Después de un 2022 convulso en el que la mayor parte de las compañías turísticas no pudo recuperar el volumen de negocio previo al coronavirus, el presente ejercicio invita a borrar los efectos de la pandemia. Y es que el sector de las aerolíneas y las principales compañías de cruceros de ocio obtendrán en 2023 unos beneficios en la línea, o incluso un 30% por encima, de lo anotado en 2019. Esto ha llevado al mercado a elevar el atractivo de sus acciones que tienen de media un 25% de potencial en bolsa.