
En la idiosincrasia de los mercados de valores, ser categórico con el devenir no es fácil porque son muchas las implicaciones a tener en cuenta. Esta lección se repasa tras las elecciones generales celebradas en este país el 23 de julio, ya que la incertidumbre sobre el futuro Gobierno que se extrae de las mismas, de momento, no ha cotizado. O al menos, no a la baja.
El resultado de estos comicios, donde por ahora no hay vencedor final y no se descarta la repetición de unas nuevas elecciones, impactó en el Ibex 35, la principal referencia española, menos que en otras ocasiones: el índice cerraba la sesión siguiente al día electoral con pérdidas del 0,29% frente a -2% promediado en las jornadas postelectorales en la bolsa española. Lo mismo en la referencia europea, el EuroStoxx, que corregía un tibio 0,19% en bolsa el lunes.
Fue el jueves, sin embargo, cuando los mercados registraron mayores movimientos tras la lluvia de resultados empresariales del primer semestre del año, así como tras conocerse la última actualización en política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), con una nueva subida de 25 puntos básicos en los tipos de interés -que sitúa el precio del dinero en la eurozona en el nivel más alto desde 2000 en el caso de la tasa de depósito (3,75%)- y que dejaba en el aire la continuidad de más subidas en los próximos meses. Después de las palabras de Christine Lagarde, presidenta del organismo europeo, y de los buenos datos macro de EEUU, el ánimo inversor despertaba con fuerza, con alzas que llevaban al EuroStoxx a romper la resistencia clave de los 4.415 puntos, que son los máximos que alcanzó la bolsa panaeuropea antes de la irrupción de la crisis de Lehman Brothers, en 2007. El Ibex 35, por su parte, también tuvo su fiesta particular, y cerró con nuevos máximos anuales.
Con este telón de fondo, y aunque la incertidumbre no es buena amiga de los mercados y la economía, analistas consultados por este medio consideran que el actual bloqueo político no será definitorio, como sí lo son los datos macroeconómicos o las decisiones de los grandes banqueros. "La posibilidad de un bloqueo político podría generar una mayor incertidumbre durante los próximos meses, pero consideramos que está descontado por los mercados. Tras los resultados electorales, el Ibex recuperó gran parte de la caída inicial y finalizó la sesión con un descenso de apenas un 0,29%, mientras el bono a 10 años y la prima de riesgo se mantuvieron estables, lo que nos muestra que a pesar del resultado, los inversores no deshicieron posiciones", indican desde XTB, que añaden: "Gran parte de los bancos de inversión apuesta por la repetición de las elecciones de cara a final de año, por lo que las negociaciones para intentar formar gobierno podrían pasar desapercibidas. Aunque es cierto que esta situación podría retrasar la asignación de fondos Next Generation, la bolsa española estará más condicionada por la evolución de la inflación, las decisiones de los bancos centrales, los resultados empresariales y la velocidad de la desaceleración económica", completan desde la firma.
Goldman Sachs hacía lo propio en su último informe a colación de las elecciones españolas, donde subraya su confianza en la resiliencia de la economía española, que a su juicio es mayor que la del resto de vecinos europeos al margen del futuro político del país derivado de las últimas elecciones generales. El banco de inversión estadounidense subraya que el futuro Gobierno tendrá que abordar la última fase de la recuperación pandémica y de crisis energética en un escenario, además, en el que las condiciones financieras serán más duras, al igual que en el resto de la eurozona. Sin embargo, remarca, "el país parece estar bien posicionado para abordar estos desafíos incluso si el proceso electoral no proporcionó un resultado concluyente".
El banco privado suizo Julius Baer, en su informe Elecciones españolas: un giro incompleto hacia la derecha, mantiene una opinión positiva sobre la deuda pública española y una posición neutral en renta variable en medio de este desconcierto: "Un cambio de liderazgo aún posible y una mayor atención a la disciplina fiscal podrían respaldar aún más el actual impulso de estrechamiento de los diferenciales de la deuda soberana, que ahora probablemente experimente una pausa en medio de la incertidumbre política desencadenada por las elecciones".
