En la idiosincrasia de los mercados de valores, ser categórico con el devenir no es fácil porque son muchas las implicaciones a tener en cuenta. Esta lección se repasa tras las elecciones generales celebradas en este país el 23 de julio, ya que la incertidumbre sobre el futuro Gobierno que se extrae de las mismas, de momento, no ha cotizado. O al menos, no a la baja.