Bolsa, mercados y cotizaciones

La rentabilidad del bono de EEUU a diez años cae a mínimos de junio del año pasado

  • La rebaja de tipos de interés que se descuenta mueve a la baja la curva de deuda del país
  • El papel ofrece un rendimiento del 3,782%
Billetes de dólar. Fuente: Dreamstime

La confirmación por parte del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de que llegan los recortes de tipos de interés en el país mantiene la presión compradora en el mercado secundario de renta fija. A pesar del incremento de la tensión en Oriente Medio, la rentabilidad de la deuda soberana sigue a la baja. El bono estadounidense a diez años ofreció ayer un rendimiento del 3,782% que implica anotar mínimos no vistos desde junio del año pasado.

Las palabras de Jerome Powell fueron interpretadas por el mercado como un canto a favor de que la inflación estaría controlada en el país sin que se haya descartado el aterrizaje suave de la economía del país. Es decir, las políticas restrictivas del banco central habrían actuado como se esperaba sin provocar una recesión en Estados Unidos. En consecuencia, la aversión al riesgo de los inversores decrece a medida que los precios de los bonos suben y cae el rendimiento esperado a vencimiento. Y es que de máximos del año a los niveles actuales la deuda estadounidense a diez años registra una caída de 100 puntos básicos.

No obstante, esto no se aprecia solo en los vencimientos a diez años, que suele ser una de las referencias para los inversores para el largo plazo. Toda la curva de deuda estadounidense se mueve en la misma dirección. Los títulos estadounidenses a dos años, que suelen reaccionar con mayor virulencia a los cambios de política monetaria, se sitúan por debajo del 3,9% de rentabilidad. En este caso, el máximo del 2024 llegó a estar por encima del 5% en abril de este año por lo que el recorte es superior a esos 100 puntos básicos que se observa en la deuda con vencimiento a diez años. De hecho, en lo que va de agosto los títulos a doce meses, a dos años y a tres son los que más recortan su rendimiento.

Merece la pena recordar que en el mes en curso la rentabilidad de la deuda se vino abajo ante la expectativa de una recesión en Estados Unidos y el ajuste de estrategias como el carry trade entre el dólar y el yen. Ahora, el cruce de ambas divisas favorece también a las compras en el mercado de deuda soberana estadounidense (un dólar se cambia por menos de 144 yenes, mínimos desde enero de 2024) así como da impulso a otros refugios históricos para los inversores (véase apoyo).

La mayor parte de expertos considera ahora que el precio de los bonos (se mueve a la inversa que la rentabilidad de la deuda) seguirán al alza a medida que se flexibiliza la política monetaria en Estados Unidos. Por ahora, se descuenta que la Reserva Federal de Estados Unidos dejará la referencia del precio del dinero al cierre del 2024 en el 4,5%. Esto implicaría 100 puntos básicos de recorte de tipos en las tres citas agendadas de la Fed en lo que resta de año. Asumiendo que la Reserva Federal seguirá ajustando su referencia en movimientos de 25 puntos básicos o sus múltiplos (como ha sido habitual hasta la fecha) implicaría que habría un anuncio en 2024 de un recorte de tipos de 50 puntos básicos. "Debido a las actuales expectativas de 4 recortes de tipos de la Fed este año y tras el fuerte movimiento a la baja de los rendimientos de los bonos a principios de agosto, hemos vuelto a ponderar de forma neutral la renta fija", comentaron desde Edmond de Rothschild AM.

Ganancias para el inversor

Mientras tanto, en el mercado europeo los bonos alemanes con vencimiento a diez años se sitúan en el 2,22% de rentabilidad mientras que el bono español se mantiene sobre el 3%. Es decir, la mayor parte de la deuda soberana del mercado secundario se mueve en la misma dirección a excepción de particularidades como la renta fija japonesa, donde el Banco de Japón está subiendo los tipos de interés.

De esta forma, cualquier inversor conservador con independencia de la tipología de la deuda (deuda soberana, corporativa, high yield o una combinación de las anteriores) ya obtendría ganancias en lo que va de 2024. Como ejemplo, un inversor en deuda soberana estadounidense ya sacaría un 3% por el precio de los bonos desde el primero de enero.

"Este entorno es bueno para la renta fija, ya que los bonos del Estado deberían estar bien respaldados [...]. A pesar de los episodios de volatilidad a corto plazo, los rendimientos ofrecidos son bastante atractivos, creemos que es poco probable que los inversores en renta fija se sientan decepcionados", comentó el gestor de Vontobel, Felipe Villarroel.

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