
Europastry saldrá a bolsa el 10 de octubre con una valoración que rozaría los 1.600 millones de euros en el mejor de los escenarios. Esto implicaría un descuento incluso en el precio máximo del rango que maneja la compañía, en los 18,75 euros. Aunque el inversor minoritario no pueda aprovechar este descuento desde el primer momento, Europastry presenta al mercado una expectativa de volumen de negocio al alza, más adquisiciones para crecer de manera inorgánica y la reducción de su ratio de endeudamiento. Incluso deja abierta la puerta al reparto de dividendos a partir del 2025.
En el más optimista de los escenarios para Europastry, que implicaría la ejecución de la sobreadjudicación, el descuento en la salida a bolsa de la compañía alcanzaría el 12% sobre la valoración media del sector del pan y la bollería congelada, en base a los multiplicadores de valor de la compañía entre beneficio bruto de explotación que recopila FactSet. Y aunque los inversores cualificados tendrán la primera oportunidad, los planes de Europastry ven más allá del 10 de octubre. De esta forma, el número de acciones actuales roza los 69,4 millones de acciones. Tras la oferta, las acciones ascenderían hasta los 81,5 millones a un precio medio de 17,3 euros por título (con el número medio de acciones nuevas a mitad de camino del rango propuesto por la compañía). Y de aplicarse la sobreadjudiación el número total de acciones alcanzaría los 83,74 millones de acciones que implicarían un capital flotante del 31,7%.
Si todo evoluciona según lo previsto, Europastry espera obtener 210 millones de euros de la suscripción de las acciones nuevas a un precio medio dentro de su rango. La compañía de masa congelada utilizará 109,1 millones procedentes de estos fondos para reducir su endeudamiento y conseguir un ratio de apalancamiento inferior a las 2,5 veces (deuda financiera neta entre beneficio bruto de explotación). Y es que a la par que recortan su deuda, desde la compañía esperan un incremento del beneficio en un mercado que cada vez demandará más productos de panadería congelada. Si hasta 2026 se espera en Europa un incremento anual del 0,9% en productos de panadería para los congelados se llegaría al 2,3% (2,9% en bollería). Y por el lado de Estados Unidos el crecimiento en panadería congelada alcanzaría el 5,9% frente al 1,9% de panadería en general.
El resto del dinero obtenido tras la oferta, una vez descontados los costes y gastos derivados de la operación de la salida a bolsa (que alcanzarían los 22,6 millones de euros, según el folleto de Europastry) sería destinado al crecimiento de la sociedad a través de fusiones o adquisiciones de otros negocios en el corto o medio plazo. Un crecimiento inorgánico que ya demostró la compañía en 2024 con casos como el de agosto con la adquisición de la holandesa De Groot Edelgebak que añadirá 16,5 millones de euros en ingresos.
La compañía no presenta en su folleto ninguna política de reparto de dividendos, aunque no descartan que en el futuro esto pueda cambiar. Si la oferta sale adelante según lo previsto por Europastry y si se cubren los requisitos mínimos de reserva legal, se baraja el reparto de un dividendo en 2025 en el que se distribuiría hasta un 30% del resultado del año en curso entre sus inversores. En base al beneficio neto del 2023 y al número de acciones en circulación en el mejor de los escenarios tras su salida la rentabilidad por dividendo se situaría en el 1,27%. Y rondaría el mismo porcentaje en caso de aplicar el beneficio neto del primer semestre del 2024 y aplicando el incremento de beneficio del segundo semestre del año pasado respecto al ejercicio del 2022
Por otra parte, la compañía señala en su follero cuáles son los riesgos más relevantes para la compañía. Las interrupciones en la cadena de suministro como puede ser el cereal, algo que ya afectó a sus comparables cotizadas con el estallido de la guerra de Ucrania que provocó la falta de cereal y la volatilidad de los precios de esta materia prima.
Fin del 'silencio de radio'
Con el paso al frente de Europastry, finaliza el silencio de radio respecto a las salidas a bolsa que se impuso durante el verano. Las desfavorables condiciones del mercado llevaron a muchas compañías a retrasar su salto al parqué hasta esta segunda ventana de oportunidad que se abre en otoño. De esta forma, aún no se descarta que Cirsa, compañía de juego, retome sus aspiraciones de hacerse públicas en octubre.
La aerolínea Volotea no renuncia en su empeño de sacar a la compañía a bolsa, aunque su CEO lo pospuso al primer trimestre de 2025, sujeto a la evolución de las elecciones en Estados Unidos, la evolución del consumo y la evolución de los tipos de interés. Tendam, dueña de Cortefiel, es otra de las compañías que dejaría correr el otoño. Si bien fuentes de la compañía no hablan de una posposición, puesto que nunca marcaron un calendario para su salida a bolsa, fuentes cercanas a la operación ven complicado su salto inmediato al parqué.
Ebro aún tiene la oportunidad de otoño para incorporarse al BME Growth. La automovilística española aliada con la china Chery realizó recientemente una ampliación de capital con la que captó 40 millones de euros. Un dinero que ayudará a la compañía a arrancar la producción de vehículos en el tercer trimestre de este año. Con las cuentas que presentó Ebro a sus potenciales inversores institucionales, la compañía plantea llevar su beneficio bruto de explotación de los 22 millones de euros a los 250 para 2029. Y es que las mismas proyecciones llevarían a la automovilística del BME Growth al mercado continuo.