BBB de Standard and Poor's o Fitch, o Baa3 de Moody's. Y el vencimiento medio de su cartera no puede superar el año. El otro es Ibercaja Oportunidad Renta Fija A, que invierte en renta fija de la zona euro y busca rentabilidades superiores en el medio plazo a las ofrecidas por los mercados monetarios. En este caso, la duración media de la cartera será inferior a 3,5 años. En el caso de Generali IS Euro Short obtiene una rentabilidad del 0,57%, mientras que Ibercaja Oportunidad Renta Fija avanza un 0,12%.

En cuanto a los fondos monetarios, la mayoría de los seleccionados lleva ya rentabilidades del 1% o próximas a esta cifra en este primer trimestre del año. Algunas opciones que también han demostrado consistencia en sus resultados a largo plazo son DWS ESG Euro Money Market Fund, Ostrum SRI Money R o Trea Cajamar Corto Plazo A. Pero si lo que se busca son monetarios de ultra corto plazo, en ese caso algunos de los fondos a valorar podrían ser Ofi Invest ISR Monétaire CT E, LO Funds Short-Term Money Market EUR MA, o AXA Court Terme P.

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