Redactor de elEconomista.es. Este es un buen sitio para encontrar informaciones de bolsa y mercados financieros. También escribo en Ecotrader y podrás escucharme en el podcast Estrategia de Mercado.

La aversión al riesgo de los inversores cayó en los primeros pasos del mes de septiembre. Sin embargo, la escalada de la tensión en Oriente Medio tras el ataque iraní sobre Israel provocó el repunte de la rentabilidad de la deuda soberana global y la caída de los precios de los bonos. Los títulos de Estados Unidos a diez años vuelven a superar el 4% mientras que la inflación de septiembre se postula como el único dato de la semana que puede poner freno al incremento de las rentabilidades.

IAG se puso cómodamente en los 2,5 euros por acción la semana pasada, niveles no vistos desde la irrupción del coronavirus en marzo de 2020. Pero la escalada bélica de Israel, que no deja país vecino sin atacar, eleva el precio del combustible y amplía el espacio aéreo global restringido: dos aspectos que no van bien para los resultados de cualquier aerolínea con negocio internacional. Sin embargo, el mercado aún ve motivos para que la compañía alcance los 3 euros por acción, una valoración con la que no contaba la aerolínea en más de cuatro años.

Faltan 30 días para la votación de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. 30 días en los que las campañas de la candidata demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump tratarán de convencer al electorado de por qué son la mejor opción para ocupar el Despacho Oval. El mes de octubre previo a la votación se caracteriza históricamente por la volatilidad de la bolsa estadounidense. Y el noviembre posterior a conocer al nuevo inquilino de la Casa Blanca tampoco está exento de drásticos vaivenes en Wall Street desde 1980. De hecho, el S&P 500 cae de media un 1% en los 30 días previos a unas elecciones presidenciales y sube un 1,5% en el noviembre posterior a la votación.

La automovilística Ebro (EV Motors) notificó su intención de comenzar a cotizar dentro de la Bolsa y Mercados Españoles (BME) a un precio de salida de 6,88 euros por acción que implica valorar a la renacida marca española del motor en casi 329 millones de euros. Aunque aún no se conoce la fecha para su salto al parqué dentro del BME Growth, la compañía podría utilizar la ventana de otoño como está previsto en el caso de Europastry, la otra compañía que prepara su salida a bolsa.

FOMO es el término utilizado por los jóvenes para hablar de la fobia a quedarse fuera (fear of missing out). Para los que aún así no lo entiendan, basta con echar un vistazo al mercado de renta variable de China. Desde que las autoridades del país anunciaron un paquete de estímulos para reflotar su mercado financiero, el dinero regresa con fuerza al mercado del país asiático. Sin embargo, los inversores escogen los fondos cotizados (ETF, en inglés) por delante del resto de opciones para aprovechar el rebote de la bolsa china que dejan a la gestión activa al borde de perder su trono.

Las compañías automovilísticas europeas consideran a día de hoy que las condiciones globales del sector son aún peores de las previstas a primeros de año. Stellantis y Aston Martin avisaron este lunes a los inversores de que el beneficio esperado para 2024 se recorta sustancialmente, así como sus márgenes que no superarán el 7% en el caso de Stellantis, según anunció la compañía. La noticia se llevó un 14,5% del precio de su acción este lunes, su peor sesión desde marzo de 2020, mientras que Aston Martin se dejó un 24,5% en el parqué de Londres. Ante este débil panorama del automóvil europeo, los expertos borran sus esperanzas en una recuperación del sector que cada vez reúne menos consejos de compra por parte de las firmas de análisis. De hecho, ya solo Mercedes cuenta con una recomendación de compra clara para los expertos.

Las compras se impusieron en el mercado de deuda en las últimas cinco sesiones que rebajaron la rentabilidad de las principales referencias del mercado de deuda soberana a ambos lados del Atlántico. El bono estadounidense a diez años se sitúa de nuevo en el 3,75% mientras el bono alemán se asienta en el 2,1%. De hecho, solo la deuda soberana de las principales referencias del pacífico registran incrementos de retorno.

Europastry saldrá a bolsa el 10 de octubre con una valoración que rozaría los 1.600 millones de euros en el mejor de los escenarios. Esto implicaría un descuento incluso en el precio máximo del rango que maneja la compañía, en los 18,75 euros. Aunque el inversor minoritario no pueda aprovechar este descuento desde el primer momento, Europastry presenta al mercado una expectativa de volumen de negocio al alza, más adquisiciones para crecer de manera inorgánica y la reducción de su ratio de endeudamiento. Incluso deja abierta la puerta al reparto de dividendos a partir del 2025.

La salida a bolsa de Europastry ya es una realidad. La compañía anuncia su salto al parqué español con un rango de precio que va desde los 15,85 euros por acción hasta los 18,75 euros, según recoge la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Y, en principio, la compañía comenzaría a cotizar en la Bolsa de Valores española el 10 de octubre bajo el símbolo (ticker) de EPTY, según comunican fuentes de la empresa.

Las compañías del acero europeo recibieron con júbilo sobre el parqué el paquete de estímulos anunciado por China para revitalizar su mercado financiero. El sector dentro del Stoxx 600 dejó de ser el grupo del índice paneuropeo que peor desempeño registraba en 2024 tras un repunte del 11% desde los mínimos del año vistos este septiembre. De hecho, ahora retrocede menos de un 6% en el año y adelanta al grupo de las automovilísticas (que también subieron con el espaldarazo de las autoridades del gigante asiático) y al de las energéticas. Sin embargo, las firmas de análisis apenas modificaron sus valoraciones tras conocerse la noticia.