Bolsa, mercados y cotizaciones

El recorte de oferta de la OPEP avala el potencial del 30% en las petroleras

  • La decisión de la OPEP tiene una lectura geopolítica, según los expertos
  • Goldman Sachs ya baraja los 100 dólares al cierre de 2024
  • Repsol es una de las petroleras con mayor potencial en bolsa
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Después de conocerse la decisión de la OPEP+ (la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios externos) de implementar un nuevo recorte de producción, del entorno del millón de barriles diarios, el precio del barril Brent vivió su jornada más alcista en un año, con subidas que llegaron a superar el 8% durante la jornada.

Aunque el barril se estabilizó finalmente en el entorno de los 85 dólares, con un avance diario del 6,2%, se trata de una de las jornadas en las que las subidas han sido más agresivas para el crudo en los últimos meses. La noticia del recorte de oferta de la OPEP no era esperada, y ha llevado a muchas casas de análisis a revisar sus perspectivas para el precio del petróleo en los próximos meses. Algunos ya abren la puerta a que el barril europeo recupere la cota psicológica de los 100 dólares en los próximos meses, o en algún momento del año que viene.

El banco estadounidense Goldman Sachs es una de las firmas que han incrementado la estimación de precios del crudo para este año y el que viene. Ahora esperan que el Brent cierre 2023 en el entorno de los 95 dólares, frente a los 90 que esperaban hasta ahora, y su escenario base ya recoge un barril en los 100 dólares al cierre de 2024, algo que no esperaban antes de la decisión de la OPEP+.

En el arranque de la semana, sin que se hayan producido más revisiones en las previsiones para el precio del crudo al margen de la de Goldman, la estimación del consenso para final de año es de 95 dólares, lo que supone un potencial alcista de casi el 12%.

Después de anunciar el pasado octubre un recorte de oferta de 2 millones de barriles diarios, y haber conseguido con este movimiento recuperar el equilibrio entre la producción y el consumo de petróleo actual, muchos analistas están tratando de responder qué es lo que ha podido llevar a Arabia Saudí, como líder de la OPEP, a pactar este nuevo recorte de oferta.

La principal hipótesis que se está valorando implica que esta decisión sea una nueva escaramuza en el pulso geopolítico que están teniendo Arabia Saudí y Estados Unidos en los últimos meses. La llegada de la administración Biden ha deteriorado las relaciones entre estos dos aliados (el asesinato del periodista estadounidense Jamal Khashoggi, presuntamente ordenado por las altas esferas políticas del país árabe es una de las causas que más se barajan), y todo apunta a que el reino Saudí ha decidido mantener una estrecha colaboración con Rusia en la estrategia de producción de crudo.

De hecho, según el acuerdo oficial, la mayor parte del nuevo recorte la asumirán Arabia y Rusia. Este último ya se había comprometido a recortar la oferta en 500.000 barriles diarios desde este mes hasta junio, como respuesta a las sanciones de Occidente, algo que, según los datos que recoge Bloomberg, por el momento no se está materializando. Los datos de envíos de petróleo que recoge la agencia apuntan a que, en la última semana de marzo, Rusia incrementó sus exportaciones de petróleo hasta los 4,13 millones de barriles diarios, un nuevo récord histórico.

Hay analistas que ya están planteando sus dudas de que la OPEP vaya a llevar a cabo este nuevo recorte como lo ha anunciado. "Un cambio inesperado de 1 millón de barriles diarios entre la oferta y la demanda de petróleo puede impactar a los precios del barril entre 20 y 25 dólares", explican desde Bank of America. Sin embargo, el banco no ha cambiado su estimación de precios para el Brent, en los 90 dólares para la segunda mitad de este año, argumentando que "no está nada claro qué cantidad de los recortes planteados terminarán siendo reales, teniendo en cuenta que el cártel históricamente ha fracasado a la hora de implementar los recortes acordados", señalan.

Un repunte del precio con potencial para el sector

Era de cajón que tras un 2022 en el que las petroleras integradas cerraron un año de récord, el 2023 iba a saber a poco a los inversores. Las acciones de estas compañías retroceden en su mayoría en lo que va de año, con un precio del barril de petróleo que tendía a la baja hasta ahora. Pero si el mercado baraja ahora que la oferta de crudo global se puede ver resentida, lo que conlleva un incremento del precio del petróleo cotizado, los márgenes de refino pueden aportar mejoras de beneficio no previstas a primeros del año mientras cotizan con unos ratios históricamente bajos. Es decir, las integradas están baratas mientras su potencial es cercano al 30% entre las 30 petroleras integradas más grandes del mercado. Un recorrido por delante en bolsa superior al que ofrecen índices como el S&P 500 o el EuroStoxx 50 (inferior al 15%).

Es por ello que, mientras predominan las oportunidades de compra dentro del sector a ambos lados del Atlántico, según el consenso de mercado recogido por FactSet, compañías como Repsol, Shell o Eni cuentan con un espaldarazo del mercado que considera que las tres pueden subir en bolsa más de un 20%.

Como ejemplo, Repsol sería la que más recorrido tiene por delante de entre las integradas más grandes del mercado, siendo a su vez la que tiene un PER (veces que el beneficio queda recogido en el precio de la acción) más bajo que sus pares y un Valor sobre libros / ebitda inferior a las tres veces. De esta forma, solo la noruega Equinor tiene un EV/Ebitda inferior a la integrada española.

Es cierto que las firmas de análisis recogen una merma en los beneficios para este 2023 y 2024 en comparación con el ejercicio pasado. Pero recordemos que este recorte de los beneficios no se debe a una caída del volumen de negocio, sino a un precio del petróleo en 2022 elevado, en comparación con lo visto en años anteriores, que engordaron las cuentas de las integradas gracias a la ampliación de los márgenes de refino. Y es que hay firmas de análisis, como Barclays, que consideran que no se repetirán los márgenes de refino vistos en 2022, pero que seguirán siendo altos, por lo menos durante buena parte del año en curso mientras la OPEP siga afectando con sus decisiones a la cantidad de petróleo disponible en el mercado.

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