Hay una pugna en el mercado de divisas desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca y la realidad es que el dólar estadounidense está perdiendo todos estos enfrentamientos. El propio presidente de Estados Unidos manifestó en varias ocasiones que quiere un dólar débil para favorecer al comercio nacional, pero puede haber llegado demasiado lejos visto el cruce del euro frente al dólar o de la libra del Reino Unido frente al billete verde. La divisa británica avanza en lo que va de año un 7,8%, a un ritmo que no cesa desde que comenzó el 2025. Hay voces incluso que hablan de que la política arancelaria de Trump puede provocar la desconexión de Estados Unidos del comercio global con un efecto similar al que provocó la salida del Reino Unido de la Unión Europea.