Economía

Irene Tinagli, eurodiputada: "La UE no tiene capacidad para abordar todas las inversiones que necesita"

Irene Tinagli, presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios (ECON) del Parlamento Europeo, el pasado 28 de febrero. Fotografía: Raquel Enríquez.
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Ha empezado la cuenta atrás para las próximas elecciones europeas, que en España se celebrarán el domingo 9 de junio. Será entonces cuando la ciudadanía de los 27 países de la Unión Europea (UE) escoja a los representantes de la cámara legislativa supranacional: el Parlamento Europeo. Esta es una institución bastante desconocida entre la población a pesar de que, a modo de ejemplo, de ella han salido la mayoría de las leyes españolas vigentes. El aura de lejanía, tecnicismos y burocracia que rodea a la Eurocámara hace que sean minoría las personas que saben que dentro de ella hay varias comisiones permanentes que abordan distintos asuntos (pesca, igualdad, comercio internacional...). Una de las más importantes es la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios (conocida en la jerga de la UE como ECON), que actualmente está presidida por Irene Tinagli.

Entusiasmada con su trabajo y, al mismo tiempo, prudente a la hora de explicar su papel en el extenso esquema de la UE. Así se mostró Tinagli durante su entrevista con elEconomista.es el pasado 28 de febrero, coincidiendo con el pleno del Parlamento Europeo celebrado a finales del mes pasado en Estrasburgo. "Es una gran comisión (aunque sea un poquito técnica), con gente estupenda y que trata asuntos muy importantes", afirmó la italiana al hablar de la ECON y sobre qué le gustaría que pasara después de los comicios. Hasta entonces faltan tres meses y, a su parecer, a la Eurocámara le quedan todavía tareas pendientes.

Es un cambio importante y estoy bastante contenta. Hasta ahora, las sedes de las agencias nuevas [de la Unión Europea] eran decididas exclusivamente por el Consejo. Dijimos que no era la manera adecuada. Y, de hecho, el Tribunal de Justicia de la UE señaló que todo lo que implique legislar tiene que ser decidido de forma conjunta, es decir, por los dos colegisladores: Parlamento y Consejo.

Así, esta vez, como la AMLA es parte de la regulación contra el blanqueo de capitales, su sede la hemos tenido que decidir juntos.

Creo que ha sido una gran innovación. Da al Parlamento un papel relevante, el que debe tener. Y otorga también a la decisión un mayor nivel de transparencia y democracia: decidimos tener audiencias públicas y todos los candidatos vinieron aquí. Cada ciudad hizo su propuesta y respondieron a las preguntas de los eurodiputados.

El Parlamento Europeo, especialmente la ECON, ha tenido un importante rol porque es donde el BCE tiene que rendir cuentas.

Por supuesto, el BCE es independiente. Nadie está cuestionando su independencia. Pero la autonomía conlleva responsabilidad y rendición de cuentas. Los representantes de la ciudadanía pueden hacer preguntas [al banco central] sobre cómo han tomado sus decisiones, cuál podría ser su impacto... Y ellos también señalan problemas potenciales.

En este último año, con la inflación, ha habido discusiones y deliberaciones muy interesantes. Hay 27 Estados miembros y, a veces, la inflación no está en los mismos niveles en todos lados.

  • Ha hablado de que el BCE es una institución independiente pero que, al mismo tiempo, ha de rendir cuentas ante la Eurocámara. ¿No hay un riesgo de interferencia política en el banco central si tiene que venir al Parlamento a explicar su política monetaria?

¡En absoluto! No tenemos ninguna intención de interferir en el proceso de toma de decisiones del Consejo de Gobierno del BCE. Pero, como he dicho, la independencia no significa que no tengas que rendir cuentas a nadie y que no tengas que explicar qué haces. Todos los bancos centrales deben rendir cuentas.

  • ¿Qué hace el Parlamento Europeo con las respuestas del BCE a sus preguntas sobre el impacto de la política monetaria? ¿Se tienen en cuenta para tomar medidas fiscales?

