La aversión al riesgo de los inversores cayó en los primeros pasos del mes de septiembre. Sin embargo, la escalada de la tensión en Oriente Medio tras el ataque iraní sobre Israel provocó el repunte de la rentabilidad de la deuda soberana global y la caída de los precios de los bonos. Los títulos de Estados Unidos a diez años vuelven a superar el 4% mientras que la inflación de septiembre se postula como el único dato de la semana que puede poner freno al incremento de las rentabilidades.