No obstante, mantienen una opinión positiva sobre la deuda pública española y calificación de sobreponderar la periferia de la zona del euro en general, a pesar de los retos futuros. "Mientras tanto, mantenemos una posición neutral sobre la renta variable española, ya que el contexto macroeconómico y las expectativas de beneficios siguen siendo menos favorables", desarrolla Dario Messi, analista de renta fija de Julius Baer.
Internacionalización
El grado de internacionalización y la diversidad geográfica de las compañías cotizadas es una de sus armas ante un contexto de desconocimiento. "Afortunadamente, y gracias al elevado grado de internacionalización de nuestras empresas, no creemos que a corto plazo pudiera tener un impacto significativo. En otras ocasiones hemos afrontado situaciones similares con un resultado neutro y no creemos que esta vez sea diferente. En un escenario de bloqueo persistente absoluto, con nuevas elecciones generales sin resultado claro, creemos que pudiera afectar más a la deuda soberana que a las empresas cotizadas, sobre todo si tienen un perfil internacional. En cualquier caso, este no es nuestro escenario central", desarrolla en este sentido Félix López, socio de atl Capital.
En este punto coincide Fernando Romero, de Ábaco Capital. Aunque opina que, en líneas generales, cualquier incertidumbre, y más en el ámbito político, nunca es buena, ni para los mercados ni para la propia economía, "ya que ralentiza y dificulta la toma de decisiones tanto empresariales como de inversores, el impacto que puede tener en el corto plazo para muchas de estas empresas es muy limitado, dada la diversificación geográfica que tienen la mayoría de compañías cotizadas", continúa el experto.
Bajo el mismo análisis, el analista Diego Morín, de IG, sí que cree que el bloqueo político actual podría penalizar tanto a la economía española como el ánimo de los inversores, aunque -matiza- lo complicado de sacar conclusiones apresuradas. "Los resultados electorales dejan clara la postura que teníamos antes de las mismas, ya que el desenlace del pasado domingo en España muestra la dificultad que existe para formar un gobierno ante la fragmentación actual, lo que pone sobre la mesa una incertidumbre para la economía española en las próximas semanas y/o meses si no se llega a formar un gobierno, situación compleja hoy día. Por tanto, no podemos descartar la posibilidad de nuevas elecciones a finales de año, situación que generaría mayor deterioro de nuestra economía y mostraría mayor desconfianza inversora, y estimo que, si se produce esta situación, podríamos tener un coste superior a los 150 millones de euros", desarrolla.
Para Javier Molina, analista senior de mercados para eToro, hay claros segmentos beneficiados si el Gobierno actual continúa al frente: "La tendencia alcista de la bolsa española se debe a diversos factores como el bajo rendimiento del último año, el alza del sector financiero, y al éxito de empresas como Inditex o Iberdrola. En definitiva, si se mantiene el actual Gobierno y pese a las incertidumbres existentes, los grandes beneficiados serán sectores como el turismo, el de las energías renovables, la construcción o todo lo relacionado con el vehículo eléctrico y no esperamos un cambio de tendencia".
Y continuando el análisis por segmentos, hay que tener en cuenta que el Ibex es un índice muy bancarizado (con en torno a un 30% de su peso), un sector en el punto de mira por la subida de los tipos de interés -por lo que beneficia a su negocio-, así como por el impuesto a sus beneficios extraordinarios. Un gravamen que, como recuerda Franco Macchiavelli, responsable de análisis de Admirals España, "incluso con el Partido Popular gobernando, seguiría en vigor". En este sentido, el experto añade que "en cuanto al tema de la energía, las empresas renovables suelen obtener un impulso favorable cuando hay un gobierno de izquierda, mientras que las compañías nucleares pueden enfrentar mayores restricciones".
Con todo, y echando la vista atrás, Macchiavelli rescata las dos elecciones que se vivieron en 2019 y el crecimiento "sin impacto significativo" que experimentó la economía española, "por lo que no esperamos un gran impacto en los mercados debido a esta variable", finaliza.