
La posibilidad de que Mariano Rajoy se presente a las elecciones de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha puesto patas arriba al deporte rey del país. La aparición del expresidente del Gobierno en la lista de candidatos junto a la de Iker Casillas, ambos sin confirmarlo de manera oficial, se produce después de más de año y medio de mandato de un Luis Rubiales que se ha ido ganando enemigos en diferentes instituciones.
El nombre de Rajoy, a pesar de la sorpresa generalizada, responde a unas características específicas. Sus relaciones con la clase política y su experiencia como ministro de Deporte entre 1999 y 2000 le colocan como un candidato de cierto valor. También su conocida afición por el fútbol, que en no pocas ocasiones ha sido objeto de burla. No obstante, las informaciones filtradas ponen al ahora registrador de la propiedad en salmuera como candidato, ya que depende de la decisión que tome Iker Casillas.
El portero, en el cuerpo técnico del Oporto tras sufrir un infarto, es la primera y en teoría, más potente alternativa a Rubiales. Conoce todos los entresijos del deporte, es altamente popular y, casi por encima de todo, presenta un perfil moderado que, de alguna manera, comparte con Mariano Rajoy. Este tono dialogante les convierte en candidatos que podrían romper las dinámicas negativas de la institución con LaLiga o AFE (el sindicato mayoritario del fútbol español) y es opuesto al beligerante del actual presidente de la RFEF, que ha ido sumando encontronazos y líos judiciales en el último año.

"Prefiero a cualquiera antes que a Rubiales". La frase pronunciada por Javier Tebas, recientemente reelegido presidente de LaLiga (adelantó las elecciones para afianzar su liderazgo), no es baladí. El dirigente de la patronal del fútbol español se ha convertido desde el ascenso de Rubiales en su archienemigo. Enfrentado en multitud de polémicas, con juicios de por medio, en reiteradas ocasiones Tebas ha manifestado que su homólogo "no está capacitado para liderar la RFEF" e incluso ha llegado a pedir al Consejo Superior de Deportes (CSD) su inhabilitación.
Esta última tuvo lugar tras la vista en los tribunales de ambos por la competencia de los horarios. En una batalla que tuvo en vilo a la Primera y Segunda División antes del comienzo de la 19/20, finalmente fue la postura de Rubiales la que salió vencedora con la prohibición a poder disputar partidos los lunes. Sin embargo, Tebas reclamó y será de aquí a unos meses cuando el juez se pronuncie definitivamente. Una resolución que se espera más pronto que tarde, como también la de sacar encuentros de LaLiga fuera de España, idea promovida por el bando patronal.
Con el fin de exportar un encuentro por campaña (en un principio a Miami), Tebas se ha encontrado con la fuerte oposición de Rubiales en dos ocasiones. Para LaLiga es vital en cuanto a ingresos mientras que para la RFEF altera la competición, pero será en febrero cuando los tribunales se pronuncien en la otra gran batalla que tiene el dirigente de la Federación con su principal oponente.

Pero Tebas no es el único gran peso disconforme. También presente en el momento en el que el líder de la patronal pronunció la frase demoledora contra Rubiales, el presidente de Mediapro Jaume Roures se ha visto enzarzado en varios pleitos con la RFEF. El principal, la no adjudicación de los derechos de la Copa del Rey a partir de esta edición y de la final del pasado curso, pese a que la compañía audiovisual reflejó que ofreció una cantidad económica mayor que la de sus competidores. Además de ello, la aplicación del VAR y las emisiones del fútbol femenino, estas últimas tema de controversia en la firma del convenio colectivo que aún no ha sido oficializada, han sido los otros dos importantes frentes que han llevado a que Roures culpe a Rubiales de "creerse el rey del mundo en una dinámica de fastidiar por fastidiar".
Incluso AFE, de donde procedía Rubiales, se pudo ver tocada por la hipotética sombra del presidente de la federación. David Aganzo, su sucesor en la presidencia, tuvo que afrontar una revuelta interna el pasado verano con acusaciones cruzadas dentro de una pugna por el poder entre un sector afín a Rubiales y otro que denunció la injerencia del mandatario en el que fue su sindicato. El vicepresidente de AFE y uno de los instigadores de una moción de censura que no prosperó, Jesús Barbadillo, llegó a decir en una entrevista a As que "nosotros pusimos a dedo a Aganzo".
Con todo, los conflictos de Rubiales también han sucedido dentro de las fronteras de la propia RFEF. Ha sido en los últimos días cuando éstos han tomado velocidad, con la dimisión de tres miembros de su directiva. Según informó El País, Ana Muñoz, vicepresidenta de Integridad, dimitió de su puesto tras el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí (algo que contó con el rechazo de gran parte de los operadores televisivos e incluso del Gobierno). Además, dos de los miembros del Comité de Ética dijeron adiós a sus puestos después de que se intentase abrir expediente a Jacinto Alonso, presidente de la federación riojana, por un posible delito de corrupción.
Otro de los nombres sobre los que planea una sombra parecida es Antonio Suárez Santana, vicepresidente primero de la RFEF y presidente de la Federación Canaria. Según El Mundo, está imputado por estafa dentro de una pieza de la misma 'Operación Soule' que se llevó por delante a Ángel María Villar. El canario sustituyó en el cargo a Andreu Subies, que tuvo que dimitir de su puesto tras ser detenido y acusado de desviar fondos en el marco de esa 'Operación Soule'. Luis Rubiales no aceptó su dimisión en noviembre de 2018, pero tuvo que admitirla meses después.
La fecha de las elecciones será clave: Rubiales pidió su adelanto a marzo, pero depende del CSD...y los candidatos podrían ganar tiempo para organizarse
En las futuras elecciones, las fechas importan. Rubiales pidió al Consejo Superior de Deportes adelantar las elecciones para el antes del 31 de marzo, algo que va en contra de la Orden Ministerial de 2015 que establece que, en año de participación en Juegos Olímpicos, los comicios se deben celebrar al menos dos meses después de éstos. A la espera de la respuesta del CSD, y con una recomendación negativa por parte del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAD), la situación es clara: si no se produce el adelanto, los posibles rivales de Rubiales tendrán tiempo para organizar una candidatura fuerte. De hecho, Iker Casillas sabrá en el mes de marzo si sigue siendo apto para jugar al fútbol: un resultado negativo podría darle el empujón definitivo a la carrera electoral.
En paralelo, la figura del presidente estaría sujeta a un mayor desgaste. En el mes de febrero, la Justicia abordará el conflicto sobre el partido en Miami y durante 2020 el CSD abrirá un procedimiento específico para determinar las competencias de RFEF y LaLiga en el tema de los horarios.