
Es cuanto menos anecdótico que, en uno de los meses vacacionales por antonomasia como es julio, las aerolíneas del Viejo Continente anoten su mayor caída de lo que va de año. La corrección media de las cinco firmas de esta industria más grandes de Europa (AirFrance, Ryanair, Lufthansa, WizzAir e IAG) es del 8% en el mes, a tres sesiones bursátiles de finalizarlo. El sectorial Stoxx 600 Travel & Leisure, que aglutina aerolíneas y compañías de ocio del continente, no se sale de esta foto y se deja también un 2,54% en julio, lo que sería también su primer mes en pérdidas de 2023.
La subida en el precio del petróleo es, entre otros, uno de los motivos de la penalización de estas firmas –por el coste que revierte en los combustibles–, con un alza del crudo de más del 10% en julio, que supone su mes más alcista de los últimos 14 después del recorte de oferta de la OPEP+. Además de esto, la rebaja en la estimación de pasajeros para 2023 que comunicó Ryanair en la presentación de resultados del primer trimestre fiscal (el pasado 24 de julio) también tuvo un efecto contagio en el sector.
La compañía irlandesa –la única de las cinco grandes que, de momento, ha rendido cuentas ante el mercado– presentó unos sólidos resultados correspondientes al primer trimestre fiscal (de abril a julio), con un incremento de sus ingresos y sus beneficios. Así, aunque sus cifras batieron las estimaciones del mercado en un 1,7% (presentó un BPA [beneficio por acción] de 0,579 euros frente a los 0,570 pronosticados), el recorte de la firma en la estimación de pasajeros, en parte, por el retraso en la entrega de aviones Boeing, ha impactado directamente en su cotización.
Aunque en el año muchas de ellas son líderes indiscutibles, desde el inicio de mes se observa un menor rendimiento en las compañías de viaje y turismo que refleja, según JP Morgan, el creciente nerviosismo de los inversores por la sostenibilidad de la demanda. "Esta no es una preocupación nueva, y tenemos una sensación de déjà vu desde 2022, ya que el debate sobre el impacto final de las subidas de tipos en la salud de el consumidor predomina en el último año", aclaran.
En la misma línea, Conroy Gaynor, de Bloomberg Intelligence, matiza:"Es posible que las aerolíneas tradicionales europeas tengan que demostrar que la confianza en la recuperación puede mantenerse en los próximos informes, ya que se espera un fuerte rendimiento de los pasajeros en el segundo trimestre, junto con dudas sobre si los precios benignos pueden resistir la atonía de las economías y el aumento de la capacidad".
Pese a la caída de julio –la húngara Wizz Air es la que más se deja, con un 11%–, las cinco aerolíneas europeas se anotan fuertes avances anuales en bolsa y cuentan también con la confianza de los analistas, ya que todas tienen un potencial alcista de más del 30% para los próximos 12 meses.
El resto de compañías del sector del turismo, también a la baja
En clave nacional, otras firmas del sector turismo y viajes como Aena y Amadeus también se anotan pérdidas en julio. Meliá, por su parte, es la que más se desmarca de esta racha bajista y, tras la subida del miércoles, se queda en tablas en el mes. Sin embargo, para el gestor aeroportuario (que presentó ayer resultados, con un beneficio neto de casi el doble que en 2022) sería, de momento, el segundo mes más bajista del año, con un -2,4%. Para Amadeus, a tres sesiones de cerrar julio, su primer mes en 'rojo' de 2023, con una corrección del 3,4%.