
FOMO es el término utilizado por los jóvenes para hablar de la fobia a quedarse fuera (fear of missing out). Para los que aún así no lo entiendan, basta con echar un vistazo al mercado de renta variable de China. Desde que las autoridades del país anunciaron un paquete de estímulos para reflotar su mercado financiero, el dinero regresa con fuerza al mercado del país asiático. Sin embargo, los inversores escogen los fondos cotizados (ETF, en inglés) por delante del resto de opciones para aprovechar el rebote de la bolsa china que dejan a la gestión activa al borde de perder su trono.
El dinero invertido a través de fondos cotizados enfocados en renta variable China alcanza los 2,8 billones de yuanes (0,4 billones de dólares al cambio) frente a los 3,3 billones de los fondos de gestión activa, según datos recopilados por Morningstar. Es decir, los inversores prefieren este tipo de productos desde la caída de los principales índices chinos a mínimos no vistos desde 2019 y con el nuevo impulso que toma la bolsa china. Esto contrasta con la subida de los principales índices bursátiles del país en 2021, donde los fondos tutelados por un gestor que busca rentabilidades superiores a las del mercado quintuplicaron por tamaño a los ETF.
La evolución de la bolsa china en 2024 está lejos de acercarse a lo visto en la recuperación tras la pandemia. La débil situación de la economía asiática y la crisis inmobiliaria del país espantaron a los inversores y provocó la salida de miles de millones del mercado financiero continental y de Hong Kong. Así, se puso en duda la aportación de China al conjunto del crecimiento global y los fondos invertidos en las compañías chinas empezaron a anotar rentabilidades a la baja y pérdidas por la salida del dinero a otras geografías que ofrecían mejores retornos.
Ahora, los fondos gestionados tratan de mantenerse a flote mientras que los ETF están en auge. El crecimiento exponencial de los fondos cotizados en bolsa pone en evidencia cómo la inversión pasiva global alcanza los 8,1 billones de dólares, según Bloomberg con datos hasta septiembre. "La inversión en índices está siendo adoptada por los inversores individuales y por los institucionales. Y es una tendencia que probablemente se extenderá", comentó el director ejecutivo de China Asset management (gestor onshore de ETF), Xu Meng, ya que las autoridades chinas encaminan sus últimas políticas en promocionar este tipo de activos.
Este martes, festivo en China, cortó la entrada de dinero en el mercado continental y en la bolsa de Hong Kong. Pero el flujo de dinero hacia China ya se demostró el pasado lunes, donde se alcanzó un nuevo récord de volumen de negocio por encima de los 54.000 millones de dólares y casi cinco veces superior al promedio de las últimas 52 semanas, según Bloomberg.
Esto se aprecia en el dinero que entra en los cuatro grandes ETF enfocados en la renta variable China: KraneShares CSI China Internet ETF, iShares China Large-Cap ETF, Xtrackers Harvest CSI 300 China A-Shares ETF e iShares MSCI China ETF. El dinero que entró en estos cuatro vehículos de inversión rozó los 1.500 millones de dólares la semana pasada que supondría anotar la mejor semana para el conjunto de los cuatro desde enero de 2022.
No obstante, existen más de 280 ETF solo enfocados a las grandes capitalizadas chinas y no todos replican o tratan de obtener la misma rentabilidad que ofrecen índices como el CSI 300. Según señalan desde Goldman Sachs, la mayor parte de la compra neta de la semana pasada fue en fondos cotizados que agrupan acciones individuales chinas, como pueden ser aquellos que se centran en los valores tecnológicos o en el desarrollo de la inteligencia artificial. "El S&P 500 no es el caballo para montar este octubre y el temor a quedarse atrás en China está aumentando", comentó el director gerente de mercados globales del banco de inversión, Scott Rubner, quien espera que las compras en china se mantendrán también después de las elecciones en Estados Unidos.
No obstante, el dinero también entra en el mercado de renta fija o en vehículos de inversión gestionados por bancos de inversión o fondos boutiques. El inversor español tiene acceso a más de 40 vehículos de inversión, en divisa euro, enfocados a la renta variable del gigante asiático. Y, de media, obtienen en 2024 una rentabilidad del 16,5% con datos a cierre del pasado viernes con los datos de Morningstar.
Este aumento contrasta con los rendimientos obtenidos en los dos últimos años dado que la rentabilidad anualizada a tres años cae al -9,7% y a cinco años al 1,68% que borra cualquier ganancia anotada entre 2020 y 2021. Este año, Nordea 1 - Chinese Equity E EUR lidera la tabla con una rentabilidad del 26,3%, seguido de GAM Multistock China Evolution Eq EUR B (retorno del 24,8%) y de DWS Invest Chinese Equities NC, que saca en el año un 24,5%. Anualizado a tres años, solo el vehículo de Fidelity (Fidelity China Focus A-Acc-EUR) se mantiene en positivo con un 2,1%.