Podemos usar ese tipo de información para nuestras otras propuestas, en otras acciones en las que estamos trabajando. Es importante ser capaces de coordinar un poquito la política monetaria con las políticas fiscales y económicas. Por supuesto, este es uno de los mayores desafíos de la Unión Europea porque no tenemos un solo Gobierno federal, sino que tenemos una política monetaria y 27 políticas fiscales.

Una gran parte de nuestro trabajo en el Parlamento Europeo es legislar, pero a veces eso es cosa de los Estados miembros y no está en nuestro poder. En cambio, en ocasiones podemos hacer actos políticos con los que podemos intentar persuadir a los Gobiernos o hacer una llamada a la acción. Podemos hacer una recomendación, o una resolución, pidiendo a la Comisión que intervenga, por ejemplo, llevando a cabo más inversiones si tenemos la sensación de que la economía de la UE se está desacelerando.

Todo esto no son solo impresiones. Por eso para nosotros es extremadamente importante obtener información de primera mano del BCE y de las demás autoridades económicas que tenemos en la Unión Europea.

  • El último informe sobre el BCE del Parlamento Europeo destaca que "solo dos de los [26] miembros del Comité Ejecutivo y del Consejo de Gobierno" del banco central son mujeres. ¿Por qué cree que es así? ¿Cuáles son los obstáculos que encuentran las mujeres para llegar a lo más alto de los bancos centrales?

Esto es un ejemplo perfecto de lo que acabo de decir. Nosotros, el Parlamento Europeo, no tenemos el poder de cambiar la composición del Consejo de Gobierno del BCE. Este está formado por los gobernadores de los bancos centrales nacionales [de la eurozona]. Lo que sí podemos hacer es subrayar que así no se va en la dirección correcta si lo que queremos es una gobernanza económica más inclusiva, más diversa.

Seguimos insistiendo en esto. Es una declaración política. Expresamos lo que consideramos que se debe hacer aun sin tener el poder para cambiarlo. Pero creo que tenemos el poder para decirlo, de incluirlo en la agenda.

"Necesitamos más mujeres en el BCE"

A modo de ejemplo, en estos cinco últimos años en varios nombramientos en distintas agencias de la UE (no en el Consejo de Gobierno del BCE, por supuesto), cuando hemos hecho las audiencias y hemos hecho nuestra aportación para la selección, siempre decimos: queremos candidatas fuertes y competentes. No tiene por qué ser una mujer la persona seleccionada finalmente, pero queremos que mujeres fuertes puedan aspirar a esos cargos.

Siempre hemos presionado en esa dirección y ahora siempre recibimos listas de preselección con mujeres incluidas. Así, cada vez que tenemos que hacer una selección hay tanto buenos candidatos como buenas candidatas entre los que podemos escoger.

El resultado es que ahora mismo tenemos una composición mucho más equilibrada en las autoridades económicas comunitarias. Contamos con muchas mujeres competentes y fuertes. Esperamos que, con esto, podamos dar un ejemplo a las autoridades y los bancos centrales nacionales y que ojalá, en un futuro cercano, se den cuenta de que también necesitamos más mujeres en los bancos centrales nacionales y que esto tenga asimismo un impacto en el Consejo de Gobierno del BCE.

¡Desde luego que sí! Tiene un papel importante. Y cuando asumes responsabilidades de esta envergadura tienes que estar preparada para encarar las críticas. Y ella lo está. Créame, está acostumbrada a ello.

Es normal. Todos los gobernadores [de banca central], cuando pasan por momentos difíciles como el que está viviendo la eurozona, siempre tienen que afrontar decisiones complejas. Mario Draghi, en los primeros años de su mandato, también confrontó muchas críticas.

  • El Parlamento Europeo tiene un papel clave en el proyecto del euro digital, pues tiene que decidir junto con el Consejo de la UE cómo legislar la divisa. ¿Cuánto pueden afectar las elecciones próximas al proyecto?

