
El verano está sentando bien a los precios del petróleo y, por ende, a las petroleras. La estrategia del cártel de productores de crudo conocido como OPEP+ (los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios externos, liderados por Rusia) está empezando a dar sus frutos, después de unos meses en los que parecía que la alianza de productores había perdido el control sobre los precios del crudo, incapaces de generar subidas en los precios a pesar de todos sus esfuerzos.
El recorte de oferta que a principios de mes acordó prolongar la OPEP+ durante todo el año que viene se había visto eclipsado por unas perspectivas pesimistas para la demanda de petróleo en los próximos meses, por el temor a un frenazo en el crecimiento económico. Los mínimos del barril europeo se tocaron a mediados de junio, en los 71,94 dólares, y desde entonces, especialmente en julio, el barril ha emprendido una senda alcista que lo ha llevado hasta los 83,4 dólares, reduciendo las pérdidas del año hasta el entorno del 3%.
La subida de este mes, del 11,3%, convierten a julio en el mes más positivo para el crudo desde mayo de 2022, y hará, de terminar así, que el barril cierre mensual por encima de 80 dólares por primera vez desde el pasado febrero. Los analistas también destacan cómo el Brent acaba de conseguir superar su precio medio de las últimas 200 sesiones, un indicador técnico que confirma el buen momento para el barril.
La 'OPEP+' logra su objetivo
Aunque los mercados están dando crédito por momentos al temor de que la recesión en Europa empeore, y que Estados Unidos pueda terminar cayendo en una situación similar en los próximos trimestres (esto se está dejando notar en el mercado de renta fija esta semana), las expectativas de que la posible caída de la demanda se equilibre con recortes de oferta está llevando a muchos inversores a regresar al petróleo.
Óscar Anaya, director de Wealth Management de la EAFI Cobalto Inversiones, considera que ahora hay "más catalizadores para estar positivo con el petróleo, que los que podemos encontrar para estar negativos. La estabilización que ha habido en la producción con los recortes de la OPEP+, ampliados durante el año que viene, hace pensar que la tendencia se inclina más al alza que a la baja", señala el experto.
Aunque el analista advierte de que "con los riesgos geopolíticos actuales, las previsiones sobre el petróleo son inciertas, sí que hay que ponerlo en el radar, ya que ahora el precio tiende a las alzas. La demanda sigue estando fuerte, aunque no con la misma fuerza que en el pasado, pero que la oferta no crezca con la misma fuerza estabiliza los precios del barril", señala.
En el mismo sentido, Craig Erlam, analista de mercado sénior de Oanda, destaca dos factores que parecen estar impulsando los precios del crudo. "Hemos visto fuertes ganancias en las últimas cuatro semanas, con el Brent subiendo casi un 15% desde los mínimos de finales de junio. Esto se debió a los recortes de Arabia Saudí y Rusia, y a la mejora de las lecturas económicas en otros países, que respaldaron la hipótesis de un aterrizaje suave, tras un ciclo de ajuste monetario muy agresivo", señala.
Las petroleras acompañan
Las compañías del sector del petróleo no están atravesando un buen año. Al fin y al cabo, aunque se ha producido una subida importante en los precios en las últimas semanas, 2023 sigue siendo un año de caídas para el precio del recurso energético, y esto lo están sufriendo las empresas en su cotización.
En un año que está siendo positivo para la bolsa europea, con subidas de más del 10% para el Stoxx 600, el sectorial de petroleras del índice europeo es uno de los que peor se comporta en el año: pierde un 0,42%, sólo por debajo de las empresas productoras de otras materias primas, y del inmobiliario.
El rebote que han vivido las petroleras en las últimas semanas, acompañando las subidas de los precios del crudo, han recortado las pérdidas hasta casi hacerlas desaparecer. Es el cuarto sector que mejor lo está haciendo en julio, dentro de los que conforman el Stoxx 600, con un repunte del 4,3% en este periodo.
Las caídas del crudo en 2023 han afectado a las previsiones de beneficio que hacen los analistas para las empresas del sector. Desde el primer día del año hasta ahora, la estimación de ganancias de 2023 para las 20 firmas más grandes de la industria ha caído un 16%, según el consenso de analistas que recoge FactSet.
De prever beneficios de 197.307 millones de euros para estas compañías este año, ahora esperan 164.465 millones de euros. La buena noticia es que Repsol, la única empresa española que forma parte de este grupo de compañías, es una de las dos que consiguen evitar este deterioro de las previsiones: se espera que gane un 3,6% más en 2023 de lo que se preveía en enero.
Las caídas en bolsa del sector no han empañado el atractivo que mantienen estas firmas para el consenso de analistas, que sigue defendiendo que son una buena inversión en este momento, en su mayoría: 11 de las 20 firmas mantienen la recomendación de comprar para el consenso de analistas que recoge FactSet, y las otras 9 son un mantener, por lo que no hay recomendaciones de venta en ninguna de estas firmas.