
El mercado se prepara para un cambio drástico en la política monetaria nipona este viernes. El Banco de Japón (BoJ) se reúne con el objetivo de poner freno al auge del dólar, ya con el presidente Donald Trump al frente de la Casa Blanca, y para ejecutar una nueva subida de tipos que será, previsiblemente, el movimiento más agresivo de la institución desde 1990. De hecho, se descuenta que el Banco de Japón cerrará enero con su referencia en el 0,5%.
Los 25 puntos básicos de subida que se desprende de los activos financieros OIS (overnight indexed swaps, en inglés) sugieren a su vez que el BoJ dejará el precio oficial del yen en su punto más elevado desde 2008. Ya antes de la investidura de Donald Trump, varios funcionarios del banco central nipón preparaban al mercado para un nuevo endurecimiento de la política monetaria nacional después de ver la rentabilidad de los títulos japoneses en máximos de más de una década en casi toda la curva de deuda. Como ejemplo, el bono japonés a diez años alcanzó la semana pasada el 1,2% de rentabilidad en el mercado secundario (actualmente está en el 1,18%), máximos no vistos desde abril de 2011. Los títulos a 40 años cotizan en máximos nunca antes vistos.
Pero, en las últimas sesiones, las condiciones del mercado de deuda y el avance del dólar frente al yen propiciaron un endurecimiento más significativo del descontado con la última reunión del Banco de Japón del 2024, en la que la institución decidió no mover sus tipos de referencia. Si el primero de enero de este año se vaticinaba un incremento de 10 puntos básicos para este viernes hoy escala hasta los 25 puntos básicos.
Hasta la fecha, cualquier intervención contundente por parte del Banco de Japón se tradujo en una reacción en cascada en los mercados financieros de todo el mundo. La intervención del yen el año pasado para evitar su declive frente al dólar se llevó un 12% de la bolsa japonesa en agosto del año pasado. En aquel momento, un dólar estadounidense se cambiaba por 160 yenes. Hoy el cambio está por encima de los 155 yenes mientras aumentan las apuestas del mercado de un yen más débil ante la agitación que se presenta al mercado con la guerra arancelaria que se avecina.
El aumento de los costes de financiación nipones darán un soporte al yen para revertir la caída del 5% que lleva en los últimos doce meses. No obstante, aunque el BoJ sigue subiendo los tipos de interés mientras el BCE o la Reserva Federal de Estados Unidos hacen lo contrario, el diferencial de los tipos de interés seguirá jugando en contra del gobernador Kazuo Ueda. Pero, si bien se espera una brusca subida de tipos en enero, el siguiente movimiento al alza no llegaría hasta julio, según los OIS (asumiendo que el próximo movimiento sea como mínimo de 10 puntos básicos). "Aumentar la tasa aproximadamente una vez cada seis meses probablemente será el caso base", comenta el estratega de divisas en Sumitomo Mitsui Banking, Hirofumi Suzuki.
De la mano del cambio en la política monetaria nacional, en la reunión de este viernes está prevista la actualización del cuadro macro para la economía japonesa. Las expectativas de Bloomberg recogen que la inflación en 2025 se situará en el 2,2%, que son 20 puntos básicos por encima del 2% que persigue el Banco de Japón. Se descuenta del mismo modo que Ueda ajustará al alza la previsión de inflación para este año.
Con estas proyecciones, el mercado estaría adelantando que los tipos cerrarían el 2025 con la referencia del BoJ en el 0,75% y que encontraría su tipo terminal en el 1% en 2026. Aunque hay quienes aventuran unos tipos más altos. "Sobre el tema de las tasas neutrales, un documento reciente del BoJ ha sugerido que la tasa neutral nominal podría oscilar entre alrededor del 1% y el 2,5%", comentó el analista de estrategias de deuda en Julius Baer para Asia, Magdalene Teo.
De confirmarse, la rentabilidad de los bonos nipones aún tendrían recorrido al alza en los próximos meses, que incrementarían las pérdidas para los inversores que compraron estos títulos soberanos el año pasado y que hoy su precio tiende a la baja. Por el lado del yen, el consenso de mercado que recoge Bloomberg augura un cambio de 157 yenes por dólar en 2025, de media. Y para 2026 este cambio caería hasta los 153 yenes.