Hay una proposición de legislación en la Eurocámara. Y depende de si somos capaces de cerrar este expediente antes del final de la legislatura. Pero francamente no veo que tengamos mucho tiempo para cerrarlo.

En consecuencia, es posible que el próximo Parlamento y, por tanto, las elecciones tengan un impacto en la parte del expediente que está aquí en la Eurocámara. Pero es demasiado pronto para decir cuánto le afectará.

Lo que estamos haciendo es prepararnos, encontrar la propuesta adecuada y la forma correcta, para poner en marcha el euro digital. Creo que es un instrumento poderoso e importante para la Unión Europea, para nuestra resiliencia, para nuestra autonomía estratégica en términos de divisas digitales.

En definitiva, es un proyecto crucial en el que no podemos fallar. La clave está en encontrar un buen equilibrio, buenas tecnologías y un buen paquete regulatorio para asegurarnos de que podemos aprovechar los aspectos positivos de este instrumento. Y así intentar que todo el mundo está conforme y convertir esto en un proyecto colectivo. No pienso que podamos fracasar en eso.

  • El lunes, durante el debate del BCE, dijo que "hacer las cosas a medias significa hacerlas mal". ¿Cuáles son las tareas pendientes y más urgentes para la ECON en lo que queda de legislatura?

Cuando dije eso me refería al hecho de que hemos sido capaces de cerrar la reforma de la gobernanza económica, que está básicamente centrada en las reglas fiscales. Pero no hemos sido capaces de acompañarla con un compromiso claro (no me refiero si quiera a una propuesta, sino a un compromiso político) para lograr una capacidad fiscal europea que realmente pueda apoyar inversiones en los años venideros.

Antes del final de la legislatura me encantaría ver a este Parlamento unido diciendo: no hemos conseguido hacerlo en este mandato, pero nos comprometemos a hacerlo lo antes posible (en cuanto comience la siguiente legislatura). Porque lo necesitamos.

"En la UE tenemos que hacer tantas inversiones... y no estamos preparados para asumirlas"

Ayer tuvimos aquí a Mario Draghi hablando con los presidentes de las distintas comisiones y, me temo, fue muy claro: en la UE tenemos tantas inversiones que hacer, tantos retos [que afrontar]... y actualmente no estamos preparados para hacerlo.

Necesitamos asegurarnos de construir una verdadera unión de los mercados de capitales para movilizar el capital privado, pero no estamos todavía en ese punto. Cada vez que lo intentamos, muchos Estados miembros dicen que no están preparados y no quieren hacerlo.

También nos hacen falta inversiones públicas porque [las ayudas por] el Fondo de Recuperación y Resiliencia acabarán muy, muy pronto. Pero los desafíos no terminarán en dos o tres años: la transición ecológica, la digitalización, seguridad, defensa, autonomía estratégica... Todo esto no terminará en un par de años.

¿Cómo vamos a afrontar estos retos si no contamos con los presupuestos o la capacidad fiscal europeos, de ningún tipo, para respaldar este tipo de inversiones? Mientras tanto, Estados Unidos ¡lo está haciendo, está avanzando! China está teniendo algunas dificultades, pero puedes apostar a que harán todo lo que puedan. ¿Y dónde estamos nosotros? A esto me refiero que no podemos hacer las cosas a medias, necesitamos seguir presionando.

  • Por último, ¿le gustaría repetir como presidenta de la ECON en la próxima legislatura?

Adoro lo que he hecho en estos cinco años. Realmente he sentido que era el mejor lugar para mí, en un momento muy crítico, y espero que la gente que haya trabajado conmigo haya sentido también esta pasión.

Soy muy apasionada con lo que hago. Y he sido afortunada. Es una gran comisión (aunque sea un poquito técnica), con gente estupenda y que trata asuntos muy importantes. Por tanto, ¡claro que me encantaría! Pero no depende solo de mí.

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